La OTAN sigue dividida sobre una intervención en Libia

Bruselas, Agencias
El secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, urgió este jueves al Consejo de Seguridad de la ONU a alcanzar un acuerdo "cuanto antes" para impedir que Muamar Gadafi retome el control de Libia, si bien los países aliados siguen divididos sobre una acción militar.

"El tiempo se acaba. La ONU debe tomar una decisión, cuanto antes, mejor", emplazó Rasmussen en su página de Facebook, en momentos en que las fuerzas de Gadafi se preparaban para la batalla final contra los rebeldes, atrincherados en su bastión de Bengasi (este).

"Si Gadafi permanece en el poder, enviará una clara señal de que la violencia puede imponerse. Esto sería inaceptable desde una perspectiva humanitaria y democrática", advirtió el secretario general, reafirmando que la OTAN está "lista para proteger a los civiles de los ataques del régimen".

Los países miembros del Consejo de Seguridad de la ONU mantienen intensas negociaciones en Nueva York para decidir si aceptan una propuesta de Francia y Gran Bretaña para imponer una zona de exclusión aérea en Libia con el fin de neutralizar a la aviación de Gadafi.

En ese contexto, la OTAN intensificaba sus preparativos para una eventual intervención, pese a las divisiones de sus países miembros. "La OTAN quiere que sus planes operacionales estén listos para finales de esta semana o principios de la próxima. Está acelerando sus preparativos, pero, atención, no hay ninguna luz verde" para actuar, declararon a la AFP fuentes diplomáticas.

La Alianza Atlántica prepara diferentes opciones para una intervención en Libia: imponer una zona de exclusión aérea, aplicar un embargo de armas y lanzar una misión de carácter humanitario.

Por ahora, una intervención en Libia, defendida por Francia y Gran Bretaña, así como por algunos países árabes, sigue dependiendo de un esperado voto del Consejo de Seguridad de la ONU, que podría tener lugar este jueves. Y el tiempo apremia porque las tropas del coronel Gadafi se hallaban el jueves a unos 160 kilómetros de Bengasi (este), bastión de la oposición libia, según Estados Unidos.

Pero China, miembro permanente del Consejo de Seguridad, amagaba con utilizar su derecho de veto en contra de esa decisión y, en cualquier caso, las divisiones en el seno de la Alianza Atlántica complican una acción bajo su paraguas.

Turquía y Alemania se oponen frontalmente a toda acción militar en el mundo árabe y Estados Unidos "no está suficientemente entusiasmado" con imponer una zona de exclusión aérea "como para hacer declinar la balanza" en el seno de la alianza, según fuentes militares. "Los estadounidenses estiman que esa opción no sirve para nada, dada la superioridad del ejército fiel a Gadafi sobre los rebeldes, y que la única forma de ser eficaz sería intervenir con soldados sobre el terreno, algo que no harán, porque ya están demasiado ocupados en Irak y Afganistán", afirmaron.

La embajadora estadounidense ante la ONU, Susan Rice, previno el miércoles de que el Consejo de Seguridad debía estudiar medidas que fueran más allá de una simple zona de exclusión aérea, cuyo objetivo sería impedir volar a la aviación militar libia para evitar nuevos bombardeos.

Francia, favorable incluso a una intervención que incluya ataques selectivos contra objetivos clave para el ejército de Gadafi, "no quiere que la OTAN esté en primera línea", según las mismas fuentes. París privilegia una acción militar con los británicos y algunos países de la región, después de que la Liga Árabe se mostrara partidaria de imponer una zona de bloqueo aéreo.

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