La crisis política persiste en Irak un año después de la legislativas
Las elecciones de 2010 fueron saludadas como una etapa histórica de la época posterior a Sadam Husein, pero un año después, Irak aún no ha salido de la crisis política, según expertos que se inquietan por las malas costumbres que adopta la nueva democracia iraquí.
El 7 de marzo de 2010, un 62,4% de los iraquíes participó en las segundas legislativas desde la caída del antiguo régimen. Sin embargo, los electores debieron esperar nueve meses para que un gobierno -incompleto- fuese finalmente investido, debido a las interminables negociaciones entre las diferentes facciones.
"Una de las buenas noticias de estos comicios es que la importante participación permite prever otras elecciones libres en el futuro", declaró Ali al-Saffa, un especialista de Irak en el seno de Economist Intelligence Unit, con sede en Londres. "Lo que por el contrario es menos alentador, es que el plazo después de la elección creó un precedente que los hombres políticos van a considerar aceptable", prosiguió. Después de las legislativas de 2005, la formación del gobierno necesitó cinco meses.
Saffar destacó que, contrariamente a las prácticas vigentes en las democracias occidentales, lo esencial de las negociaciones tuvo lugar antes de que se eligiese al primer ministro. "La formación del gobierno se retrasó mucho por la cuestión de las cuotas étnicas y confesionales que se introdujo en el proceso, aun cuando la Constitución no lo prevé", dijo.
Como en el gobierno precedente, la mayoría de los puestos cruciales fueron atribuidos en virtud de criterios étnico-religiosos. El primer ministro Nuri al-Maliki (chiita) tiene tres adjuntos: un sunita, un chiita y un kurdo. El presidente del Parlamento, Osama Al Nujaifi (sunita), tiene dos adjuntos: un chiita y un kurdo. El presidente de la República, el kurdo Jalal Talabani, aún no ha designado a sus vicepresidentes, pero su nombramiento responderá seguramente a la misma lógica.
Un año después de las legislativas, cuatro de las carteras más importantes, como las de Interior y Defensa, aún no han sido atribuidas.
"Al final, cada institución gubernamental es controlada por un partido, y el poder de las facciones es mayor que el del Estado", estimó el universitario Ihssan al Chammari.
El ex primer ministro Yyad Allawi, que, en su calidad de jefe de la lista mayoritaria del Parlamento postuló durante largo tiempo a la dirección del gobierno, acaba de anunciar que no dirigirá una nueva instancia política que debía ser creada para él, denunciado el acuerdo de distribución del poder concluido en noviembre.
Para el universitario Reidar Visser, la idea misma de un gobierno de unión incluyendo a todas las comunidades no favorece el nacimiento de una cultura política de oposición. Pero, los cuatro principales bloques iraquíes, que constituyen en conjunto el 90% de los escaños del Parlamento, participan en el gobierno. "Quizás Irak está en la vía de la democracia, pero el camino aún es largo", declaró, haciendo notar que la "unión sagrada" no favorece la aparición de una democracia parlamentaria eficaz.
Para Irak, el año 2010 puede ser descrito como "un año de estancamiento", estimó el analista Ranj Alaaldin, de la Next Century Foundation de Londres. "Los meses de negociaciones sin fin sumieron el país en una estado de parálisis e indecisión", destacó. Según el analista, 2010 fue un año "por nada" para una población cansada después de décadas de guerra, de sanciones y de violencias. Al punto que, siguiendo el ejemplo de otros países árabes, en las últimos semanas los iraquíes han multiplicado las manifestaciones contra la ineficacia de sus dirigentes.
Y sobre el terreno, seis personas perdieron la vida y otras 12 resultaron heridas este domingo en la explosión de una bomba artesanal cerca de un autobús en el que viajaban por el sur de Irak, informó un responsable local.
El atentado, contra un convoy militar estadounidense, se produjo hacia las 10H00 (07H00 GMT) cerca de una estación ferroviaria en el barrio de Maakal, en el norte de la ciudad portuaria de Basora, informó Ali al Ghanimi, jefe de la comisión de seguridad del Consejo Provincial de Basora. Entre las víctimas hay mujeres y niños, precisó.
El ejército estadounidense confirmó a la AFP que un "incidente" se había producido en Basora, sin dar más detalles.
Aunque los atentados siguen estando al orden del día en Irak, el nivel de violencia es muy inferior al observado en 2006 o 2007. En febrero, 197 iraquíes perdieron la vida de manera violenta.
Desde el fin oficial de su misión de combate, el 31 de agosto de 2010, la presencia de fuerzas estadounidenses es menos visible en Irak. Los 50.000 soldados que siguen desplegados en Irak tienen previsto salir del país antes del final de este año.
El 7 de marzo de 2010, un 62,4% de los iraquíes participó en las segundas legislativas desde la caída del antiguo régimen. Sin embargo, los electores debieron esperar nueve meses para que un gobierno -incompleto- fuese finalmente investido, debido a las interminables negociaciones entre las diferentes facciones.
"Una de las buenas noticias de estos comicios es que la importante participación permite prever otras elecciones libres en el futuro", declaró Ali al-Saffa, un especialista de Irak en el seno de Economist Intelligence Unit, con sede en Londres. "Lo que por el contrario es menos alentador, es que el plazo después de la elección creó un precedente que los hombres políticos van a considerar aceptable", prosiguió. Después de las legislativas de 2005, la formación del gobierno necesitó cinco meses.
Saffar destacó que, contrariamente a las prácticas vigentes en las democracias occidentales, lo esencial de las negociaciones tuvo lugar antes de que se eligiese al primer ministro. "La formación del gobierno se retrasó mucho por la cuestión de las cuotas étnicas y confesionales que se introdujo en el proceso, aun cuando la Constitución no lo prevé", dijo.
Como en el gobierno precedente, la mayoría de los puestos cruciales fueron atribuidos en virtud de criterios étnico-religiosos. El primer ministro Nuri al-Maliki (chiita) tiene tres adjuntos: un sunita, un chiita y un kurdo. El presidente del Parlamento, Osama Al Nujaifi (sunita), tiene dos adjuntos: un chiita y un kurdo. El presidente de la República, el kurdo Jalal Talabani, aún no ha designado a sus vicepresidentes, pero su nombramiento responderá seguramente a la misma lógica.
Un año después de las legislativas, cuatro de las carteras más importantes, como las de Interior y Defensa, aún no han sido atribuidas.
"Al final, cada institución gubernamental es controlada por un partido, y el poder de las facciones es mayor que el del Estado", estimó el universitario Ihssan al Chammari.
El ex primer ministro Yyad Allawi, que, en su calidad de jefe de la lista mayoritaria del Parlamento postuló durante largo tiempo a la dirección del gobierno, acaba de anunciar que no dirigirá una nueva instancia política que debía ser creada para él, denunciado el acuerdo de distribución del poder concluido en noviembre.
Para el universitario Reidar Visser, la idea misma de un gobierno de unión incluyendo a todas las comunidades no favorece el nacimiento de una cultura política de oposición. Pero, los cuatro principales bloques iraquíes, que constituyen en conjunto el 90% de los escaños del Parlamento, participan en el gobierno. "Quizás Irak está en la vía de la democracia, pero el camino aún es largo", declaró, haciendo notar que la "unión sagrada" no favorece la aparición de una democracia parlamentaria eficaz.
Para Irak, el año 2010 puede ser descrito como "un año de estancamiento", estimó el analista Ranj Alaaldin, de la Next Century Foundation de Londres. "Los meses de negociaciones sin fin sumieron el país en una estado de parálisis e indecisión", destacó. Según el analista, 2010 fue un año "por nada" para una población cansada después de décadas de guerra, de sanciones y de violencias. Al punto que, siguiendo el ejemplo de otros países árabes, en las últimos semanas los iraquíes han multiplicado las manifestaciones contra la ineficacia de sus dirigentes.
Y sobre el terreno, seis personas perdieron la vida y otras 12 resultaron heridas este domingo en la explosión de una bomba artesanal cerca de un autobús en el que viajaban por el sur de Irak, informó un responsable local.
El atentado, contra un convoy militar estadounidense, se produjo hacia las 10H00 (07H00 GMT) cerca de una estación ferroviaria en el barrio de Maakal, en el norte de la ciudad portuaria de Basora, informó Ali al Ghanimi, jefe de la comisión de seguridad del Consejo Provincial de Basora. Entre las víctimas hay mujeres y niños, precisó.
El ejército estadounidense confirmó a la AFP que un "incidente" se había producido en Basora, sin dar más detalles.
Aunque los atentados siguen estando al orden del día en Irak, el nivel de violencia es muy inferior al observado en 2006 o 2007. En febrero, 197 iraquíes perdieron la vida de manera violenta.
Desde el fin oficial de su misión de combate, el 31 de agosto de 2010, la presencia de fuerzas estadounidenses es menos visible en Irak. Los 50.000 soldados que siguen desplegados en Irak tienen previsto salir del país antes del final de este año.