La coalición mantiene la presión militar y busca una salida política para Libia
Bengasi, Agencias
La coalición internacional mantuvo este viernes la presión militar sobre las fuerzas del coronel Muamar Gadafi, mientras busca una salida política para una operación de guerra que podría durar aún "semanas", según París.
El viernes en la tarde, los bombardeos aéreos tenían como objetivo las posiciones de las fuerzas leales a Gadafi en Ajdabiya, punto estratégico al este libio a 160 kilómetros al sur de Bengasi, plaza fuerte de la rebelión, según constató un periodista de la AFP.
Decenas de habitantes huían este viernes en dirección al desierto.
En la noche, aviones británicos dispararon misiles contra vehículos blindados en Ajdabiya, y un avión francés destruyó una batería de artillería del ejército libio cerca de la misma ciudad.
El jefe del Estado Mayor francés, Edouard Guillaud, aseguró que el espacio aéreo libio estaba "bajo control".
El militar declaró a una radio francesa que "pensaba" que las operaciones aliadas en Libia se prolongarían durante "semanas": "Dudo que sean días, pienso que serán semanas y espero que no sean meses", agregó.
Al acercarse la cumbre de Londres prevista para el martes, el presidente francés, Nicolas Sarkozy, anunció que su país y el Reino Unido preparan una iniciativa común en la perspectiva de llegar a esta "solución" política.
Sarkozy advirtió que si bien el Consejo Nacional de Transición (CNT) libio, organizado por la oposición en Bengasi, no representa "a toda Libia", tiene el mérito de existir.
La Unión Africana también trataba de encontrar una solución negociada.
Una reunión comenzó este viernes en la mañana en su sede de Adis Abeba, en presencia de una importante delegación gubernamental libia, pero sin representantes de la rebelión.
Los representantes del régimen de Gadafi declararon allí que éste está "dispuesto a aplicar la hoja de ruta" propuesta por la Unión Africana (UA) para poner fin a las hostilidades en Libia.
Dicha "hoja de ruta" fue elaborada por el comité de cinco jefes de Estado de la UA organizado tras los ataques aéreos de la coalición internacional, amparados por una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU.
El viernes, Catar anunció que algunos de sus aviones de combate habían sobrevolado Libia, convirtiéndose así en el primer país árabe que participa en una operación militar internacional.
Según un balance provisorio comunicado por el régimen libio, los ataques provocaron "más o menos 100 muertos" entre los civiles.
El jefe militar de la coalición, el general Carter Ham, reconoció "no estar seguro de que no haya habido ninguna víctima civil".
Sobre la conducción de las operaciones, los países de la OTAN acordaron asumir en lo inmediato el relevo de la coalición para la zona de exclusión aérea, pero no inmediatamente en lo referido a los objetivos terrestres.
No obstante, persistían este viernes las ambigüedades sobre el papel de la Alianza Atlántica.
Las negociaciones al respecto deben continuar el domingo para que todas las operaciones sean asumidas por la OTAN, sin que la totalidad de los 28 países miembros tengan que asumir los bombardeos, lo que rechaza en particular Turquía.
Estados Unidos, actualmente al mando de la coalición, quiere pasárselo rápidamente a la OTAN.
Francia estima que la coordinación de la coalición debe seguir siendo "eminentemente política" y que el papel de la OTAN debe ser sólo técnico y operacional.
Desde el 15 de febrero, el coronel Gadafi, en el poder desde casi 42 años, enfrenta una revuelta que ha provocado cientos de muertos y obligado a huir a más de 300.000 personas.
Las capitanías de los puertos italianos están en estado de "alerta máxima" en previsión de la llegada de inmigrantes provenientes de Africa del Norte. Solo a la isla de Lampedusa llegaron unas 13.500 personas en los últimos 20 días.
La coalición internacional mantuvo este viernes la presión militar sobre las fuerzas del coronel Muamar Gadafi, mientras busca una salida política para una operación de guerra que podría durar aún "semanas", según París.
El viernes en la tarde, los bombardeos aéreos tenían como objetivo las posiciones de las fuerzas leales a Gadafi en Ajdabiya, punto estratégico al este libio a 160 kilómetros al sur de Bengasi, plaza fuerte de la rebelión, según constató un periodista de la AFP.
Decenas de habitantes huían este viernes en dirección al desierto.
En la noche, aviones británicos dispararon misiles contra vehículos blindados en Ajdabiya, y un avión francés destruyó una batería de artillería del ejército libio cerca de la misma ciudad.
El jefe del Estado Mayor francés, Edouard Guillaud, aseguró que el espacio aéreo libio estaba "bajo control".
El militar declaró a una radio francesa que "pensaba" que las operaciones aliadas en Libia se prolongarían durante "semanas": "Dudo que sean días, pienso que serán semanas y espero que no sean meses", agregó.
Al acercarse la cumbre de Londres prevista para el martes, el presidente francés, Nicolas Sarkozy, anunció que su país y el Reino Unido preparan una iniciativa común en la perspectiva de llegar a esta "solución" política.
Sarkozy advirtió que si bien el Consejo Nacional de Transición (CNT) libio, organizado por la oposición en Bengasi, no representa "a toda Libia", tiene el mérito de existir.
La Unión Africana también trataba de encontrar una solución negociada.
Una reunión comenzó este viernes en la mañana en su sede de Adis Abeba, en presencia de una importante delegación gubernamental libia, pero sin representantes de la rebelión.
Los representantes del régimen de Gadafi declararon allí que éste está "dispuesto a aplicar la hoja de ruta" propuesta por la Unión Africana (UA) para poner fin a las hostilidades en Libia.
Dicha "hoja de ruta" fue elaborada por el comité de cinco jefes de Estado de la UA organizado tras los ataques aéreos de la coalición internacional, amparados por una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU.
El viernes, Catar anunció que algunos de sus aviones de combate habían sobrevolado Libia, convirtiéndose así en el primer país árabe que participa en una operación militar internacional.
Según un balance provisorio comunicado por el régimen libio, los ataques provocaron "más o menos 100 muertos" entre los civiles.
El jefe militar de la coalición, el general Carter Ham, reconoció "no estar seguro de que no haya habido ninguna víctima civil".
Sobre la conducción de las operaciones, los países de la OTAN acordaron asumir en lo inmediato el relevo de la coalición para la zona de exclusión aérea, pero no inmediatamente en lo referido a los objetivos terrestres.
No obstante, persistían este viernes las ambigüedades sobre el papel de la Alianza Atlántica.
Las negociaciones al respecto deben continuar el domingo para que todas las operaciones sean asumidas por la OTAN, sin que la totalidad de los 28 países miembros tengan que asumir los bombardeos, lo que rechaza en particular Turquía.
Estados Unidos, actualmente al mando de la coalición, quiere pasárselo rápidamente a la OTAN.
Francia estima que la coordinación de la coalición debe seguir siendo "eminentemente política" y que el papel de la OTAN debe ser sólo técnico y operacional.
Desde el 15 de febrero, el coronel Gadafi, en el poder desde casi 42 años, enfrenta una revuelta que ha provocado cientos de muertos y obligado a huir a más de 300.000 personas.
Las capitanías de los puertos italianos están en estado de "alerta máxima" en previsión de la llegada de inmigrantes provenientes de Africa del Norte. Solo a la isla de Lampedusa llegaron unas 13.500 personas en los últimos 20 días.