García Linera no descarta que DEA y CIA operen en forma encubierta en Bolivia
La Paz, Abi
"Ni la Central de Inteligencia (CIA), ni la Oficina Antidrogas (DEA) de Estados Unidos operan oficialmente en Bolivia, pero tal vez sí lo hagan en forma encubierta", dijo el viernes el vicepresidente Alvaro García Linera.
El segundo mandatario del país manifestó que, de producirse ese extremo, "se constituirá en una violación de protocolos, convenciones y de la soberanía de Bolivia, lo que no puede ser permitido".
"Esperamos que no sea así, pero es probable y sería lamentable, mucho más si en la actualidad Bolivia y Estados Unidos tratan de construir relaciones de respeto a la soberanía de los pueblos", puntualizó.
Consultado sobre si agentes de la CIA y de la DEA operarían en Bolivia bajo el manto de la Agencia de Cooperación de Estados Unidos (USAID), García Linera enfatizó "sabemos que algunos organismos de inteligencia y espionaje de Estados Unidos actúan en la clandestinidad".
Reiteró que los organismos de seguridad del Estado realizan los máximos esfuerzos para detectar estas presuntas actividades para denunciarlas e impedirlas.
El presidente de Bolivia, Evo Morales Ayma, declaró en octubre de 2008 persona no grata al entonces embajador de Estados Unidos en la Paz, Philip Goldberg, una vez que los organismos de investigación establecieron que cooperaba con acciones de empresarios, cívicos y políticos opositores que conspiraban para desestabilizar al Gobierno y debilitar la democracia.
Poco tiempo después corrieron la misma suerte los agentes de la DEA por el mismo motivo.
Morales ratificó que la DEA "no volverá a Bolivia" porque, lejos de ayudar en la lucha contra el narcotráfico, ha estado involucrada con hechos delictivos, como una mega fábrica de cocaína en 1986 que recaudaba fondos para fortalecer a los contras de Nicaragua opuestos al Gobierno sandinista.
Poco tiempo después de que fue instalado el Gobierno de Morales, el 22 de enero de 2006, el entonces ministro de las Presidencia, Juan Ramón Quintana, denunció la existencia en pleno palacio de Gobierno de una oficina de la CIA de Estados Unidos con sistemas de escucha telefónica de las autoridades.
"Ni la Central de Inteligencia (CIA), ni la Oficina Antidrogas (DEA) de Estados Unidos operan oficialmente en Bolivia, pero tal vez sí lo hagan en forma encubierta", dijo el viernes el vicepresidente Alvaro García Linera.
El segundo mandatario del país manifestó que, de producirse ese extremo, "se constituirá en una violación de protocolos, convenciones y de la soberanía de Bolivia, lo que no puede ser permitido".
"Esperamos que no sea así, pero es probable y sería lamentable, mucho más si en la actualidad Bolivia y Estados Unidos tratan de construir relaciones de respeto a la soberanía de los pueblos", puntualizó.
Consultado sobre si agentes de la CIA y de la DEA operarían en Bolivia bajo el manto de la Agencia de Cooperación de Estados Unidos (USAID), García Linera enfatizó "sabemos que algunos organismos de inteligencia y espionaje de Estados Unidos actúan en la clandestinidad".
Reiteró que los organismos de seguridad del Estado realizan los máximos esfuerzos para detectar estas presuntas actividades para denunciarlas e impedirlas.
El presidente de Bolivia, Evo Morales Ayma, declaró en octubre de 2008 persona no grata al entonces embajador de Estados Unidos en la Paz, Philip Goldberg, una vez que los organismos de investigación establecieron que cooperaba con acciones de empresarios, cívicos y políticos opositores que conspiraban para desestabilizar al Gobierno y debilitar la democracia.
Poco tiempo después corrieron la misma suerte los agentes de la DEA por el mismo motivo.
Morales ratificó que la DEA "no volverá a Bolivia" porque, lejos de ayudar en la lucha contra el narcotráfico, ha estado involucrada con hechos delictivos, como una mega fábrica de cocaína en 1986 que recaudaba fondos para fortalecer a los contras de Nicaragua opuestos al Gobierno sandinista.
Poco tiempo después de que fue instalado el Gobierno de Morales, el 22 de enero de 2006, el entonces ministro de las Presidencia, Juan Ramón Quintana, denunció la existencia en pleno palacio de Gobierno de una oficina de la CIA de Estados Unidos con sistemas de escucha telefónica de las autoridades.