Gadafi amaga con guerra prolongada ante ataque aliado
Trípoli, Agencias
El gobernante de Libia, Moamar Gadafi, se comprometió el domingo a librar una "guerra larga" después de que sus fuerzas, defensas antiaéreas y al menos dos bases de aviación fueron atacadas con aviones y misiles por parte de Estados Unidos y Europa.
Las explosiones y el fuego antiaéreo cimbraron a primeras horas del día Trípoli, la capital de Libia, donde a pesar de las acciones aliadas contra las fuerzas de Gadafi éstas bombardearon con fuego de artillería y tanques a los rebeldes que ocupan la ciudad de Misrata.
Un total de 112 misiles crucero fueron disparados durante la noche contra blancos libios desde barcos y submarinos, principalmente estadounidenses y británicos, en lo que se constituye como la mayor campaña militar internacional desde el inicio de la guerra en Irak.
En declaraciones por teléfono a la televisión estatal de Libia, Gadafi dijo que no disminuirá su presión sobre Bengasi y afirmó que el gobierno ha abierto los depósitos de armas a todos los libios, a quienes ya se ha dotado de "armas automáticas, morteros y bombas".
La televisión estatal informó que los partidarios de Gadafi confluían en los aeropuertos para apostarse como escudos humanos en esas instalaciones.
"Nos comprometemos ante ustedes a una guerra larga", manifestó Gadafi. El líder libio dijo que esta campaña contará con "paciencia ilimitada y fe profunda".
La ofensiva aérea internacional tiene lugar después de que las fuerzas de Gadafi, superiores en armamento y fuego, amenazaron con aplastar una revuelta emprendida hace un mes. Manifestantes y rebeldes exigen el fin del régimen de Gadafi, el cual ha durado 41 años.
La televisión estatal afirmó que 48 personas murieron en los ataques con misiles y aviones de Estados Unidos y Europa.
La acción estuvo dirigida contra una de las principales bases aéreas de Libia, ubicada en las afueras de Trípoli, dijo la oposición.
Afirmó que también fue atacado un complejo de la fuerza aérea afuera de Misrata, la última ciudad en poder de los rebeldes en el oeste de Libia. Las fuerzas de Gadafi tenían sitiada a Misrata desde la semana pasada.
Las fuerzas del régimen bombardeaban Misrata desde el complejo, el cual tiene una base aérea y una academia militar.
A pesar de los ataques, las fuerzas de Gadafi reanudaron sus acciones contra Misrata el domingo, poco después de que llegó la luz del día, dijo el activista libio Fathi al-Warfali, quien se encuentra en Suiza.
"Misrata es la única ciudad en el oeste de Libia que no controla Gadafi. Hace lo más que puede para cambiar esta posición", dijo al-Warfali a The Associated Press. El activista agregó que mantiene contacto con residentes de la ciudad.
En Bengasi, bastión rebelde, la gente consideró oportunos los ataques con misiles y aviones de Estados Unidos y Europa. Bengasi fue la primera ciudad de la que se apoderaron los rebeldes desde el inicio de la revuelta el 15 de febrero.
Tanques y efectivos del gobierno libio habían alcanzado el sábado el perímetro de la ciudad en el este de Libia en medio de feroces enfrentamientos que dejaron poco más de 120 personas muertas, dijo Gibreil Hewadi, miembro del comité de salud rebelde en Bengasi.
Entre los muertos figuran rebeldes y civiles, incluidos mujeres y niños.
El domingo, la tranquilidad prevalecía en la ciudad. Como parte de la ofensiva internacional, aviones de combate franceses atacaron a sus objetivos libios en la zona de Bengasi.
"Sólo era cuestión de minutos para que las fuerzas de Gadafi hubiera ingresado en Bengasi", dijo Akram Abdul Wahab, de 20 años y quien es carnicero de oficio en la ciudad.
Las fuerzas armadas de Estados Unidos dijeron que el ataque con misiles y aviones estuvieron dirigidos contra más de 20 blancos en costas con la intención de permitir patrullas aéreas e impedir acciones de la fuerza aérea de Libia.
Varios cazas franceses fueron los primeros en abrir fuego y atacaron a las fuerzas de Gadafi en la región oriental, en apoyo a los rebeldes que dominan la zona, mientras los cazas británicos también bombardearon lugares del país norafricano.
El presidente estadounidense Barack Obama dijo que la acción militar no era su primera opción y reiteró que no enviaría fuerzas terrestres de Estados Unidos.
El gobernante de Libia, Moamar Gadafi, se comprometió el domingo a librar una "guerra larga" después de que sus fuerzas, defensas antiaéreas y al menos dos bases de aviación fueron atacadas con aviones y misiles por parte de Estados Unidos y Europa.
Las explosiones y el fuego antiaéreo cimbraron a primeras horas del día Trípoli, la capital de Libia, donde a pesar de las acciones aliadas contra las fuerzas de Gadafi éstas bombardearon con fuego de artillería y tanques a los rebeldes que ocupan la ciudad de Misrata.
Un total de 112 misiles crucero fueron disparados durante la noche contra blancos libios desde barcos y submarinos, principalmente estadounidenses y británicos, en lo que se constituye como la mayor campaña militar internacional desde el inicio de la guerra en Irak.
En declaraciones por teléfono a la televisión estatal de Libia, Gadafi dijo que no disminuirá su presión sobre Bengasi y afirmó que el gobierno ha abierto los depósitos de armas a todos los libios, a quienes ya se ha dotado de "armas automáticas, morteros y bombas".
La televisión estatal informó que los partidarios de Gadafi confluían en los aeropuertos para apostarse como escudos humanos en esas instalaciones.
"Nos comprometemos ante ustedes a una guerra larga", manifestó Gadafi. El líder libio dijo que esta campaña contará con "paciencia ilimitada y fe profunda".
La ofensiva aérea internacional tiene lugar después de que las fuerzas de Gadafi, superiores en armamento y fuego, amenazaron con aplastar una revuelta emprendida hace un mes. Manifestantes y rebeldes exigen el fin del régimen de Gadafi, el cual ha durado 41 años.
La televisión estatal afirmó que 48 personas murieron en los ataques con misiles y aviones de Estados Unidos y Europa.
La acción estuvo dirigida contra una de las principales bases aéreas de Libia, ubicada en las afueras de Trípoli, dijo la oposición.
Afirmó que también fue atacado un complejo de la fuerza aérea afuera de Misrata, la última ciudad en poder de los rebeldes en el oeste de Libia. Las fuerzas de Gadafi tenían sitiada a Misrata desde la semana pasada.
Las fuerzas del régimen bombardeaban Misrata desde el complejo, el cual tiene una base aérea y una academia militar.
A pesar de los ataques, las fuerzas de Gadafi reanudaron sus acciones contra Misrata el domingo, poco después de que llegó la luz del día, dijo el activista libio Fathi al-Warfali, quien se encuentra en Suiza.
"Misrata es la única ciudad en el oeste de Libia que no controla Gadafi. Hace lo más que puede para cambiar esta posición", dijo al-Warfali a The Associated Press. El activista agregó que mantiene contacto con residentes de la ciudad.
En Bengasi, bastión rebelde, la gente consideró oportunos los ataques con misiles y aviones de Estados Unidos y Europa. Bengasi fue la primera ciudad de la que se apoderaron los rebeldes desde el inicio de la revuelta el 15 de febrero.
Tanques y efectivos del gobierno libio habían alcanzado el sábado el perímetro de la ciudad en el este de Libia en medio de feroces enfrentamientos que dejaron poco más de 120 personas muertas, dijo Gibreil Hewadi, miembro del comité de salud rebelde en Bengasi.
Entre los muertos figuran rebeldes y civiles, incluidos mujeres y niños.
El domingo, la tranquilidad prevalecía en la ciudad. Como parte de la ofensiva internacional, aviones de combate franceses atacaron a sus objetivos libios en la zona de Bengasi.
"Sólo era cuestión de minutos para que las fuerzas de Gadafi hubiera ingresado en Bengasi", dijo Akram Abdul Wahab, de 20 años y quien es carnicero de oficio en la ciudad.
Las fuerzas armadas de Estados Unidos dijeron que el ataque con misiles y aviones estuvieron dirigidos contra más de 20 blancos en costas con la intención de permitir patrullas aéreas e impedir acciones de la fuerza aérea de Libia.
Varios cazas franceses fueron los primeros en abrir fuego y atacaron a las fuerzas de Gadafi en la región oriental, en apoyo a los rebeldes que dominan la zona, mientras los cazas británicos también bombardearon lugares del país norafricano.
El presidente estadounidense Barack Obama dijo que la acción militar no era su primera opción y reiteró que no enviaría fuerzas terrestres de Estados Unidos.