Egipto anuncia elecciones presidenciales para noviembre
El Cairo, Agencias
Los gobernantes militares egipcios dijeron el miércoles que la primera elección presidencial desde el derrocamiento de Hosni Mubarak se efectuará en noviembre, con lo que los grupos políticos emergentes tendrán unos ocho meses para organizarse.
El anuncio se produce 10 días después que los votantes egipcios aprobaron por abrumadora mayoría una serie de enmiendas constitucionales, pero muchos críticos creen que el corto período hasta las elecciones dará una ventaja significativa a las fuerzas políticas más organizadas en la nación.
Específicamente, tendrían ventaja la la Hermandad Musulmana y miembros del antiguo partido gobernante, en vez de las nuevas fuerzas políticas involucradas en la rebelión, sobre todo entre los jóvenes.
La noticia sobreviene en momentos en que los militares anunciaron una nueva constitución interina de 62 artículos para reemplazar la suspendida tras la caída del régimen de Mubarak el 11 de febrero, en un levantamiento popular. Al dar fecha para las elecciones parlamentarias y presidenciales, el ejército cumplió con su promesa de transferir rápidamente el poder a una autoridad civil democrática.
Los comicios presidenciales se realizarán uno o dos meses después de las elecciones parlamentarias, dijeron los militares.
Muchos aspirantes a la presidencia ya han anunciado sus planes, incluso el Premio Nobel Mohamed ElBaradei, el jefe de la Liga Arabe Amr Musa y el político izquierdista de oposición Jamdin Sabahi. La Hermandad Musulmana, el grupo más organizado del país, dijo que no presentará un candidato en las elecciones presidenciales.
La constitución interina estipula la creación de un comité de cien expertos legales, académicos, políticos y profesionales a ser elegidos por el nuevo parlamento para elaborar una constitución, que después debería ser aprobada en un plebiscito.
Pese a las demandas de muchos de los grupos juveniles que impulsaron los 18 días de protestas, el nuevo parlamento mantendrá una cuota del 50% de bancas para "agricultores y trabajadores", un vestigio del pasado socialista de la nación.
Los gobernantes militares egipcios dijeron el miércoles que la primera elección presidencial desde el derrocamiento de Hosni Mubarak se efectuará en noviembre, con lo que los grupos políticos emergentes tendrán unos ocho meses para organizarse.
El anuncio se produce 10 días después que los votantes egipcios aprobaron por abrumadora mayoría una serie de enmiendas constitucionales, pero muchos críticos creen que el corto período hasta las elecciones dará una ventaja significativa a las fuerzas políticas más organizadas en la nación.
Específicamente, tendrían ventaja la la Hermandad Musulmana y miembros del antiguo partido gobernante, en vez de las nuevas fuerzas políticas involucradas en la rebelión, sobre todo entre los jóvenes.
La noticia sobreviene en momentos en que los militares anunciaron una nueva constitución interina de 62 artículos para reemplazar la suspendida tras la caída del régimen de Mubarak el 11 de febrero, en un levantamiento popular. Al dar fecha para las elecciones parlamentarias y presidenciales, el ejército cumplió con su promesa de transferir rápidamente el poder a una autoridad civil democrática.
Los comicios presidenciales se realizarán uno o dos meses después de las elecciones parlamentarias, dijeron los militares.
Muchos aspirantes a la presidencia ya han anunciado sus planes, incluso el Premio Nobel Mohamed ElBaradei, el jefe de la Liga Arabe Amr Musa y el político izquierdista de oposición Jamdin Sabahi. La Hermandad Musulmana, el grupo más organizado del país, dijo que no presentará un candidato en las elecciones presidenciales.
La constitución interina estipula la creación de un comité de cien expertos legales, académicos, políticos y profesionales a ser elegidos por el nuevo parlamento para elaborar una constitución, que después debería ser aprobada en un plebiscito.
Pese a las demandas de muchos de los grupos juveniles que impulsaron los 18 días de protestas, el nuevo parlamento mantendrá una cuota del 50% de bancas para "agricultores y trabajadores", un vestigio del pasado socialista de la nación.