Crisis política aguda en Portugal en plena tormenta financiera
Lisboa, Agencias
Portugal tuvo que subir los tipos de interés para captar este miércoles mil millones de euros de deuda, un día después de que la agencia Moody's rebajara dos peldaños la nota soberana del país, inmerso en una crisis política que podría desembocar en elecciones anticipadas.
Una crisis que pone en entredicho los esfuerzos del Gobierno para enderezar las cuentas públicas y evitar la ayuda exterior. Aplaudidas por Bruselas, las nuevas medidas de ajuste anunciadas el viernes por el primer ministro, el socialista José Sócrates, para "garantizar" la reducción del déficit fueron rechazadas unánimemente por la oposición, con lo cual su aplicación queda hipotecada.
"Se acabó, no puede continuar", afirmó el martes por la noche Pedro Passos Coelho, jefe del centroderechista Partido Socialdemócrata (PSD), el principal de la oposición, que había permitido al Gobierno socialista votar las anteriores medidas de ajuste para llevar el déficit al 4,6% del PIB en 2011 y a 3% en 2012.
Frente a la probabilidad de un rechazo de su programa de austeridad (el cuarto en menos de un año), Sócrates advirtió de que dimitiría, ya que se niega a presentarse con las manos vacías ante sus socios europeos.
"Hay algo que no haré nunca: ir a una cumbre europea sin poder comprometerme", dijo el martes por la noche, y precisó que su Gobierno tiene la intención de someter el nuevo programa de estabilidad y de crecimiento al Parlamento antes de la próxima cumbre del 24 y 25 de marzo.
"Si el Parlamento vota en contra, el Gobierno no tendrá manera de actuar y habrá que dar la palabra al pueblo", declaró Sócrates a la televisión Sic. Y, acto seguido, avisó que una crisis política impondría el recurso a un plan de rescate, a imagen y semejanza de Grecia y de Irlanda, lo que tendría "un coste gravísimo para el país", dijo.
El miércoles, el ministro de Economía, Fernando Teixeira dos Santos, metió el dedo en la llaga, al afirmar que un rechazo del programa de estabilidad "tendría como consecuencia inevitable empujar al país hacia la ayuda exterior".
Al comienzo de la semana, Portugal parecía haber conseguido un respiro en los mercados financieros, gracias a los efectos positivos de la cumbre de Bruselas del viernes y la adopción de varias medidas que permitan evitar nuevas crisis de la deuda soberana en Europa.
Pese a estos avances, la agencia Moody's decidió el martes rebajar dos peldaños la nota de la deuda de Portugal a "A3", con perspectiva negativa, debido, según ella, a una coyuntura económica incierta frente al ambicioso programa de ajuste del Gobierno.
Moody's advirtió que si Lisboa quería evitar un nuevo descenso, los objetivos de recorte del déficit presupuestario debían ser "compartidos por los dos grandes partidos políticos".
Aunque esperada, esta degradación avivó la inquietud en los mercados, provocando una subida inmediata de los tipos de interés portugueses. Este miércoles, Portugal consiguió colocar, como estaba previsto, mil millones de euros de deuda a corto plazo pero a intereses más altos, al 4,331%, frente al 4,057% de hace sólo dos semanas.
"Estas tasas son evidentemente insostenibles a largo plazo", reaccionó el ministro de Finanzas, que destacó "el coste de la incertidumbre política que afecta a la confianza de los mercados". El ministro llamó a la oposición a dar muestras de "responsabilidad", como ya había hecho la víspera el primer ministro, dispuesto a negociar sus "propuestas de medidas".
En caso de elecciones anticipadas, Sócrates aseguró que volverá a presentarse como candidato. Según un sondeo de finales de febrero, el PSD ganaría las legislativas sin mayoría absoluta, con el 36,9% de intención de voto frente al 30,6% del PS.
Portugal tuvo que subir los tipos de interés para captar este miércoles mil millones de euros de deuda, un día después de que la agencia Moody's rebajara dos peldaños la nota soberana del país, inmerso en una crisis política que podría desembocar en elecciones anticipadas.
Una crisis que pone en entredicho los esfuerzos del Gobierno para enderezar las cuentas públicas y evitar la ayuda exterior. Aplaudidas por Bruselas, las nuevas medidas de ajuste anunciadas el viernes por el primer ministro, el socialista José Sócrates, para "garantizar" la reducción del déficit fueron rechazadas unánimemente por la oposición, con lo cual su aplicación queda hipotecada.
"Se acabó, no puede continuar", afirmó el martes por la noche Pedro Passos Coelho, jefe del centroderechista Partido Socialdemócrata (PSD), el principal de la oposición, que había permitido al Gobierno socialista votar las anteriores medidas de ajuste para llevar el déficit al 4,6% del PIB en 2011 y a 3% en 2012.
Frente a la probabilidad de un rechazo de su programa de austeridad (el cuarto en menos de un año), Sócrates advirtió de que dimitiría, ya que se niega a presentarse con las manos vacías ante sus socios europeos.
"Hay algo que no haré nunca: ir a una cumbre europea sin poder comprometerme", dijo el martes por la noche, y precisó que su Gobierno tiene la intención de someter el nuevo programa de estabilidad y de crecimiento al Parlamento antes de la próxima cumbre del 24 y 25 de marzo.
"Si el Parlamento vota en contra, el Gobierno no tendrá manera de actuar y habrá que dar la palabra al pueblo", declaró Sócrates a la televisión Sic. Y, acto seguido, avisó que una crisis política impondría el recurso a un plan de rescate, a imagen y semejanza de Grecia y de Irlanda, lo que tendría "un coste gravísimo para el país", dijo.
El miércoles, el ministro de Economía, Fernando Teixeira dos Santos, metió el dedo en la llaga, al afirmar que un rechazo del programa de estabilidad "tendría como consecuencia inevitable empujar al país hacia la ayuda exterior".
Al comienzo de la semana, Portugal parecía haber conseguido un respiro en los mercados financieros, gracias a los efectos positivos de la cumbre de Bruselas del viernes y la adopción de varias medidas que permitan evitar nuevas crisis de la deuda soberana en Europa.
Pese a estos avances, la agencia Moody's decidió el martes rebajar dos peldaños la nota de la deuda de Portugal a "A3", con perspectiva negativa, debido, según ella, a una coyuntura económica incierta frente al ambicioso programa de ajuste del Gobierno.
Moody's advirtió que si Lisboa quería evitar un nuevo descenso, los objetivos de recorte del déficit presupuestario debían ser "compartidos por los dos grandes partidos políticos".
Aunque esperada, esta degradación avivó la inquietud en los mercados, provocando una subida inmediata de los tipos de interés portugueses. Este miércoles, Portugal consiguió colocar, como estaba previsto, mil millones de euros de deuda a corto plazo pero a intereses más altos, al 4,331%, frente al 4,057% de hace sólo dos semanas.
"Estas tasas son evidentemente insostenibles a largo plazo", reaccionó el ministro de Finanzas, que destacó "el coste de la incertidumbre política que afecta a la confianza de los mercados". El ministro llamó a la oposición a dar muestras de "responsabilidad", como ya había hecho la víspera el primer ministro, dispuesto a negociar sus "propuestas de medidas".
En caso de elecciones anticipadas, Sócrates aseguró que volverá a presentarse como candidato. Según un sondeo de finales de febrero, el PSD ganaría las legislativas sin mayoría absoluta, con el 36,9% de intención de voto frente al 30,6% del PS.