Carter pide a EEUU levantar embargo y a Cuba liberar a contratista
La Habana, Agencias
El ex presidente estadounidense Jimmy Carter pidió este miércoles a Cuba libertades civiles y excarcelar al contratista Alan Gross, y a Estados Unidos levantar el embargo y sacar a la isla de la lista de países que apoyan el terrorismo, para poner fin al conflicto bilateral de medio siglo.
"Hay muchas cosas que pueden hacerse entre los dos países para que mejoren las relaciones", dijo en rueda de prensa Carter, poco antes de ser despedido en al aeropuerto por el presidente Raúl Castro, con quien se reunió dos veces durante su visita de tres días a la isla.
Carter, quien también se reunió con Fidel Castro, pidió a Washington eliminar el embargo vigente desde 1962, "sacar a Cuba de la lista de países" que patrocinan el terrorismo, y liberar a cinco agentes cubanos presos en Estados Unidos desde 1998, condenados bajo cargos de espionaje.
A su vez, Carter reclamó a La Habana liberar a Gross y abrirse a "una completa libertad para que todos los cubanos puedan expresarse, reunirse, y viajen según las normas internacionales de derechos humanos".
El ex presidente, de 86 años, visitó este miércoles a Gross, arrestado en diciembre de 2009 y condenado a 15 años de cárcel, acusado de desarrollar una red informática oculta con el fin de desestabilizar al gobierno comunista.
"Creo que debe ser liberado porque es inocente", expresó Carter, al destacar que espera la posibilidad "de un indulto o una liberación por motivos humanitarios" del contratista de 61 años, a quien describió con "buen ánimo" pese a que perdió "como 40 kilos de peso".
Estados Unidos reconoce a Gross como empleado de una empresa subcontratada por la Agencia para el Desarrollo Internacional (USAID) del Departamento de Estado, pero afirma que sólo daba celulares y equipos a grupos judíos.
Carter, quien se reunió también con líderes de la comunidad judía, insistió en que su misión no era "llevarse a casa" a Gross "ni coordinar ningún" canje por los agentes cubanos, sino acercar a los dos países, sin nexos diplomáticas desde 1961.
Washington mostró este miércoles su decepción porque Cuba no haya liberado a Gross durante la visita. "Estamos decepcionados de que él (Carter) no regresara con Gross", dijo el portavoz del Departamento de Estado, Mark Toner.
Raúl Castro reiteró al ex mandatario la "disposición" de su gobierno a dialogar con Estados Unidos, pero en "igualdad", "sin condiciones" y con "absoluto respeto" a Cuba.
"Hemos esperado años y estamos dispuestos a esperar otros tantos años, yo lo veré desde otro lugar, pero estoy seguro que será así", dijo el gobernante en el aeropuerto al referirse a la solución del diferendo.
El caso de Gross acabó con un tímido acercamiento con el gobierno de Barack Obama, que afirma que no habrá avance en la relación bilateral mientras Gross esté preso y La Habana siga "coartando" libertades.
El ex mandatario también se reunió con una veintena de opositores, entre ellos 10 ex presos políticos, quienes le expusieron su visión de la realidad en Cuba.
"Espero que en el futuro algunas de sus quejas reciban una respuesta por parte del gobierno", afirmó Carter, quien también se reunió con el cardenal Jaime Ortega, cuya mediación logró la liberación de un centenar de presos.
Yoani Sánchez, férrea crítica del gobierno desde su blog "Generación Y", dijo haberle hablado de la necesidad de libertad de expresión y de internet para los cubanos.
Carter destacó que en su gobierno (1977-1981) buscó normalizar las relaciones, se abrieron oficinas de intereses en ambos países y levantó la prohibición que tienen los norteamericanos de viajar a Cuba, restablecida luego por Ronald Reagan.
Su visita fue la segunda a la isla, luego de que en 2002 fue recibido por Fidel Castro, ahora de 84 años y retirado del gobierno desde 2006, y con quien -dijo- tuvo este miércoles un encuentro de "buenos amigos".
Estuvo en Cuba en vísperas del 50 aniversario de la derrota de la invasión anticastrista de Bahía de Cochinos financiada por la CIA, y del Congreso del Partido Comunista (PCC), que debe refrendar reformas económicas de Raúl Castro.
El ex presidente estadounidense Jimmy Carter pidió este miércoles a Cuba libertades civiles y excarcelar al contratista Alan Gross, y a Estados Unidos levantar el embargo y sacar a la isla de la lista de países que apoyan el terrorismo, para poner fin al conflicto bilateral de medio siglo.
"Hay muchas cosas que pueden hacerse entre los dos países para que mejoren las relaciones", dijo en rueda de prensa Carter, poco antes de ser despedido en al aeropuerto por el presidente Raúl Castro, con quien se reunió dos veces durante su visita de tres días a la isla.
Carter, quien también se reunió con Fidel Castro, pidió a Washington eliminar el embargo vigente desde 1962, "sacar a Cuba de la lista de países" que patrocinan el terrorismo, y liberar a cinco agentes cubanos presos en Estados Unidos desde 1998, condenados bajo cargos de espionaje.
A su vez, Carter reclamó a La Habana liberar a Gross y abrirse a "una completa libertad para que todos los cubanos puedan expresarse, reunirse, y viajen según las normas internacionales de derechos humanos".
El ex presidente, de 86 años, visitó este miércoles a Gross, arrestado en diciembre de 2009 y condenado a 15 años de cárcel, acusado de desarrollar una red informática oculta con el fin de desestabilizar al gobierno comunista.
"Creo que debe ser liberado porque es inocente", expresó Carter, al destacar que espera la posibilidad "de un indulto o una liberación por motivos humanitarios" del contratista de 61 años, a quien describió con "buen ánimo" pese a que perdió "como 40 kilos de peso".
Estados Unidos reconoce a Gross como empleado de una empresa subcontratada por la Agencia para el Desarrollo Internacional (USAID) del Departamento de Estado, pero afirma que sólo daba celulares y equipos a grupos judíos.
Carter, quien se reunió también con líderes de la comunidad judía, insistió en que su misión no era "llevarse a casa" a Gross "ni coordinar ningún" canje por los agentes cubanos, sino acercar a los dos países, sin nexos diplomáticas desde 1961.
Washington mostró este miércoles su decepción porque Cuba no haya liberado a Gross durante la visita. "Estamos decepcionados de que él (Carter) no regresara con Gross", dijo el portavoz del Departamento de Estado, Mark Toner.
Raúl Castro reiteró al ex mandatario la "disposición" de su gobierno a dialogar con Estados Unidos, pero en "igualdad", "sin condiciones" y con "absoluto respeto" a Cuba.
"Hemos esperado años y estamos dispuestos a esperar otros tantos años, yo lo veré desde otro lugar, pero estoy seguro que será así", dijo el gobernante en el aeropuerto al referirse a la solución del diferendo.
El caso de Gross acabó con un tímido acercamiento con el gobierno de Barack Obama, que afirma que no habrá avance en la relación bilateral mientras Gross esté preso y La Habana siga "coartando" libertades.
El ex mandatario también se reunió con una veintena de opositores, entre ellos 10 ex presos políticos, quienes le expusieron su visión de la realidad en Cuba.
"Espero que en el futuro algunas de sus quejas reciban una respuesta por parte del gobierno", afirmó Carter, quien también se reunió con el cardenal Jaime Ortega, cuya mediación logró la liberación de un centenar de presos.
Yoani Sánchez, férrea crítica del gobierno desde su blog "Generación Y", dijo haberle hablado de la necesidad de libertad de expresión y de internet para los cubanos.
Carter destacó que en su gobierno (1977-1981) buscó normalizar las relaciones, se abrieron oficinas de intereses en ambos países y levantó la prohibición que tienen los norteamericanos de viajar a Cuba, restablecida luego por Ronald Reagan.
Su visita fue la segunda a la isla, luego de que en 2002 fue recibido por Fidel Castro, ahora de 84 años y retirado del gobierno desde 2006, y con quien -dijo- tuvo este miércoles un encuentro de "buenos amigos".
Estuvo en Cuba en vísperas del 50 aniversario de la derrota de la invasión anticastrista de Bahía de Cochinos financiada por la CIA, y del Congreso del Partido Comunista (PCC), que debe refrendar reformas económicas de Raúl Castro.