Aviación de Gadafi bombardea Ras Lanuf, EEUU bajo presión para intervenir
Trípoli, Agencias
La aviación de Muamar Gadafi bombardeó el lunes Ras Lanuf (este de Libia), desertada por la población despavorida ante el riesgo de una represión brutal como las acaecidas en Ben Jawad y Misrata, donde la ofensiva contra la rebelión dejó decenas de muertos.
Gadafi trata de romper también el cerco diplomático, en momentos en que las voces se alzan en Estados Unidos y entre sus aliados europeos para impedirle bombardear a la población y forzar su salida del poder.
El secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, advirtió que "ataques generalizados y sistemáticos contra poblaciones civiles pueden constituir crímenes contra la humanidad".
Una fuente diplomática en la ONU reveló que Francia y Gran Bretaña estaban elaborando un proyecto de resolución del Consejo de Seguridad para imponer una zona de exclusión aérea en Libia.
La cancillería francesa había asegurado previamente que la Liga Árabe respaldaría una medida de ese tipo.
La Unión Europea también prepara nuevas sanciones financieras, especialmente contra la Autoridad Libia de Inversiones (LIA), un fondo soberano que gestiona los ingresos petroleros y posee participaciones en numerosas empresas europeas.
Gadafi, de 68 años, en el poder desde 1969, acusó a Francia de "injerencia" por haber apoyado al Consejo Nacional instalado por la oposición en Bengasi (la segunda ciudad del país, a 1.000 km al este de Trípoli) para gobernar las "zonas liberadas", en declaraciones a la televisión France 24.
La aviación de Gadafi efectuó varias incursiones en el puerto petrolero de Ras Lanuf, dando lugar a réplicas de las baterías antiaéreas, comprobaron periodistas de la AFP.
En uno de esos bombardeos fue alcanzado un vehículo civil, y hubo un número indeterminado de heridos, indicaron testigos.
La localidad había sido bombardeada dos veces el domingo, en incursiones que no dejaron víctimas.
Los habitantes huyeron a primeras horas del día, por temor de que su ciudad se convirtiera en teatro de enfrentamientos como los que la víspera se produjeron en Ben Jawad, unas decenas de km al oeste.
Los rebeldes habían ocupado el sábado Ben Jawad, camino de Sirte, la ciudad natal de Gadafi, pero las tropas del líder libio recuperaron el domingo la localidad y los obligaron a replegarse al cabo de combates que dejaron al menos 12 muertos y 50 heridos, según fuentes médicas.
"Oímos decir que (los hombres de Gadafi) detienen y secuestran. Tenemos que irnos ya", explicó un hombre que dejaba Ras Lanuf en un automóvil con sus dos hijos pequeños en el asiento de atrás.
En Misrata (tercera urbe del país, entre Trípoli y Sirte), los tanques de Gadafi bombardeaban la ciudad, indicaron el domingo residentes, que advirtieron del riesgo de una "carnicería" sin una intervención de la comunidad internacional.
La represión en Misrata dejó al menos 21 muertos, "en su inmensa mayoría civiles", y 91 heridos, nueve de ellos graves, informaron fuentes médicas.
La ONU solicitó un "acceso urgente" a Misrata, para atender a las víctimas "heridas y moribundas".
En Estados Unidos, la presión aumentó el domingo para que el gobierno del presidente Barack Obama brinde ayuda militar a los insurgentes y neutralice la aviación del coronel Gadafi, ya sea con una zona de exclusión aérea o por la destrucción de las pistas.
El hijo de Gadafi, Saif al Islam, afirmó que Libia corría el riesgo de convertirse en "una Somalia del Mediterráneo", con "piratas ante las costas de Sicilia, de Creta" y con "millones de emigrantes".
Italia aseguró que había establecido contactos "discretos" con el Consejo Nacional, para buscar una solución a la crisis.
Otras iniciativas fueron menos exitosas.
Un "pequeño equipo diplomático" británico que viajó a Bengasi para "entablar contactos con la oposición" dejó el país tras haber sufrido algunas "dificultades", informó el Foreign Office.
La oposición afirmó haberse negado a hablar con los enviados de Londres, a los que retuvo detenidos, al parecer desde el viernes, porque habían entrado ilegalmente en Libia.
Las agencias humanitarias de la ONU lanzaron un llamamiento urgente para recaudar 160 millones de dólares para atender a "191.748 personas (que huyeron) a países vecinos como Túnez, Egipto y Níger".
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, nombró al ex ministro jordano de Relaciones Exteriores, Abdelilá al Jatib al frente de una misión que deberá entablar "consultas urgentes" con las autoridades libias y hacer una "evaluación" de la situación humanitaria.
La crisis libia y la ola de protestas en Medio Oriente y el norte de Africa seguían presionando al alza el precio del petróleo.
El barril de referencia se negociaba a 106,47 dólares en Nueva York, en alza de 2,05 dólares respecto al cierre del viernes.
El Brent del mar del Norte subía 59 centavos a 116,56 dólares.
La aviación de Muamar Gadafi bombardeó el lunes Ras Lanuf (este de Libia), desertada por la población despavorida ante el riesgo de una represión brutal como las acaecidas en Ben Jawad y Misrata, donde la ofensiva contra la rebelión dejó decenas de muertos.
Gadafi trata de romper también el cerco diplomático, en momentos en que las voces se alzan en Estados Unidos y entre sus aliados europeos para impedirle bombardear a la población y forzar su salida del poder.
El secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, advirtió que "ataques generalizados y sistemáticos contra poblaciones civiles pueden constituir crímenes contra la humanidad".
Una fuente diplomática en la ONU reveló que Francia y Gran Bretaña estaban elaborando un proyecto de resolución del Consejo de Seguridad para imponer una zona de exclusión aérea en Libia.
La cancillería francesa había asegurado previamente que la Liga Árabe respaldaría una medida de ese tipo.
La Unión Europea también prepara nuevas sanciones financieras, especialmente contra la Autoridad Libia de Inversiones (LIA), un fondo soberano que gestiona los ingresos petroleros y posee participaciones en numerosas empresas europeas.
Gadafi, de 68 años, en el poder desde 1969, acusó a Francia de "injerencia" por haber apoyado al Consejo Nacional instalado por la oposición en Bengasi (la segunda ciudad del país, a 1.000 km al este de Trípoli) para gobernar las "zonas liberadas", en declaraciones a la televisión France 24.
La aviación de Gadafi efectuó varias incursiones en el puerto petrolero de Ras Lanuf, dando lugar a réplicas de las baterías antiaéreas, comprobaron periodistas de la AFP.
En uno de esos bombardeos fue alcanzado un vehículo civil, y hubo un número indeterminado de heridos, indicaron testigos.
La localidad había sido bombardeada dos veces el domingo, en incursiones que no dejaron víctimas.
Los habitantes huyeron a primeras horas del día, por temor de que su ciudad se convirtiera en teatro de enfrentamientos como los que la víspera se produjeron en Ben Jawad, unas decenas de km al oeste.
Los rebeldes habían ocupado el sábado Ben Jawad, camino de Sirte, la ciudad natal de Gadafi, pero las tropas del líder libio recuperaron el domingo la localidad y los obligaron a replegarse al cabo de combates que dejaron al menos 12 muertos y 50 heridos, según fuentes médicas.
"Oímos decir que (los hombres de Gadafi) detienen y secuestran. Tenemos que irnos ya", explicó un hombre que dejaba Ras Lanuf en un automóvil con sus dos hijos pequeños en el asiento de atrás.
En Misrata (tercera urbe del país, entre Trípoli y Sirte), los tanques de Gadafi bombardeaban la ciudad, indicaron el domingo residentes, que advirtieron del riesgo de una "carnicería" sin una intervención de la comunidad internacional.
La represión en Misrata dejó al menos 21 muertos, "en su inmensa mayoría civiles", y 91 heridos, nueve de ellos graves, informaron fuentes médicas.
La ONU solicitó un "acceso urgente" a Misrata, para atender a las víctimas "heridas y moribundas".
En Estados Unidos, la presión aumentó el domingo para que el gobierno del presidente Barack Obama brinde ayuda militar a los insurgentes y neutralice la aviación del coronel Gadafi, ya sea con una zona de exclusión aérea o por la destrucción de las pistas.
El hijo de Gadafi, Saif al Islam, afirmó que Libia corría el riesgo de convertirse en "una Somalia del Mediterráneo", con "piratas ante las costas de Sicilia, de Creta" y con "millones de emigrantes".
Italia aseguró que había establecido contactos "discretos" con el Consejo Nacional, para buscar una solución a la crisis.
Otras iniciativas fueron menos exitosas.
Un "pequeño equipo diplomático" británico que viajó a Bengasi para "entablar contactos con la oposición" dejó el país tras haber sufrido algunas "dificultades", informó el Foreign Office.
La oposición afirmó haberse negado a hablar con los enviados de Londres, a los que retuvo detenidos, al parecer desde el viernes, porque habían entrado ilegalmente en Libia.
Las agencias humanitarias de la ONU lanzaron un llamamiento urgente para recaudar 160 millones de dólares para atender a "191.748 personas (que huyeron) a países vecinos como Túnez, Egipto y Níger".
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, nombró al ex ministro jordano de Relaciones Exteriores, Abdelilá al Jatib al frente de una misión que deberá entablar "consultas urgentes" con las autoridades libias y hacer una "evaluación" de la situación humanitaria.
La crisis libia y la ola de protestas en Medio Oriente y el norte de Africa seguían presionando al alza el precio del petróleo.
El barril de referencia se negociaba a 106,47 dólares en Nueva York, en alza de 2,05 dólares respecto al cierre del viernes.
El Brent del mar del Norte subía 59 centavos a 116,56 dólares.