Aunque en apuros, las tropas de Gadafi aún pueden recuperar la iniciativa
Trípoli, Agencias
Los rebeldes libios, apoyados por los bombardeos de la coalición internacional, lograron importantes victorias en los últimos días y se acercan a Sirte, pero nadie puede asegurar que las tropas de elite de Muamar Gadafi sean incapaces de recuperar la iniciativa estratégica.
El régimen dispone de "batallones perfectamente bien formados, utilizados ya sea para lanzar contraataques tácticos, o para replegarse hacia Trípoli, donde podrían organizar líneas de defensa", explican fuentes especializadas en París.
Después de dos días de marcha forzada hacia el oeste y los centros de poder, el avance de los rebeldes fue detenido el lunes por las fuerzas de Gadafi, a una decena de kilómetros al este de Sirte (600 kilómetros de Trípoli por la única ruta de la costa).
Entre las unidades leales "en condiciones de combatir, con un mando, bien organizadas y equipadas" figura la 32ª brigada bajo comandancia de Jamis Gadafi, uno de los hijos del "guía de la revolución".
Estaría dispuesta a "defender el régimen hasta el fin", agregó la misma fuente.
En vísperas del inicio de las hostilidades, esta brigada disponía del mejor material de las fuerzas libias, de fabricación rusa, o más bien soviética, aunque un tanto anticuado.
A mediados de los años 2000, después de haber recuperado la simpatía de los occidentales, el régimen libio trató de modernizar sus fuerzas armadas con sus ahora enemigos francés, estadounidense y británico.
Los cables de la embajada estadounidense en Trípoli publicados por Wikileaks relatan en detalle dichas tentativas.
Uno de ellos, con fecha del 14 de diciembre de 2009 y que lleva la mención "secreto", menciona el interés de Seif Al Islam, el hijo menor de Gadafi, por los helicópteros Little Bird, que el ejército estadounidense utiliza para sus operaciones especiales, o el misil de crucero francés Scalp que llevan los aviones Rafale.
"Francia, si bien está dispuesta a vender su avión Rafale a Libia, no quiere vender su misil Scalp, considerado como 'demasiado sensible'", precisaba un despacho diplomático.
La ironía de la historia es que estos mismos Rafale equipados con misiles Scalpson son utilizados ahora contra las instalaciones militares del coronel Gadafi.
El resto de las fuerzas del coronel Gadafi, las tropas "regulares", es particularmente vulnerable: la aviación está clavada al suelo por la "zona de exclusión aérea" decretada por la ONU y la marina es incapaz de zarpar de los puertos.
"Por temor a un golpe de Estado, Gadafi siempre se esmeró por dividir" las filas de este ejército "particularmente débil", escribió la revista de defensa británica Jane's Intelligence en su edición de abril.
Según esta publicación de referencia, el ejército libio contaría con 25.000 hombres, a los cuales podrían agregarse otros tantos reservistas. "Conscriptos que tenían esencialmente misiones de control de las fronteras", precisó una fuente francesa.
El régimen de Gadafi se apoyaría también sobre varios miles de mercenarios, sobre todo africanos. Serían entre 3.000 y 4.000 según una fuente cercana a los medios oficiales libios, citada por el New York Times.
"Los mercenarios no tendrán ganas de morir por un régimen que saben condenado", observo Dominique Moisi, consejero especial del Instituto Francés de Relaciones Internacionales (IFRI) que sigue siendo optimista sobre las posibilidades de victoria de la coalición y de la rebelión.
"El régimen es mucho más frágil que lo que se dice", afirmó.
Los rebeldes libios, apoyados por los bombardeos de la coalición internacional, lograron importantes victorias en los últimos días y se acercan a Sirte, pero nadie puede asegurar que las tropas de elite de Muamar Gadafi sean incapaces de recuperar la iniciativa estratégica.
El régimen dispone de "batallones perfectamente bien formados, utilizados ya sea para lanzar contraataques tácticos, o para replegarse hacia Trípoli, donde podrían organizar líneas de defensa", explican fuentes especializadas en París.
Después de dos días de marcha forzada hacia el oeste y los centros de poder, el avance de los rebeldes fue detenido el lunes por las fuerzas de Gadafi, a una decena de kilómetros al este de Sirte (600 kilómetros de Trípoli por la única ruta de la costa).
Entre las unidades leales "en condiciones de combatir, con un mando, bien organizadas y equipadas" figura la 32ª brigada bajo comandancia de Jamis Gadafi, uno de los hijos del "guía de la revolución".
Estaría dispuesta a "defender el régimen hasta el fin", agregó la misma fuente.
En vísperas del inicio de las hostilidades, esta brigada disponía del mejor material de las fuerzas libias, de fabricación rusa, o más bien soviética, aunque un tanto anticuado.
A mediados de los años 2000, después de haber recuperado la simpatía de los occidentales, el régimen libio trató de modernizar sus fuerzas armadas con sus ahora enemigos francés, estadounidense y británico.
Los cables de la embajada estadounidense en Trípoli publicados por Wikileaks relatan en detalle dichas tentativas.
Uno de ellos, con fecha del 14 de diciembre de 2009 y que lleva la mención "secreto", menciona el interés de Seif Al Islam, el hijo menor de Gadafi, por los helicópteros Little Bird, que el ejército estadounidense utiliza para sus operaciones especiales, o el misil de crucero francés Scalp que llevan los aviones Rafale.
"Francia, si bien está dispuesta a vender su avión Rafale a Libia, no quiere vender su misil Scalp, considerado como 'demasiado sensible'", precisaba un despacho diplomático.
La ironía de la historia es que estos mismos Rafale equipados con misiles Scalpson son utilizados ahora contra las instalaciones militares del coronel Gadafi.
El resto de las fuerzas del coronel Gadafi, las tropas "regulares", es particularmente vulnerable: la aviación está clavada al suelo por la "zona de exclusión aérea" decretada por la ONU y la marina es incapaz de zarpar de los puertos.
"Por temor a un golpe de Estado, Gadafi siempre se esmeró por dividir" las filas de este ejército "particularmente débil", escribió la revista de defensa británica Jane's Intelligence en su edición de abril.
Según esta publicación de referencia, el ejército libio contaría con 25.000 hombres, a los cuales podrían agregarse otros tantos reservistas. "Conscriptos que tenían esencialmente misiones de control de las fronteras", precisó una fuente francesa.
El régimen de Gadafi se apoyaría también sobre varios miles de mercenarios, sobre todo africanos. Serían entre 3.000 y 4.000 según una fuente cercana a los medios oficiales libios, citada por el New York Times.
"Los mercenarios no tendrán ganas de morir por un régimen que saben condenado", observo Dominique Moisi, consejero especial del Instituto Francés de Relaciones Internacionales (IFRI) que sigue siendo optimista sobre las posibilidades de victoria de la coalición y de la rebelión.
"El régimen es mucho más frágil que lo que se dice", afirmó.