Aumenta el nivel de alerta nuclear en Japón
El anuncio deja a la crisis desatada en la central dos niveles por debajo del desastre en la central nuclear ucraniana de Chernobyl, ocurrido en 1986.
El director del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), Yukiya Amano, pidió este viernes al gobierno japonés más información sobre la crisis en la planta de Fukushima Daiichi.
Mientras tanto en el terreno, decenas de ingenieros tratan de restablecer el fluido eléctrico en la central nuclear para que los sistemas de refrigeración vuelvan a funcionar.
Los trabajadores llevan cables de electricidad hacia las bombas de agua para que, al reactivarse, puedan verter agua sobre los reactores y así comenzar el enfriamiento de los mismos.
Uno de los gerentes del complejo de Fukushima dijo que esta conexión eléctrica de emergencia es el primer paso hacia la recuperación de la instalación atómica.
El objetivo es detener el sobrecalentamiento de las barras de combustible en los reactores de la planta, situación que podría llevar a una fusión generalizada del núcleo de los mismos y a emisiones catastróficas de radiación.
Funcionarios japoneses dicen que esperan que la energía en al menos dos de los reactores quede plenamente restablecida este viernes.
Sin embargo, aún si los ingenieros logran restablecer la electricidad, no hay garantía de que las bombas de agua funcionen, pues podrían haber resultado dañadas en el terremoto o el tsunami de hace una semana.
Helicópteros
El jueves, helicópteros militares Chinook comenzaron a arrojar toneladas de agua a los reactores para tratar de evitar que las barras de combustibles se fundan.
El enviado especial de la BBC a Japón, Chris Hogg, advirtió que los helicópteros pueden llevar cantidades enormes de agua, pero que es difícil saber si las descargas se produjeron exactamente sobre los reactores afectados, debido a la presencia de fuertes vientos en la zona.
Expertos en Estados Unidos expresaron el miércoles su alarma por las condiciones en las que se encuentra la planta nuclear.
El presidente de la Comisión Reguladora de la Energía Nuclear de EE.UU., Gregory Jaczko, estimó que toda el agua de la piscina de enfriamiento del reactor 4 se evaporó, lo que dejó expuestas las barras de combustible.
"Creemos que los niveles de radiación son extremadamente altos. Esto podría afectar la capacidad de tomar medidas correctivas", le dijo el funcionario al Congreso estadounidense, durante una interpelación convocada con urgencia.
Jaczko también aseveró que la radiactividad en torno de la central nuclear japonesa puede suponer una "dosis mortal" para las decenas de trabajadores que intentan impedir una catástrofe nuclear.
Para el secretario de Energía de EE.UU., Steven Chu, la situación en Fukushima ya parece más seria que la vivida en su país en 1979, cuando se fundió parcialmente el núcleo de la central de Three Mile Island, en Pensilvania.
Tres reactores dañados
Entretanto la OIEA también dio información preocupante, al confirmar que están dañados los núcleos de los reactores 1, 2 y 3.
Su director general, Yukiya Amano, dijo que "la situación es muy seria", aunque reconoció que ignora con precisión cuál es la situación dentro de los reactores.
La crisis en Fukushima
Según Amano, que adelantó que viajará de Viena a Tokio para recopilar información de primera mano, los núcleos podrían estar hasta dos metros al descubierto.
Aunque el responsable de la OIEA afirmó que la presión continúa normal, lo que "sugiere que siguen en gran parte intactos", otras fuentes en Japón aseguran que la cantidad de líquido se ha reducido en las últimas horas y que se ha incrementado la presión.
Entre los ciudadanos japoneses afectados por el terremoto, el posterior tsunami y ahora la amenaza nuclear crecen las sospechas de que no están recibiendo información transparente del gobierno.
"No confiamos en ellos. Quieren que permanezcamos en calma para que puedan tapar la verdad. Tenemos miedo", le dijo a la BBC una joven madre en Tokio.