Los vuelos no tripulados de la CIA matan a 581 militantes Al Qaeda pero sólo a dos líderes
Washington, Agencias
Los aviones no tripulados de la CIA provocaron la muerte el pasado año de al menos 581 militantes de Al Qaeda en Pakistán, aunque sólo dos incluidos en la lista de los terroristas más buscados de EE.UU., según un estudio independiente publicado hoy en The Washington Post.
El diario indica que a pesar de que las operaciones con aviones no tripulados "Predator" han aumentado sin precedentes durante el Gobierno del presidente Barack Obama, los datos indican que el número de objetivos de militantes de alto rango ha disminuido.
El Centro Nacional de Contraterrorismo, que contabiliza el número de líderes terroristas muertos, indicó que sólo dos terroristas incluidos en la lista de los más buscados murieron el pasado año en esas operaciones.
El centro menciona a Sheik Saeed al-Masri, considerado el número tres de Al Qaeda, y Ahmed Mohamed Hamed Ali, acusado de los atentados en 1998 contra varias embajadas de EE.UU, en Kenia y Tanzania y que fue jefe de operaciones paramilitares de Al Qaeda en Afganistán.
El pasado año la CIA llevó a cabo 118 ataques aéreos no tripulados, que costaron más de 1 millón de dólares cada uno, y estos resultados cuestionan ahora el propósito y los parámetros de esta campaña.
En entrevista con el Post, Peter Bergen, director del centro de estudios New America Foundation, señaló que los datos indican que el 94 por ciento de los muertos son militantes de nivel inferior, algo que "en cierto modo, es una amenaza para Estados Unidos", consideró.
"En esta cuestión se ha puesto muy poca atención desde una perspectiva de derechos humanos. Los asesinatos selectivos son para alcanzar a los líderes, no debe ser una dispensa general", señaló.
La CIA no quiso hacer ningún comentario sobre un programa que se niega a reconocer públicamente.
Sin embargo, un funcionario familiarizado con las operaciones de aviones no tripulados que habló en condición de anonimato aseguró que los ataques han dado un duro golpe a los cabecillas de Al Qaeda y son fundamentales para mantener la seguridad de Estados Unidos.
"Estos esfuerzos han evolucionado porque nuestra inteligencia ha mejorado mucho a lo largo de los años y no sólo somos capaces de identificar altos terroristas, sino también soldados de Al Qaeda que están planeando ataques contra nuestra patria y nuestras tropas en Afganistán", indicó.
"Seríamos negligentes si no persiguiéramos a las personas que tienen sangre estadounidense en sus manos", afirmó el funcionario, que usando una analogía militar agregó: "Si sólo vas por los generales, es muy probable que seas atropellado por los tanques".
Altos funcionarios paquistaníes han pedido recientemente a la Administración Obama que restrinja el programa para matar a objetivos específicos, que durante años ha autorizado en secreto el Gobierno de Islamabad.
Las intervenciones de la CIA están ejecutando a "soldados de a pie", dijo al diario un funcionario de alto rango paquistaní, que indicó que la cuestión se planteó en la reunión que mantuvieron Obama y su homólogo paquistaní, Asif Ali Zardari, el pasado enero en Washington.
El funcionario dijo que Pakistán ha presionado a Estados Unidos para que busque "mejores objetivos" y reduzca el ritmo de estas operaciones.
Los expertos que analizan el impacto que tienen estas campañas en la lucha antiterrorista, que se iniciaron para acabar con los líderes de Al Qaeda ocultos en la frontera entre Afganistán y Pakistán, dudan de la efectividad para alcanzar a los cabecillas.
El "Predator" es un avión no tripulado de alta autonomía que forma parte de un sistema de reconocimiento, espionaje, identificación de blancos y lanzamiento de misiles.
Diseñado originalmente para la CIA como aparato espía equipado con una cámara de televisión, el "Predator" debutó y evolucionó en la campaña afgana, en la que fue equipado con misiles Hellfire, con los que puede destruir el blanco identificado con su cámara.
Los aviones no tripulados de la CIA provocaron la muerte el pasado año de al menos 581 militantes de Al Qaeda en Pakistán, aunque sólo dos incluidos en la lista de los terroristas más buscados de EE.UU., según un estudio independiente publicado hoy en The Washington Post.
El diario indica que a pesar de que las operaciones con aviones no tripulados "Predator" han aumentado sin precedentes durante el Gobierno del presidente Barack Obama, los datos indican que el número de objetivos de militantes de alto rango ha disminuido.
El Centro Nacional de Contraterrorismo, que contabiliza el número de líderes terroristas muertos, indicó que sólo dos terroristas incluidos en la lista de los más buscados murieron el pasado año en esas operaciones.
El centro menciona a Sheik Saeed al-Masri, considerado el número tres de Al Qaeda, y Ahmed Mohamed Hamed Ali, acusado de los atentados en 1998 contra varias embajadas de EE.UU, en Kenia y Tanzania y que fue jefe de operaciones paramilitares de Al Qaeda en Afganistán.
El pasado año la CIA llevó a cabo 118 ataques aéreos no tripulados, que costaron más de 1 millón de dólares cada uno, y estos resultados cuestionan ahora el propósito y los parámetros de esta campaña.
En entrevista con el Post, Peter Bergen, director del centro de estudios New America Foundation, señaló que los datos indican que el 94 por ciento de los muertos son militantes de nivel inferior, algo que "en cierto modo, es una amenaza para Estados Unidos", consideró.
"En esta cuestión se ha puesto muy poca atención desde una perspectiva de derechos humanos. Los asesinatos selectivos son para alcanzar a los líderes, no debe ser una dispensa general", señaló.
La CIA no quiso hacer ningún comentario sobre un programa que se niega a reconocer públicamente.
Sin embargo, un funcionario familiarizado con las operaciones de aviones no tripulados que habló en condición de anonimato aseguró que los ataques han dado un duro golpe a los cabecillas de Al Qaeda y son fundamentales para mantener la seguridad de Estados Unidos.
"Estos esfuerzos han evolucionado porque nuestra inteligencia ha mejorado mucho a lo largo de los años y no sólo somos capaces de identificar altos terroristas, sino también soldados de Al Qaeda que están planeando ataques contra nuestra patria y nuestras tropas en Afganistán", indicó.
"Seríamos negligentes si no persiguiéramos a las personas que tienen sangre estadounidense en sus manos", afirmó el funcionario, que usando una analogía militar agregó: "Si sólo vas por los generales, es muy probable que seas atropellado por los tanques".
Altos funcionarios paquistaníes han pedido recientemente a la Administración Obama que restrinja el programa para matar a objetivos específicos, que durante años ha autorizado en secreto el Gobierno de Islamabad.
Las intervenciones de la CIA están ejecutando a "soldados de a pie", dijo al diario un funcionario de alto rango paquistaní, que indicó que la cuestión se planteó en la reunión que mantuvieron Obama y su homólogo paquistaní, Asif Ali Zardari, el pasado enero en Washington.
El funcionario dijo que Pakistán ha presionado a Estados Unidos para que busque "mejores objetivos" y reduzca el ritmo de estas operaciones.
Los expertos que analizan el impacto que tienen estas campañas en la lucha antiterrorista, que se iniciaron para acabar con los líderes de Al Qaeda ocultos en la frontera entre Afganistán y Pakistán, dudan de la efectividad para alcanzar a los cabecillas.
El "Predator" es un avión no tripulado de alta autonomía que forma parte de un sistema de reconocimiento, espionaje, identificación de blancos y lanzamiento de misiles.
Diseñado originalmente para la CIA como aparato espía equipado con una cámara de televisión, el "Predator" debutó y evolucionó en la campaña afgana, en la que fue equipado con misiles Hellfire, con los que puede destruir el blanco identificado con su cámara.