Los palestinos exigen a sus líderes el fin de la división política
Gaza, El País
Estudiantes, miembros de asociaciones, intelectuales y algún que otro político desfilaron ayer por Ramala para pedir a sus gobernantes que pongan fin a la división entre Gaza y Cisjordania o, lo que es lo mismo, a la encarnizada lucha por el poder que mantienen Fatah y Hamás, las facciones rivales, y que desangra la causa palestina. Los cientos de jóvenes que ayer salieron a la calle sin banderas de partidos no aspiran a derrocar al Gobierno de la Autoridad Palestina, pero sí quieren dejar claro que están hartos y que ya no tienen miedo de salir a la calle a pedirles cuentas a sus políticos.
"Los palestinos siempre hemos sido exportadores de revoluciones. Ahora no podemos quedarnos en casa viendo las revoluciones de nuestros vecinos por televisión. Los jóvenes vamos a reaccionar", aventuró Riam Awad, una activista palestina. "El pueblo quiere el fin de la división" o "queremos un Gobierno, no dos Gobiernos" fueron algunos de los eslóganes que se escucharon durante la protesta.
Estas manifestaciones, comparadas con las de Egipto o Túnez, pueden parecer poco numerosas, y lo son. Pero a la vez constituyen toda una rareza en los territorios palestinos, donde la Autoridad Palestina controla al milímetro a sus ciudadanos y es poco propensa a autorizar concentraciones populares.
La organización Human Rights Watch pidió el pasado miércoles a la Autoridad Palestina que investigue las palizas y la detención arbitraria de manifestantes en las últimas semanas. "La gente ha salido a la calle desafiando las reglas del Gobierno para que estemos callados. No es fácil para los palestinos manifestarse y expresar las ideas libremente", aseguró ayer en Ramala la joven Amal Khrieshe. Advierten los organizadores de que el próximo domingo dará comienzo la semana de movilizaciones por la unidad palestina.
El Gobierno palestino dimitió en bloque durante el fin de semana para cambiar caras e incorporar a miembros de la sociedad civil. Anunciaron además para septiembre la dilatada convocatoria de elecciones legislativas y presidenciales. El presidente palestino, Mahmud Abbas, reconoció ayer, sin embargo, que se requiere el acuerdo de Hamás. "Las elecciones deben incluir Gaza y Cisjordania, y si no, no podrán celebrarse", dijo.
Estudiantes, miembros de asociaciones, intelectuales y algún que otro político desfilaron ayer por Ramala para pedir a sus gobernantes que pongan fin a la división entre Gaza y Cisjordania o, lo que es lo mismo, a la encarnizada lucha por el poder que mantienen Fatah y Hamás, las facciones rivales, y que desangra la causa palestina. Los cientos de jóvenes que ayer salieron a la calle sin banderas de partidos no aspiran a derrocar al Gobierno de la Autoridad Palestina, pero sí quieren dejar claro que están hartos y que ya no tienen miedo de salir a la calle a pedirles cuentas a sus políticos.
"Los palestinos siempre hemos sido exportadores de revoluciones. Ahora no podemos quedarnos en casa viendo las revoluciones de nuestros vecinos por televisión. Los jóvenes vamos a reaccionar", aventuró Riam Awad, una activista palestina. "El pueblo quiere el fin de la división" o "queremos un Gobierno, no dos Gobiernos" fueron algunos de los eslóganes que se escucharon durante la protesta.
Estas manifestaciones, comparadas con las de Egipto o Túnez, pueden parecer poco numerosas, y lo son. Pero a la vez constituyen toda una rareza en los territorios palestinos, donde la Autoridad Palestina controla al milímetro a sus ciudadanos y es poco propensa a autorizar concentraciones populares.
La organización Human Rights Watch pidió el pasado miércoles a la Autoridad Palestina que investigue las palizas y la detención arbitraria de manifestantes en las últimas semanas. "La gente ha salido a la calle desafiando las reglas del Gobierno para que estemos callados. No es fácil para los palestinos manifestarse y expresar las ideas libremente", aseguró ayer en Ramala la joven Amal Khrieshe. Advierten los organizadores de que el próximo domingo dará comienzo la semana de movilizaciones por la unidad palestina.
El Gobierno palestino dimitió en bloque durante el fin de semana para cambiar caras e incorporar a miembros de la sociedad civil. Anunciaron además para septiembre la dilatada convocatoria de elecciones legislativas y presidenciales. El presidente palestino, Mahmud Abbas, reconoció ayer, sin embargo, que se requiere el acuerdo de Hamás. "Las elecciones deben incluir Gaza y Cisjordania, y si no, no podrán celebrarse", dijo.