Los equipos de rescate de Nueva Zelanda no esperan hallar más supervivientes
Nueva Zelanda, El País
El Gobierno neozelandés ha elevado a 76 los fallecidos por el terremoto de 6,3 grados en la escala Richter del pasado martes en la localidad de Christchurch, al sur del país, poco después de haberla reducido a 71, aunque ha advertido de que la cifra de muertos podría aumentar en los próximos días. En los primeros momentos tras la catástrofe, el número que se había dado era de 75 fallecidos.
El primer ministro neozelandés, John Key, tras decretar el estado de emergencia nacional, afirmó que "tenemos que prepararnos porque el balance oficial de fallecidos aumentará hoy y mañana". Los equipos de rescate continúan buscando más supervivientes entre los escombros por segunda noche consecutiva.
Por su parte, el ministro de Defensa Civil, John Carter ha explicado que las informaciones que señalan que habría hasta 300 personas desaparecidas son especulaciones porque todavía no se ha contabilizado cuántas no han sido encontradas. Además, ha informado de que unas 2.500 personas resultaron heridas, de las 164 están en estado grave.
El terremoto, que alcanzó los 6,3 grados de magnitud en la escala Richter, tuvo su epicentro a diez kilómetros al sureste de Christchurch, alcanzando una profundidad de 5 kilómetros, y fue seguido por una réplica de 15 minutos de 4,5 grados, convirtiéndose en el segundo gran temblor de la ciudad en cinco meses, y el peor desastre natural de Nueva Zelanda en 80 años.
Grandes edificios han quedado completamente destruidos, mientras que otros han resultado gravemente dañados. Entre estos últimos destaca la Catedral de Christchurch. Con cerca de 400.000 habitantes, esta es la ciudad más poblada de la isla Sur de Nueva Zelanda. En el centro de la ciudad, las carreteras han quedado dañadas y hay edificios derribados y piscinas de agua sobre el asfalto por las cañerías y alcantarillas que han quedado destrozadas.
El banco de inversión J.P. Morgan ha estimado que el terremoto ha provocado daños por valor de unos 12.000 millones de dólares, mientras que la empresa evaluadora de catástrofes AIR Worldwide Estimates ha considrado que la industria de seguro tendrá que hacer frente a pagos por daños de entre 3.500 millones y 8.000 millones de dólares.
Hasta la zona del terremoto se van a desplazar equipos de rescate de Estados Unidos, Reino Unido, Taiwán y Japón. Se espera que más de mil trabajadores trabajan en la búsqueda de supervivientes este jueves en los edificios de Christchurch.
Ayudas y saqueos
Mientras, la Policía y las Fuerzas de Defensa evacuaban el centro de la ciudad y los hospitales de toda la isla Sur y se preparaban para atender a los cientos de heridos. El principal hospital de la ciudad ha sido evacuado ante el temor de que se derrumbase, según medios locales. Además, el seísmo también ha afectado al tendido telefónico y de electricidad, así como al suministro de agua.
El inspector de Policía Mike Coleman ha asegurado en declaraciones a Radio Nueva Zelanda que "había grandes destrozos en el centro de la ciudad" y que habían recibido informaciones de que se estaban produciendo los primeros saqueos, en algunas tiendas con los cristales rotos. "Es inseguro permanecer fuera y deambulando", ha advertido.
Nueva Zelanda se asienta sobre el ''anillo de fuego'' del Pacífico, la zona en la que convergen la placa del Pacífico y la indoaustraliana. El país registra más de 14.000 terremotos al año, de los que unos 20 son de más de 5 grados en la escala Richter.
El Gobierno neozelandés ha elevado a 76 los fallecidos por el terremoto de 6,3 grados en la escala Richter del pasado martes en la localidad de Christchurch, al sur del país, poco después de haberla reducido a 71, aunque ha advertido de que la cifra de muertos podría aumentar en los próximos días. En los primeros momentos tras la catástrofe, el número que se había dado era de 75 fallecidos.
El primer ministro neozelandés, John Key, tras decretar el estado de emergencia nacional, afirmó que "tenemos que prepararnos porque el balance oficial de fallecidos aumentará hoy y mañana". Los equipos de rescate continúan buscando más supervivientes entre los escombros por segunda noche consecutiva.
Por su parte, el ministro de Defensa Civil, John Carter ha explicado que las informaciones que señalan que habría hasta 300 personas desaparecidas son especulaciones porque todavía no se ha contabilizado cuántas no han sido encontradas. Además, ha informado de que unas 2.500 personas resultaron heridas, de las 164 están en estado grave.
El terremoto, que alcanzó los 6,3 grados de magnitud en la escala Richter, tuvo su epicentro a diez kilómetros al sureste de Christchurch, alcanzando una profundidad de 5 kilómetros, y fue seguido por una réplica de 15 minutos de 4,5 grados, convirtiéndose en el segundo gran temblor de la ciudad en cinco meses, y el peor desastre natural de Nueva Zelanda en 80 años.
Grandes edificios han quedado completamente destruidos, mientras que otros han resultado gravemente dañados. Entre estos últimos destaca la Catedral de Christchurch. Con cerca de 400.000 habitantes, esta es la ciudad más poblada de la isla Sur de Nueva Zelanda. En el centro de la ciudad, las carreteras han quedado dañadas y hay edificios derribados y piscinas de agua sobre el asfalto por las cañerías y alcantarillas que han quedado destrozadas.
El banco de inversión J.P. Morgan ha estimado que el terremoto ha provocado daños por valor de unos 12.000 millones de dólares, mientras que la empresa evaluadora de catástrofes AIR Worldwide Estimates ha considrado que la industria de seguro tendrá que hacer frente a pagos por daños de entre 3.500 millones y 8.000 millones de dólares.
Hasta la zona del terremoto se van a desplazar equipos de rescate de Estados Unidos, Reino Unido, Taiwán y Japón. Se espera que más de mil trabajadores trabajan en la búsqueda de supervivientes este jueves en los edificios de Christchurch.
Ayudas y saqueos
Mientras, la Policía y las Fuerzas de Defensa evacuaban el centro de la ciudad y los hospitales de toda la isla Sur y se preparaban para atender a los cientos de heridos. El principal hospital de la ciudad ha sido evacuado ante el temor de que se derrumbase, según medios locales. Además, el seísmo también ha afectado al tendido telefónico y de electricidad, así como al suministro de agua.
El inspector de Policía Mike Coleman ha asegurado en declaraciones a Radio Nueva Zelanda que "había grandes destrozos en el centro de la ciudad" y que habían recibido informaciones de que se estaban produciendo los primeros saqueos, en algunas tiendas con los cristales rotos. "Es inseguro permanecer fuera y deambulando", ha advertido.
Nueva Zelanda se asienta sobre el ''anillo de fuego'' del Pacífico, la zona en la que convergen la placa del Pacífico y la indoaustraliana. El país registra más de 14.000 terremotos al año, de los que unos 20 son de más de 5 grados en la escala Richter.