Llorenti: Financiadores de Rózsa dispusieron de $us 20 millones para comprar misiles
La Paz, Abi
El ministro de Gobierno, Sacha Llorenti, y el portavoz Iván Canelas, revelaron el viernes que la banda de mercenarios que comandaba el boliviano húngaro croata Eduardo Rózsa, tenía previsto invertir 20 millones de dólares en la compra de armas altamente destructivas, tales como misiles, para encender una guerra civil en Bolivia entre 2008 y 2009.
Fundado en la declaración judicial de uno de los 34 procesados en el bullado caso, Svonko Matkovic Rivera, dijo que la gavilla de milicianos europeos buscaba tomar, en primer término, la Octava División de Ejército, en Santa Cruz, y detonar la situación con el magnicidio del presidente Evo Morales.
"Detectaron que la Octava División tenía mucho armamento y que no estaba suficientemente protegida. Al final de la exposición cuando se les pregunta a cuánto iba ascender el gasto, ellos refirieron que aproximadamente se requería 20 millones de dólares", dijo Llorenti que leyó, inextenso, la declaración judicial de Matkovic Rivera, ahora detenido en la cárcel de San Pedro en La Paz.
De acuerdo con la declaración de Matkovic Rivera, hijo de ex prefecto conservador de Santa Cruz de nombre homónimo en la década de los '90, la célula de milicianos europeos, en su mayoría veteranos de la guerra secesionista de los Balcanes, a fines de la década de los '90, buscó insistentemente la adquisición de armamento pesado en el mercado negro internacional.
Siempre de acuerdo con Matkovic Rivera, citado por Llorenti, en el grupo irregular "había personas con ciertas especialidades como ser el combate cuerpo a cuerpo, manejo de armas cortas, largas, explosivos e inteligencia".
Desde su instalación subrepticia en Bolivia, se supone desde octubre de 2008, los mercenarios encabezados por Rózsa estudiaron emplazamientos del Ejército boliviano, entre otros en la región del Chaco, "el lugar donde se quitaron las tierras" a los campesinos indígenas bolivianos, citó Llorenti.
En la misma corriente, Canelas recordó que apenas desarticulada la célula armada, por la Policía boliviana el 16 de abril de 2009 en un hotel de Santa Cruz, la misma fuerza se descubrió un arsenal en una tienda de la telefónica local COTAS, en una zona ferial de Santa Cruz.
En el arsenal de Rózsa se encontró un poderoso explosivo, ANFO, con que se pensaba volar por los aires a Morales y su gabinete en una sesión ampliada en el Lago Titicaca a principios de 2009.
"La intencionalidad no era sólo dividir al país sino asesinar al Presidente. Ahí, unos misiles, que estaban por ser utilizados para asesinar al Presidente cuando esté viajando a alguna de las regiones del país en los helicópteros", subrayó el Portavoz.
"Este armamento era el RPG7 una especie de misiles de largo alcance que podía bajar tranquilamente el helicóptero del Presidente, esa era la intensión de asesinar" al mandatario, denunció.
Las conexiones y plan del grupo de Rózsa, muerto en la operación policial en que también cayó el 'estado mayor' de la célula de mercenarios, en un hotel de Santa Cruz, volvió al primer plano de la prensa boliviana luego de divulgado hace semanas un vídeo en que uno de los cómplices del mercenario boliviano húngaro croata, Ignacio Vargas Villa, 'El Viejo', aparece recibiendo más de 30.000 dólares para que, supuestamente, salga del país.
El vídeo data, se presume, después que el Ministerio Público boliviano desatara una investigación para establecer los alcances y la red de financiadores locales de Rózsa, desde mediados de 2009.
Al menos 39 personas han sido imputadas en el proceso que preside el fiscal Marcelo Soza, entre ellas Vargas Villa, cuyo testimonio judicial habría servido para desemarañar la red del grupo Rózsa.
El viceministro de Coordinación con los Movimientos Sociales, César Navarro, dijo este mismo viernes, que en el curso de la investigación Vargas Villa, que esta semana reapareció en Santa Cruz, tras poco menos de un año de ausencia, sirvió de informante para el Ministerio Público y que, ahora no es sino un imputado más.
Por su parte Llorenti dijo que pese a una campaña que desarrollan medios de oposición para desvirtuar la investigación estatal, el proceso judicial radicado contra Rózsa y sus financiadores se desarrollará en toda su extensión.
"Pese a la campaña mediática para desvirtuar un caso tan importante, el Gobierno no dará paso atrás hasta que cada uno de los responsables o separatistas sean castigados con el rigor de la ley, y estén detrás de rejas porque financiaron a un grupo irregular para afanes cesionistas", afirmó en declaraciones a la ABI.
"Lo cierto es que la intención de Eduardo Rózsa, cabecilla del grupo irregular, era ensangrentar y dividir a Bolivia como lo hicieron en Croacia, Kosovo y otros lugares del mundo", insistió.
Para Llorenti, los atentados de 2009, entre otros a la casa del cardenal boliviano, Julio Terrazas, en Santa Cruz y las de legisladores oficialistas, "fueron las mayores y más serias afrentas a la unidad de Bolivia en las últimas décadas".
El ministro advirtió que todo el peso de la ley recaerá sobre los que sean encontrados culpables por la justicia en el marco de este proceso.
"Hay una cosa que no se toca, es la dignidad de la patria y aquí hay un Gobierno que está dispuesto a cualquier tipo de sacrificio a objeto de hacer respetar la dignidad y unidad de la patria", enfatizó.
En declaraciones formuladas a la red privada Unitel, Llorenti lamentó el papel que juegan de algunos medios locales en este tema.
"Los medios de comunicación se convierten en policías, en servicios de inteligencia, en fiscales, en jueces y solamente hace falta que emitan sentencias condenatorias", deploró.
El funcionario acusó a la logia conocida como Caballeros del Oriente de financiar las acciones del grupo Rózsa "con el fin de mantener sus privilegios económicos".
En relación a las declaraciones de operadores de la oposición que acusan el Gobierno de encender el caso 'vídeo coima', por lo demás "amañado", para distraer la escasez de azúcar en la opinión pública boliviana, Llorenti recordó las declaraciones que Rózsa formuló a un periodista húngaro Andreas Kaplan, antes de lanzarse a su aventura en Bolivia.
"Parece que mucha gente no recuerda las declaraciones de Rózsa que señaló a un periodista extranjero que iban a declarar la independencia y crear otro país" en Bolivia, apuntó el ministro.
El reaparecido Vargas Villa confirmó la víspera que Rózsa y sus financiadores planearon la fragmentación de Bolivia por vía de una guerra civil.
"De que se formó (un grupo terrorista separatista) se formó, y estaba para dividir al país. Que no digan que no había, existía. Ahora por qué huyeron los otros (los financiadores, más de un decena de dirigentes civiles y empresarios de Santa Cruz), no sé", afirmó en declaraciones a un medio de la televisión local.
El presidente Morales dijo que las aseveraciones de Vargas Villa, que supo ser chófer de Rósza, demuestran concluyentemente que entre 2008 y 2009 se intentó dividir territorialmente a Bolivia.
El ministro de Gobierno, Sacha Llorenti, y el portavoz Iván Canelas, revelaron el viernes que la banda de mercenarios que comandaba el boliviano húngaro croata Eduardo Rózsa, tenía previsto invertir 20 millones de dólares en la compra de armas altamente destructivas, tales como misiles, para encender una guerra civil en Bolivia entre 2008 y 2009.
Fundado en la declaración judicial de uno de los 34 procesados en el bullado caso, Svonko Matkovic Rivera, dijo que la gavilla de milicianos europeos buscaba tomar, en primer término, la Octava División de Ejército, en Santa Cruz, y detonar la situación con el magnicidio del presidente Evo Morales.
"Detectaron que la Octava División tenía mucho armamento y que no estaba suficientemente protegida. Al final de la exposición cuando se les pregunta a cuánto iba ascender el gasto, ellos refirieron que aproximadamente se requería 20 millones de dólares", dijo Llorenti que leyó, inextenso, la declaración judicial de Matkovic Rivera, ahora detenido en la cárcel de San Pedro en La Paz.
De acuerdo con la declaración de Matkovic Rivera, hijo de ex prefecto conservador de Santa Cruz de nombre homónimo en la década de los '90, la célula de milicianos europeos, en su mayoría veteranos de la guerra secesionista de los Balcanes, a fines de la década de los '90, buscó insistentemente la adquisición de armamento pesado en el mercado negro internacional.
Siempre de acuerdo con Matkovic Rivera, citado por Llorenti, en el grupo irregular "había personas con ciertas especialidades como ser el combate cuerpo a cuerpo, manejo de armas cortas, largas, explosivos e inteligencia".
Desde su instalación subrepticia en Bolivia, se supone desde octubre de 2008, los mercenarios encabezados por Rózsa estudiaron emplazamientos del Ejército boliviano, entre otros en la región del Chaco, "el lugar donde se quitaron las tierras" a los campesinos indígenas bolivianos, citó Llorenti.
En la misma corriente, Canelas recordó que apenas desarticulada la célula armada, por la Policía boliviana el 16 de abril de 2009 en un hotel de Santa Cruz, la misma fuerza se descubrió un arsenal en una tienda de la telefónica local COTAS, en una zona ferial de Santa Cruz.
En el arsenal de Rózsa se encontró un poderoso explosivo, ANFO, con que se pensaba volar por los aires a Morales y su gabinete en una sesión ampliada en el Lago Titicaca a principios de 2009.
"La intencionalidad no era sólo dividir al país sino asesinar al Presidente. Ahí, unos misiles, que estaban por ser utilizados para asesinar al Presidente cuando esté viajando a alguna de las regiones del país en los helicópteros", subrayó el Portavoz.
"Este armamento era el RPG7 una especie de misiles de largo alcance que podía bajar tranquilamente el helicóptero del Presidente, esa era la intensión de asesinar" al mandatario, denunció.
Las conexiones y plan del grupo de Rózsa, muerto en la operación policial en que también cayó el 'estado mayor' de la célula de mercenarios, en un hotel de Santa Cruz, volvió al primer plano de la prensa boliviana luego de divulgado hace semanas un vídeo en que uno de los cómplices del mercenario boliviano húngaro croata, Ignacio Vargas Villa, 'El Viejo', aparece recibiendo más de 30.000 dólares para que, supuestamente, salga del país.
El vídeo data, se presume, después que el Ministerio Público boliviano desatara una investigación para establecer los alcances y la red de financiadores locales de Rózsa, desde mediados de 2009.
Al menos 39 personas han sido imputadas en el proceso que preside el fiscal Marcelo Soza, entre ellas Vargas Villa, cuyo testimonio judicial habría servido para desemarañar la red del grupo Rózsa.
El viceministro de Coordinación con los Movimientos Sociales, César Navarro, dijo este mismo viernes, que en el curso de la investigación Vargas Villa, que esta semana reapareció en Santa Cruz, tras poco menos de un año de ausencia, sirvió de informante para el Ministerio Público y que, ahora no es sino un imputado más.
Por su parte Llorenti dijo que pese a una campaña que desarrollan medios de oposición para desvirtuar la investigación estatal, el proceso judicial radicado contra Rózsa y sus financiadores se desarrollará en toda su extensión.
"Pese a la campaña mediática para desvirtuar un caso tan importante, el Gobierno no dará paso atrás hasta que cada uno de los responsables o separatistas sean castigados con el rigor de la ley, y estén detrás de rejas porque financiaron a un grupo irregular para afanes cesionistas", afirmó en declaraciones a la ABI.
"Lo cierto es que la intención de Eduardo Rózsa, cabecilla del grupo irregular, era ensangrentar y dividir a Bolivia como lo hicieron en Croacia, Kosovo y otros lugares del mundo", insistió.
Para Llorenti, los atentados de 2009, entre otros a la casa del cardenal boliviano, Julio Terrazas, en Santa Cruz y las de legisladores oficialistas, "fueron las mayores y más serias afrentas a la unidad de Bolivia en las últimas décadas".
El ministro advirtió que todo el peso de la ley recaerá sobre los que sean encontrados culpables por la justicia en el marco de este proceso.
"Hay una cosa que no se toca, es la dignidad de la patria y aquí hay un Gobierno que está dispuesto a cualquier tipo de sacrificio a objeto de hacer respetar la dignidad y unidad de la patria", enfatizó.
En declaraciones formuladas a la red privada Unitel, Llorenti lamentó el papel que juegan de algunos medios locales en este tema.
"Los medios de comunicación se convierten en policías, en servicios de inteligencia, en fiscales, en jueces y solamente hace falta que emitan sentencias condenatorias", deploró.
El funcionario acusó a la logia conocida como Caballeros del Oriente de financiar las acciones del grupo Rózsa "con el fin de mantener sus privilegios económicos".
En relación a las declaraciones de operadores de la oposición que acusan el Gobierno de encender el caso 'vídeo coima', por lo demás "amañado", para distraer la escasez de azúcar en la opinión pública boliviana, Llorenti recordó las declaraciones que Rózsa formuló a un periodista húngaro Andreas Kaplan, antes de lanzarse a su aventura en Bolivia.
"Parece que mucha gente no recuerda las declaraciones de Rózsa que señaló a un periodista extranjero que iban a declarar la independencia y crear otro país" en Bolivia, apuntó el ministro.
El reaparecido Vargas Villa confirmó la víspera que Rózsa y sus financiadores planearon la fragmentación de Bolivia por vía de una guerra civil.
"De que se formó (un grupo terrorista separatista) se formó, y estaba para dividir al país. Que no digan que no había, existía. Ahora por qué huyeron los otros (los financiadores, más de un decena de dirigentes civiles y empresarios de Santa Cruz), no sé", afirmó en declaraciones a un medio de la televisión local.
El presidente Morales dijo que las aseveraciones de Vargas Villa, que supo ser chófer de Rósza, demuestran concluyentemente que entre 2008 y 2009 se intentó dividir territorialmente a Bolivia.