Las fuerzas armadas egipcias piden mantener la paz social
El Cairo, Agencias
La junta militar que gobierna en Egipto hizo hoy un llamamiento para mantener la paz social y advirtió de que las protestas crean el ambiente "para que la gente irresponsable lleve a cabo acciones ilegales".
La advertencia, difundida en un comunicado castrense, se conoce después de que surgieran versiones en los medios locales de comunicación sobre la posibilidad de que los militares fueran a prohibir hoy las huelgas, algo que no se confirmó con los hechos.
El comunicado fue difundido en el tercer día de mandato de la junta militar, que recibió el poder al renunciar el pasado viernes el entonces presidente Hosni Mubarak, quien estuvo en el poder desde 1981.
La salida de Mubarak no ha logrado calmar totalmente las protestas políticas y, por el contrario, ha hecho brotar una conflictividad laboral inusitada, especialmente entre los funcionarios.
"Los egipcios honorables ven que estas protestas, en estos momentos, provocan un efecto negativo", dice el comunicado leído por la televisión por un portavoz castrense.
La junta militar enumeró esos motivos, incluido el impacto negativo en la economía y la seguridad. También alertó sobre la posibilidad de que se cree un caldo de cultivo que sea aprovechando por grupos de "irresponsables que lleven a cabo acciones ilegales".
Por ello, en lugar de prohibir las huelgas y las manifestaciones, el consejo castrense pidió a los ciudadanos que hagan "todos los esfuerzos" posibles para mejorar la situación e insistió en que sigue avanzando para "lograr la seguridad y la estabilidad" del país.
Además, instó también "a los colegios profesionales y a los sindicatos de trabajadores a que desempeñen su papel" para salir de la situación actual y favorecer la paz social.
El Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas recuerda también su compromiso de entregar el mando "a un poder civil legítimo y elegido por el pueblo, para que asuma su responsabilidad para continuar el camino democrático y de progreso".
El llamamiento fue hecho un día después de que la junta militar anunciara que el actual período de transición se prolongará durante seis meses o hasta que se celebren elecciones parlamentarias y presidenciales, cuya fecha no fijó.
En ese mensaje castrense de ayer, la junta militar anunció la disolución del Parlamento, suspendió la aplicación de la Constitución y asumió las tareas legislativas.
A las protestas laborales se suman algunas deudas pendientes en el plano político, porque la oposición sigue presionando para que se derogue la Ley de Emergencia, aprobada en 1981 y que fue utilizada por Mubarak como uno de sus instrumentos de represión política.
Así lo destacó hoy Mohamed Morsi, portavoz de los Hermanos Musulmanes, el principal grupo de la oposición egipcia y el más organizado.
"Apreciamos lo que anunció ayer la junta militar y vemos que está en la dirección correcta, pero hay peticiones urgentes como la anulación de la Ley de Emergencia y la puesta en libertad de los presos políticos", dijo a Efe Mohamed Morsi.
Por su parte, el Movimiento 6 de Abril, el grupo que convocó las protestas que estallaron el 25 de enero, también pidió hoy en un comunicado la puesta en libertad de los presos políticos y de las personas que fueron arrestadas en la revuelta popular.
Asimismo, la organización exigió "abrir una investigación sobre la existencia de cárceles secretas".
El movimiento opositor reveló que representantes de las Fuerzas Armadas han prometido al grupo que los detenidos en las protestas serán liberados en los próximos días, mientras que los encarcelados por motivos políticos saldrán de las prisiones "gradualmente".
Pero también pidió que se aceleren esos pasos, y no se apliquen las sentencias de tribunales militares que condenaron a algunos presos políticos.
La junta militar que gobierna en Egipto hizo hoy un llamamiento para mantener la paz social y advirtió de que las protestas crean el ambiente "para que la gente irresponsable lleve a cabo acciones ilegales".
La advertencia, difundida en un comunicado castrense, se conoce después de que surgieran versiones en los medios locales de comunicación sobre la posibilidad de que los militares fueran a prohibir hoy las huelgas, algo que no se confirmó con los hechos.
El comunicado fue difundido en el tercer día de mandato de la junta militar, que recibió el poder al renunciar el pasado viernes el entonces presidente Hosni Mubarak, quien estuvo en el poder desde 1981.
La salida de Mubarak no ha logrado calmar totalmente las protestas políticas y, por el contrario, ha hecho brotar una conflictividad laboral inusitada, especialmente entre los funcionarios.
"Los egipcios honorables ven que estas protestas, en estos momentos, provocan un efecto negativo", dice el comunicado leído por la televisión por un portavoz castrense.
La junta militar enumeró esos motivos, incluido el impacto negativo en la economía y la seguridad. También alertó sobre la posibilidad de que se cree un caldo de cultivo que sea aprovechando por grupos de "irresponsables que lleven a cabo acciones ilegales".
Por ello, en lugar de prohibir las huelgas y las manifestaciones, el consejo castrense pidió a los ciudadanos que hagan "todos los esfuerzos" posibles para mejorar la situación e insistió en que sigue avanzando para "lograr la seguridad y la estabilidad" del país.
Además, instó también "a los colegios profesionales y a los sindicatos de trabajadores a que desempeñen su papel" para salir de la situación actual y favorecer la paz social.
El Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas recuerda también su compromiso de entregar el mando "a un poder civil legítimo y elegido por el pueblo, para que asuma su responsabilidad para continuar el camino democrático y de progreso".
El llamamiento fue hecho un día después de que la junta militar anunciara que el actual período de transición se prolongará durante seis meses o hasta que se celebren elecciones parlamentarias y presidenciales, cuya fecha no fijó.
En ese mensaje castrense de ayer, la junta militar anunció la disolución del Parlamento, suspendió la aplicación de la Constitución y asumió las tareas legislativas.
A las protestas laborales se suman algunas deudas pendientes en el plano político, porque la oposición sigue presionando para que se derogue la Ley de Emergencia, aprobada en 1981 y que fue utilizada por Mubarak como uno de sus instrumentos de represión política.
Así lo destacó hoy Mohamed Morsi, portavoz de los Hermanos Musulmanes, el principal grupo de la oposición egipcia y el más organizado.
"Apreciamos lo que anunció ayer la junta militar y vemos que está en la dirección correcta, pero hay peticiones urgentes como la anulación de la Ley de Emergencia y la puesta en libertad de los presos políticos", dijo a Efe Mohamed Morsi.
Por su parte, el Movimiento 6 de Abril, el grupo que convocó las protestas que estallaron el 25 de enero, también pidió hoy en un comunicado la puesta en libertad de los presos políticos y de las personas que fueron arrestadas en la revuelta popular.
Asimismo, la organización exigió "abrir una investigación sobre la existencia de cárceles secretas".
El movimiento opositor reveló que representantes de las Fuerzas Armadas han prometido al grupo que los detenidos en las protestas serán liberados en los próximos días, mientras que los encarcelados por motivos políticos saldrán de las prisiones "gradualmente".
Pero también pidió que se aceleren esos pasos, y no se apliquen las sentencias de tribunales militares que condenaron a algunos presos políticos.