La Casa Blanca condena la detención de periodistas en Egipto y exige que "sean liberados"
Washington, Agencias
La Casa Blanca condenó hoy el "tratamiento a los periodistas en Egipto" que trabajan en la cobertura de los disturbios de El Cairo y afirmó que "los detenidos deben ser liberados".
La condena fue realizada por Robert Gibbs, portavoz de la Casa Blanca, y se produce pocas horas después de que se conociese la detención por parte del ministerio de Interior de Egipto de doce periodistas en El Cairo, entre los que se encuentran la jefa y la fotógrafa de la delegación egipcia del diario Washington Post, Leila Fadel y Linda Davidson.
Gibbs agregó que el "sistemático señalamiento" de los periodistas en Egipto es "inaceptable" y realizó un nuevo llamado al Gobierno egipcio para que "asegure" que las protestas se desarrollen "de manera pacífica".
La noticia de la retención de las dos periodistas estadounidenses fue confirmada hoy por el editor internacional del Washington Post, Douglas Jehl, quien afirmó que el periódico ha avisado al Departamento de Estado de la situación y ha realizado "urgentes protestas a las autoridades egipcias en El Cairo y Washington".
La detención de esta mañana se suma a las numerosas denuncias de corresponsales extranjeros en Egipto que han acusado a bandas de funcionarios del gobierno de Hosni Mubarak de golpes, amenazas e intimidación.
Ayer, el corresponsal de CNN, Anderson Cooper, mostró unas imágenes en las que se le veía zarandeado y golpeado, junto con su productor y el cámara de su equipo, por un grupo de personas que trataban de romper la cámara.
Por su parte, periodistas de la BBC británica, la televisión danesa y suiza han denunciado asaltos durante su trabajo.
Asimismo, un corresponsal de la emisora Al-Arabiya, de Dubai, sufrió una contusión durante los enfrentamientos en la plaza de la Liberación de El Cairo.
El periodista de la estadounidense CBS, Mark Strassman, explicó también que él y su operador de cámara fueron atacados, y que su compañero fue golpeado repetidamente con una maza.
La veterana corresponsal Christiane Amanpour, de ABC News, afirmó haber visto la llegada a la plaza de la Liberación de El Cairo varios manifestantes "pro-gubernamentales" y cómo el ambiente había cambiado.
Al tratar de entrevistar a uno de ellos, Amanpour relató que fue rodeada bajo los gritos de "odio a Estados Unidos" y "váyanse al infierno".
Previamente, el Departamento de Estado de EE.UU. calificó hoy los ataques contra la prensa internacional como "una campaña concertada de intimidación" de los periodistas extranjeros que cubren la situación política en Egipto.
En un mensaje enviado a través de Twitter, el portavoz Philip J. Crowley sostuvo que "existe una campaña concertada dirigida a intimidar a los periodistas extranjeros en El Cairo y a interferir en su trabajo de información".
Gobiernos de todo el mundo han lanzado hoy llamamientos a la calma en Egipto, así como peticiones al líder Hosni Mubarak para inicie cuanto antes una transición pacífica.
La canciller alemana, Angela Merkel, y el jefe del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, pidieron expresamente a Mubarak que ponga fin a los ataques a los manifestantes que protestan en las calles y que dialogue con la oposición para iniciar de forma pacífica el cambio en el país.
El presidente ruso, Dmitri Medvédev, expresó la esperanza de que se se supere por la vía pacífica el difícil período qu atraviesa Egipto y se "logren aplacar las tensiones callejeras" que tienen lugar desde hace días en el país árabe.
La Casa Blanca condenó hoy el "tratamiento a los periodistas en Egipto" que trabajan en la cobertura de los disturbios de El Cairo y afirmó que "los detenidos deben ser liberados".
La condena fue realizada por Robert Gibbs, portavoz de la Casa Blanca, y se produce pocas horas después de que se conociese la detención por parte del ministerio de Interior de Egipto de doce periodistas en El Cairo, entre los que se encuentran la jefa y la fotógrafa de la delegación egipcia del diario Washington Post, Leila Fadel y Linda Davidson.
Gibbs agregó que el "sistemático señalamiento" de los periodistas en Egipto es "inaceptable" y realizó un nuevo llamado al Gobierno egipcio para que "asegure" que las protestas se desarrollen "de manera pacífica".
La noticia de la retención de las dos periodistas estadounidenses fue confirmada hoy por el editor internacional del Washington Post, Douglas Jehl, quien afirmó que el periódico ha avisado al Departamento de Estado de la situación y ha realizado "urgentes protestas a las autoridades egipcias en El Cairo y Washington".
La detención de esta mañana se suma a las numerosas denuncias de corresponsales extranjeros en Egipto que han acusado a bandas de funcionarios del gobierno de Hosni Mubarak de golpes, amenazas e intimidación.
Ayer, el corresponsal de CNN, Anderson Cooper, mostró unas imágenes en las que se le veía zarandeado y golpeado, junto con su productor y el cámara de su equipo, por un grupo de personas que trataban de romper la cámara.
Por su parte, periodistas de la BBC británica, la televisión danesa y suiza han denunciado asaltos durante su trabajo.
Asimismo, un corresponsal de la emisora Al-Arabiya, de Dubai, sufrió una contusión durante los enfrentamientos en la plaza de la Liberación de El Cairo.
El periodista de la estadounidense CBS, Mark Strassman, explicó también que él y su operador de cámara fueron atacados, y que su compañero fue golpeado repetidamente con una maza.
La veterana corresponsal Christiane Amanpour, de ABC News, afirmó haber visto la llegada a la plaza de la Liberación de El Cairo varios manifestantes "pro-gubernamentales" y cómo el ambiente había cambiado.
Al tratar de entrevistar a uno de ellos, Amanpour relató que fue rodeada bajo los gritos de "odio a Estados Unidos" y "váyanse al infierno".
Previamente, el Departamento de Estado de EE.UU. calificó hoy los ataques contra la prensa internacional como "una campaña concertada de intimidación" de los periodistas extranjeros que cubren la situación política en Egipto.
En un mensaje enviado a través de Twitter, el portavoz Philip J. Crowley sostuvo que "existe una campaña concertada dirigida a intimidar a los periodistas extranjeros en El Cairo y a interferir en su trabajo de información".
Gobiernos de todo el mundo han lanzado hoy llamamientos a la calma en Egipto, así como peticiones al líder Hosni Mubarak para inicie cuanto antes una transición pacífica.
La canciller alemana, Angela Merkel, y el jefe del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, pidieron expresamente a Mubarak que ponga fin a los ataques a los manifestantes que protestan en las calles y que dialogue con la oposición para iniciar de forma pacífica el cambio en el país.
El presidente ruso, Dmitri Medvédev, expresó la esperanza de que se se supere por la vía pacífica el difícil período qu atraviesa Egipto y se "logren aplacar las tensiones callejeras" que tienen lugar desde hace días en el país árabe.