EEUU y Reino Unido apoyan la transición hacia la democracia en Egipto
Londres, Agencias
El primer ministro británico, David Cameron, y un alto responsable de la diplomacia estadounidense, William Burns, aportaron este lunes en El Cairo su apoyo a los esfuerzos de "transición hacia la democracia", cuando las protestas se multiplican en el mundo árabe.
Estas visitas son las primeras de altos responsables extranjeros a El Cairo, después de la dimisión, el pasado 11 de febrero, del presidente Hosni Mubarak, quien, por la presión de las manifestaciones populares, cedió el mando del país al Ejército. Cameron, que se encuentra de gira por la región, se entrevistó con el mariscal Husein Tantaui, jefe del Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas, al mando del país desde la salida de Mubarak.
El jefe del Gobierno británico declaró querer "asegurarse de que se trata realmente de una auténtica transición de un poder militar a un poder civil y ver qué pueden hacer países amigos como Reino Unido y otros en Europa para ayudar" a Egipto.
En el primer día de su visita a Egipto, el subsecretario de Estado estadounidense para asuntos políticos, homenajeó calurosamente a la revuelta popular y "pacífica" que condujo a la caída de Mubarak. "Se trata de un momento que marca una transición histórica hacia la democracia", declaró Burns ante la prensa, después de entrevistarse con el jefe de la Liga Árabe, el egipcio Amr Musa.
El dirigente norteamericano indicó que su país desea seguir siendo "un sólido aliado de Egipto y de los egipcios", permaneciendo a su lado en esta fase de transición hacia la democracia y hacia una economía moderna. Burns también reclamó la liberación de los detenidos políticos y el levantamiento del estado de emergencia en vigor desde hacía 30 años.
El poder militar anunció que pondría fin al estado de emergencia en cuanto lo permitan las circunstancias. La jefa de la diplomacia europea, Catherine Ashton, también tiene previsto entrevistarse el martes en El Cairo con los nuevos dirigentes del país, que suspendieron la Constitución y disolvieron el Parlamento, prometiendo elecciones libres y el regreso a un poder civil en unos meses.
El primer ministro británico, David Cameron, y un alto responsable de la diplomacia estadounidense, William Burns, aportaron este lunes en El Cairo su apoyo a los esfuerzos de "transición hacia la democracia", cuando las protestas se multiplican en el mundo árabe.
Estas visitas son las primeras de altos responsables extranjeros a El Cairo, después de la dimisión, el pasado 11 de febrero, del presidente Hosni Mubarak, quien, por la presión de las manifestaciones populares, cedió el mando del país al Ejército. Cameron, que se encuentra de gira por la región, se entrevistó con el mariscal Husein Tantaui, jefe del Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas, al mando del país desde la salida de Mubarak.
El jefe del Gobierno británico declaró querer "asegurarse de que se trata realmente de una auténtica transición de un poder militar a un poder civil y ver qué pueden hacer países amigos como Reino Unido y otros en Europa para ayudar" a Egipto.
En el primer día de su visita a Egipto, el subsecretario de Estado estadounidense para asuntos políticos, homenajeó calurosamente a la revuelta popular y "pacífica" que condujo a la caída de Mubarak. "Se trata de un momento que marca una transición histórica hacia la democracia", declaró Burns ante la prensa, después de entrevistarse con el jefe de la Liga Árabe, el egipcio Amr Musa.
El dirigente norteamericano indicó que su país desea seguir siendo "un sólido aliado de Egipto y de los egipcios", permaneciendo a su lado en esta fase de transición hacia la democracia y hacia una economía moderna. Burns también reclamó la liberación de los detenidos políticos y el levantamiento del estado de emergencia en vigor desde hacía 30 años.
El poder militar anunció que pondría fin al estado de emergencia en cuanto lo permitan las circunstancias. La jefa de la diplomacia europea, Catherine Ashton, también tiene previsto entrevistarse el martes en El Cairo con los nuevos dirigentes del país, que suspendieron la Constitución y disolvieron el Parlamento, prometiendo elecciones libres y el regreso a un poder civil en unos meses.