EE.UU.: la reforma sanitaria sobrevive al voto del senado
Redacción, BBC Mundo
El Partido Republicano de los EE.UU. no logró reunir suficientes votos para revocar una de las medidas más emblemáticas del mandato de Barack Obama: la reforma del sistema de salud aprobada en 2010.
Los republicanos habían anticipado que la enmienda de la reforma no saldría adelante, pues el senado está controlado por el Partido Demócrata.
Pero querían realizar la votación como prometieron a su electorado en los comicios de noviembre, y para obligar a los demócratas más indecisos a tomar una postura en un tema que podría resultar clave en las elecciones de 2012.
Al final, se quedaron a 13 votos de los 60 necesarios, pues su propuesta obtuvo 47 votos a favor y 51 en contra.
La Cámara de los Representantes, de mayoría republicana, sí votó el mes pasado a favor de rechazar la reforma del sistema de salud emprendida por Obama.
Ahora con todas probabilidad la decisión sobre la reforma la tomarán los tribunales y será la Corte Suprema de Justicia la que tenga la última palabra.
"La batalla no está terminada"
El líder de la minoría republicana en el Senado, Mitch McConnell, dijo que "la batalla no está terminada".
"Planeamos continuar esta lucha para rechazar y sustituir la medida de Obama", afirmó.
Antes de este voto para revocar la reforma, el Senado había aprobado por 81 votos a favor y 17 en contra una modificación de la ley, que exigirá un menor papeleo para las empresas.
Y el líder de la mayoría democrática del senado, Harry Reid, afirmó que esto mostraba que su partido "estaba dispuesto a transigir en los arreglos que tienen sentido común".
Reid, sin embargo, añadió que "los demócratas no transigirán si eso supone deshacer el progreso que hemos llevado a cabo para arreglar un sistema roto".
Posturas divididas
La medida más destacada de la administración Obama, que fue aprobada en marzo del año pasado, quiere grantizar que el sistema de salud le dará cobertura a los más de 30 millones de personas que no están aseguradas.
Para los republicanos la reforma sanitaria será costosa e implicará pérdidas de trabajos.
La ley también expandirá el programa de ayuda Medicaid, destinado a aquellas personas más vulnerables y con menos recursos, y facilitará créditos fiscales para hacer que el cuidado de mayor calidad sea más accesible para la clase media.
Para los republicanos todas estas medidas son demasiado costosas y resultaran en la pérdida de empleos.
Y la reforma sanitaria de Obama recibió el pasado lunes un golpe cuando un juez de Florida declaró la medida como inconstitucional, ya que de salir adelante, obligaría a todos los ciudadanos estadounidenses a estar asegurados.
Para el juez Roger Vinson, esta imposición obligatoria a los ciudadanos, que deberían pagar una multa si no se aseguran, viola los derechos individuales de las personas.
El Departamento de Justicia ya anunció que apelaría la resolución judicial, por lo que es posible que el caso acabe en la Corte Suprema.
La resolución de Vinson coincide con la visión de otro juez en Virginia, que también rechazo la reforma alegando igualmente que era inconstitucional.
Sin embargo otros dos jueces federales la defendieron como válida.
El Partido Republicano de los EE.UU. no logró reunir suficientes votos para revocar una de las medidas más emblemáticas del mandato de Barack Obama: la reforma del sistema de salud aprobada en 2010.
Los republicanos habían anticipado que la enmienda de la reforma no saldría adelante, pues el senado está controlado por el Partido Demócrata.
Pero querían realizar la votación como prometieron a su electorado en los comicios de noviembre, y para obligar a los demócratas más indecisos a tomar una postura en un tema que podría resultar clave en las elecciones de 2012.
Al final, se quedaron a 13 votos de los 60 necesarios, pues su propuesta obtuvo 47 votos a favor y 51 en contra.
La Cámara de los Representantes, de mayoría republicana, sí votó el mes pasado a favor de rechazar la reforma del sistema de salud emprendida por Obama.
Ahora con todas probabilidad la decisión sobre la reforma la tomarán los tribunales y será la Corte Suprema de Justicia la que tenga la última palabra.
"La batalla no está terminada"
El líder de la minoría republicana en el Senado, Mitch McConnell, dijo que "la batalla no está terminada".
"Planeamos continuar esta lucha para rechazar y sustituir la medida de Obama", afirmó.
Antes de este voto para revocar la reforma, el Senado había aprobado por 81 votos a favor y 17 en contra una modificación de la ley, que exigirá un menor papeleo para las empresas.
Y el líder de la mayoría democrática del senado, Harry Reid, afirmó que esto mostraba que su partido "estaba dispuesto a transigir en los arreglos que tienen sentido común".
Reid, sin embargo, añadió que "los demócratas no transigirán si eso supone deshacer el progreso que hemos llevado a cabo para arreglar un sistema roto".
Posturas divididas
La medida más destacada de la administración Obama, que fue aprobada en marzo del año pasado, quiere grantizar que el sistema de salud le dará cobertura a los más de 30 millones de personas que no están aseguradas.
Para los republicanos la reforma sanitaria será costosa e implicará pérdidas de trabajos.
La ley también expandirá el programa de ayuda Medicaid, destinado a aquellas personas más vulnerables y con menos recursos, y facilitará créditos fiscales para hacer que el cuidado de mayor calidad sea más accesible para la clase media.
Para los republicanos todas estas medidas son demasiado costosas y resultaran en la pérdida de empleos.
Y la reforma sanitaria de Obama recibió el pasado lunes un golpe cuando un juez de Florida declaró la medida como inconstitucional, ya que de salir adelante, obligaría a todos los ciudadanos estadounidenses a estar asegurados.
Para el juez Roger Vinson, esta imposición obligatoria a los ciudadanos, que deberían pagar una multa si no se aseguran, viola los derechos individuales de las personas.
El Departamento de Justicia ya anunció que apelaría la resolución judicial, por lo que es posible que el caso acabe en la Corte Suprema.
La resolución de Vinson coincide con la visión de otro juez en Virginia, que también rechazo la reforma alegando igualmente que era inconstitucional.
Sin embargo otros dos jueces federales la defendieron como válida.