Arabia Saudí se ofrece a ayudar al presidente egipcio si le abandona Washington
Arabia Saudí se ha ofrecido a apoyar económicamente al presidente egipcio, Hosni Mubarak, si Washington trata de forzar un rápido cambio de régimen en Egipto, informa hoy el diario The Times.
El pasado 20 de junio, el rey Abdulá instó por teléfono al presidente de EEUU, Barack Obama, a que no humille a Mubarak y advirtió de que Arabia Saudí estaba dispuesto a apoyar a El Cairo si Washington ponía fin a su ayuda de 1.500 millones de dólares anuales a ese país.
Arabia Saudí, el más estrecho aliado de EEUU en el golfo, ha dejado claro al Gobierno de Washington que debe dejar a Mubarak que presida el proceso de transición pacífica a la democracia y permitirle abandonar el cargo con dignidad, escribe el diario británico.
"Mubarak y el rey Abdulá son no sólo aliados sino amigos íntimos, y el Rey no va a permitir que humillen a su amigo", dijo a 'The Times' una destacada fuente saudí.
El periódico británico afirma haber confirmado con dos fuentes el contenido de la llamada que hizo el monarca saudí cuatro días después de que los egipcios se lanzaran a la calle para exigir la salida de Mubarak.
La línea dura que ha adoptado Riad en este tema, señala el diario, obedece a la preocupación saudí por la presteza con la que los gobiernos occidentales parecieron querer desembarazarse de Mubarak nada más comenzar las protestas populares, sin tener en cuenta lo que puede pasar después.
Baluarte de la estabilidad
"Con Egipto sumido en el caos, el reino saudí es el único aliado importante que le queda a Washington en el mundo árabe y los saudíes quieren que los americanos no lo olviden", dijo una fuente.
Egipto es el cuarto mayor receptor de ayuda de EEUU después de Afganistán, Pakistán e Israel, y la mayor parte de ese dinero va a las Fuerzas Armadas.
Riad teme cada vez más a Irán y sus aliados de Hamas y Hizbulá y el final del régimen de Mubarak significaría la eliminación no sólo de un aliado clave tanto de Arabia Saudí y de EEUU sino un baluarte contra el expansionismo iraní, dice 'The Times'.
El pasado 20 de junio, el rey Abdulá instó por teléfono al presidente de EEUU, Barack Obama, a que no humille a Mubarak y advirtió de que Arabia Saudí estaba dispuesto a apoyar a El Cairo si Washington ponía fin a su ayuda de 1.500 millones de dólares anuales a ese país.
Arabia Saudí, el más estrecho aliado de EEUU en el golfo, ha dejado claro al Gobierno de Washington que debe dejar a Mubarak que presida el proceso de transición pacífica a la democracia y permitirle abandonar el cargo con dignidad, escribe el diario británico.
"Mubarak y el rey Abdulá son no sólo aliados sino amigos íntimos, y el Rey no va a permitir que humillen a su amigo", dijo a 'The Times' una destacada fuente saudí.
El periódico británico afirma haber confirmado con dos fuentes el contenido de la llamada que hizo el monarca saudí cuatro días después de que los egipcios se lanzaran a la calle para exigir la salida de Mubarak.
La línea dura que ha adoptado Riad en este tema, señala el diario, obedece a la preocupación saudí por la presteza con la que los gobiernos occidentales parecieron querer desembarazarse de Mubarak nada más comenzar las protestas populares, sin tener en cuenta lo que puede pasar después.
Baluarte de la estabilidad
"Con Egipto sumido en el caos, el reino saudí es el único aliado importante que le queda a Washington en el mundo árabe y los saudíes quieren que los americanos no lo olviden", dijo una fuente.
Egipto es el cuarto mayor receptor de ayuda de EEUU después de Afganistán, Pakistán e Israel, y la mayor parte de ese dinero va a las Fuerzas Armadas.
Riad teme cada vez más a Irán y sus aliados de Hamas y Hizbulá y el final del régimen de Mubarak significaría la eliminación no sólo de un aliado clave tanto de Arabia Saudí y de EEUU sino un baluarte contra el expansionismo iraní, dice 'The Times'.