Alerta en media Italia por los altos niveles de contaminación
Roma, El País
Milán, Roma, Turín y Nápoles han tomado hoy medidas urgentes para intentar afrontar la emergencia de la polución. Las cuatro ciudades más importantes de Italia presentan niveles de contaminación altísimos. Según el grupo ecologista Legambiente, el más destacado de Italia, 55 urbes del país de las 87 controladas estaban en 2010 en niveles superiores a lo que marca la ley. Milán se halla en este momento fuera de la normativa europea, con casi 200 microgramos de polvo en suspensión (PM10) por metro cúbico, y ha agotado ya, desde el 1 de enero, los 36 días de exceso anual que permite la directiva europea.
Tras prohibir durante dos domingos seguidos el tráfico rodado en la ciudad, sin resultados apreciables, la asamblea de alcaldes de la provincia de Milán ha decidido hoy suprimir esa medida, prolongar la prohibición total de circular a los coches sujetos al Ecopass (el sistema de pago diario para los autos más contaminantes) y reducir, a partir de este lunes, la velocidad en las carreteras locales desde los 90 kilómetros por hora hasta los 70. Esta medida solo entrará en vigor cuando estén instaladas las nuevas señales de tráfico. La norma ha sido discutida por las asociaciones de conductores: afirman que aumentará los atascos.
Mientras tanto, los Verdes han invitado a los ciudadanos milaneses a iniciar acciones legales contra el Ayuntamiento para pedir indemnizaciones por los daños a la salud que causa el smog (niebla de contaminación). En los últimos días, la población ha comenzado a sentir los efectos en la salud, y los hospitales pediátricos han mostrado largas colas de niños con dificultades respiratorias.
La improvisación y el ensayo/error parecen presidir la gestión política de la emergencia. Los alcaldes milaneses han decidido este jueves no introducir las matrículas alternas hasta que la vecina Brescia, que ya está probando ese sistema, compruebe si da resultados o no. Croci recuerda que su concejalía fue cerrada hace un año por la alcaldesa de la capital lombarda, Letizia Moratti, "porque la política consideraba que el proyecto para reducir la polución era demasiado rápido y radical". Las cercanas elecciones de esta primavera son probablemente la razón.
Mientras los expertos y algunos políticos como el gobernador de Lombardía, Roberto Formigoni, reclaman al Gobierno un plan nacional para combatir la contaminación, las ciudades ponen parches más o menos efectistas. La solución común es limitar el tráfico a los vehículos más contaminantes, pero muy pocos ciudadanos parecen conocer o cumplir las ordenanzas. Roma ha prohibido hoy el tráfico a los vehículos de gasolina euro 0 y diesel 1, 2 y 3, sin el menor resultado visible: en el centro nadie controlaba y el volumen de coches era más alto que en un día normal, seguramente por la huelga de metro y autobús. En Nápoles, se ha limitado el tráfico para hoy y mañana entre las 7.30 y las 17.30, pero no se ha publicitado la medida y quizá por eso no se nota.
Bérgamo cerrará el centro histórico a los coches entre las 10.00 y las 18.00. Y Turín y su periferia industrial restringirán el tráfico rodado el domingo 20 de febrero (iba a ser el 13 pero se ha retrasado una semana).
Nápoles ha decidido también hoy mismo vetar la circulación de coches que consumen gasoil euro 4 y metano, y la de motos que queman combustibles euro 2 y euro 3. Los autos diesel 2 y 3 podrán circular solamente si a bordo viajan tres personas como mínimo. En paralelo, el Ayuntamiento ha subido un 20% el precio de los transportes públicos urbanos, y para completar la vena surrealista, los instrumentos de medición afirman que el lugar más contaminado de la ciudad es el bosque de Capodimonte, que en teoría es el enclave más verde.
El último informe sobre contaminación de Legambiente revela que el polvo en suspensión invadió en 2010 especialmente Nápoles (156 días por encima de la media tolerada de 50 mg/m3), Turín (151), Ancona (129) y Ravenna (126). Siguen en la lista Milán (108 días), Roma (67) y la acuática Venecia (60). Los valores europeos solo consienten un máximo de 36 días al año con niveles superiores a los 50 microgramos de PM10.
En cuanto al ozono, las cosas no están mejor: más de la mitad de las ciudades italianas controladas (32 de 50) superaron el año pasado el límite de 120 microgramos/m3. Los niveles más críticos se registran siempre en la próspera llanura norteña, con ocho ciudades sobre 10 por encima de los números legales.
Milán, Roma, Turín y Nápoles han tomado hoy medidas urgentes para intentar afrontar la emergencia de la polución. Las cuatro ciudades más importantes de Italia presentan niveles de contaminación altísimos. Según el grupo ecologista Legambiente, el más destacado de Italia, 55 urbes del país de las 87 controladas estaban en 2010 en niveles superiores a lo que marca la ley. Milán se halla en este momento fuera de la normativa europea, con casi 200 microgramos de polvo en suspensión (PM10) por metro cúbico, y ha agotado ya, desde el 1 de enero, los 36 días de exceso anual que permite la directiva europea.
Tras prohibir durante dos domingos seguidos el tráfico rodado en la ciudad, sin resultados apreciables, la asamblea de alcaldes de la provincia de Milán ha decidido hoy suprimir esa medida, prolongar la prohibición total de circular a los coches sujetos al Ecopass (el sistema de pago diario para los autos más contaminantes) y reducir, a partir de este lunes, la velocidad en las carreteras locales desde los 90 kilómetros por hora hasta los 70. Esta medida solo entrará en vigor cuando estén instaladas las nuevas señales de tráfico. La norma ha sido discutida por las asociaciones de conductores: afirman que aumentará los atascos.
Mientras tanto, los Verdes han invitado a los ciudadanos milaneses a iniciar acciones legales contra el Ayuntamiento para pedir indemnizaciones por los daños a la salud que causa el smog (niebla de contaminación). En los últimos días, la población ha comenzado a sentir los efectos en la salud, y los hospitales pediátricos han mostrado largas colas de niños con dificultades respiratorias.
La improvisación y el ensayo/error parecen presidir la gestión política de la emergencia. Los alcaldes milaneses han decidido este jueves no introducir las matrículas alternas hasta que la vecina Brescia, que ya está probando ese sistema, compruebe si da resultados o no. Croci recuerda que su concejalía fue cerrada hace un año por la alcaldesa de la capital lombarda, Letizia Moratti, "porque la política consideraba que el proyecto para reducir la polución era demasiado rápido y radical". Las cercanas elecciones de esta primavera son probablemente la razón.
Mientras los expertos y algunos políticos como el gobernador de Lombardía, Roberto Formigoni, reclaman al Gobierno un plan nacional para combatir la contaminación, las ciudades ponen parches más o menos efectistas. La solución común es limitar el tráfico a los vehículos más contaminantes, pero muy pocos ciudadanos parecen conocer o cumplir las ordenanzas. Roma ha prohibido hoy el tráfico a los vehículos de gasolina euro 0 y diesel 1, 2 y 3, sin el menor resultado visible: en el centro nadie controlaba y el volumen de coches era más alto que en un día normal, seguramente por la huelga de metro y autobús. En Nápoles, se ha limitado el tráfico para hoy y mañana entre las 7.30 y las 17.30, pero no se ha publicitado la medida y quizá por eso no se nota.
Bérgamo cerrará el centro histórico a los coches entre las 10.00 y las 18.00. Y Turín y su periferia industrial restringirán el tráfico rodado el domingo 20 de febrero (iba a ser el 13 pero se ha retrasado una semana).
Nápoles ha decidido también hoy mismo vetar la circulación de coches que consumen gasoil euro 4 y metano, y la de motos que queman combustibles euro 2 y euro 3. Los autos diesel 2 y 3 podrán circular solamente si a bordo viajan tres personas como mínimo. En paralelo, el Ayuntamiento ha subido un 20% el precio de los transportes públicos urbanos, y para completar la vena surrealista, los instrumentos de medición afirman que el lugar más contaminado de la ciudad es el bosque de Capodimonte, que en teoría es el enclave más verde.
El último informe sobre contaminación de Legambiente revela que el polvo en suspensión invadió en 2010 especialmente Nápoles (156 días por encima de la media tolerada de 50 mg/m3), Turín (151), Ancona (129) y Ravenna (126). Siguen en la lista Milán (108 días), Roma (67) y la acuática Venecia (60). Los valores europeos solo consienten un máximo de 36 días al año con niveles superiores a los 50 microgramos de PM10.
En cuanto al ozono, las cosas no están mejor: más de la mitad de las ciudades italianas controladas (32 de 50) superaron el año pasado el límite de 120 microgramos/m3. Los niveles más críticos se registran siempre en la próspera llanura norteña, con ocho ciudades sobre 10 por encima de los números legales.