Wikileaks: Una veintena de políticos haitianos tienen vínculos con el tráfico de drogas
Madrid, El País
La Misión de Estabilización de Naciones Unidas en Haití (MINUSTAH), integrada por 12.000 militares y agentes de policía, deberá permanecer en el país hasta finales de 2013 si se quiera garantizar su gobernabilidad, dar seguridad a sus habitantes y combatir la corrupción rampante de un pueblo destruido por el seísmo en el que todavía viven en chabolas 800.000 personas, según señala un cable confidencial del Departamento de Estado norteamericano redactado por su embajada en Puerto Príncipe antes de la tragedia.
El documento está clasificado por la embajadora norteamericana Janet A. Sanderson y describe una imagen apocalíptica de caos, inseguridad y rapiña en la que no se libra ni el Parlamento haitiano, del que se asegura que "una veintena de diputados y senadores tiene vínculos con el tráfico de drogas". No se aportan los nombres de estos políticos ni se facilita ninguna pista que ayude a su identificación. En el terremoto, cuyo primer aniversario se acaba de cumplir, murieron 230.000 haitianos.
EE UU describe un panorama desolador si los efectivos de Naciones Unidas salen de Haití antes de que el país se estabilice. El cable asegura que "las estructuras de las bandas están debilitadas, pero no eliminadas de Puerto Príncipe, y que las ciudades de Cabo Haitiano y Gonaives, que se sublevaron contra el presidente Bertrand Aristide en 2004 movilizadas por ex militares rebeldes podrían generar nuevas revueltas. "Si las bandas resurgen, podemos asistir al renacimiento de políticas ligadas a grupos armados que durante el régimen de Aristide asesinaron a sus opositores". "Si esos factores produjeron gran inestabilidad, numerosos haitianos intentarían embarcarse y alcanzar EE UU, como hicieron en los años noventa".
MINUSTAH se estableció el 1 de junio de 2004 mediante una resolución del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. Es la sucesora de la denominada Fuerza Multinacional Provisional autorizada por el mismo organismo en febrero de ese año después de que el presidente Aristide partiera de Haití camino del exilio. Su representante y jefe en la sede de Puerto Príncipe es el guatemalteco Edmond Mulet.
El cable de la embajada está redactado el 1 de octubre de 2008, 15 meses antes del terrible seísmo que ha destruido el país, y reitera que la debilidad de las instituciones haitianas y su vulnerabilidad obligan a que los efectivos de Naciones Unidas permanezcan en el país. Destaca que uno de los principales objetivos de la Misión de Estabilización de Naciones Unidas en Haití es la seguridad por lo que se ha fijado el objetivo de formar antes de 2011 a 14.000 oficiales de policía, aunque estiman que serían necesarios 20.000. La redactora del informe no oculta las dificultades de este proyecto por la falta de capacidad de los agentes haitianos, su inexperiencia y vínculos con la corrupción, una lacra que afecta a casi todas las instituciones del país.
"EE UU tiene gran interés en que se mantenga la presencia de la misión de Naciones Unidas hasta que la seguridad de Haití, sus instituciones judiciales y políticas puedan tener un mínimo nivel de equilibrio y estabilidad política por si mismas", señala el cable. La diplomática norteamericana, ex embajadora en Argelia, destaca que entre los principales países donantes para la estabilización de Haití figuran Canadá, Francia, España y Japón, entre otros. Los efectivos de MINUSTAH en Haití son alrededor de 12.000 agentes, entre soldados, policías, y unos 470 funcionarios internacionales, además de 1.222 nacionales y 226 voluntarios de la ONU.
Haití vive una crisis política que complica todavía más la difícil situación que atraviesa el país. Jude Celestín, yerno del actual presidente, René Préval, y candidato oficialista del partido Unidad, se ha retirado de la carrera presidencial paralizada tras la suspensión de la segunda vuelta electoral. Su renuncia es una de las recomendaciones que recoge el informe de la Organización de Estados Americanos (OEA) que considera que hubo fraude en la primera ronda de las votaciones celebradas el pasado 28 de noviembre. Los resultados definitivos de la primera vuelta se conocerán el 2 de febrero, según ha anunciado el representante de la Misión de Naciones en Haití Edmond Mulet.
La Misión de Estabilización de Naciones Unidas en Haití (MINUSTAH), integrada por 12.000 militares y agentes de policía, deberá permanecer en el país hasta finales de 2013 si se quiera garantizar su gobernabilidad, dar seguridad a sus habitantes y combatir la corrupción rampante de un pueblo destruido por el seísmo en el que todavía viven en chabolas 800.000 personas, según señala un cable confidencial del Departamento de Estado norteamericano redactado por su embajada en Puerto Príncipe antes de la tragedia.
El documento está clasificado por la embajadora norteamericana Janet A. Sanderson y describe una imagen apocalíptica de caos, inseguridad y rapiña en la que no se libra ni el Parlamento haitiano, del que se asegura que "una veintena de diputados y senadores tiene vínculos con el tráfico de drogas". No se aportan los nombres de estos políticos ni se facilita ninguna pista que ayude a su identificación. En el terremoto, cuyo primer aniversario se acaba de cumplir, murieron 230.000 haitianos.
EE UU describe un panorama desolador si los efectivos de Naciones Unidas salen de Haití antes de que el país se estabilice. El cable asegura que "las estructuras de las bandas están debilitadas, pero no eliminadas de Puerto Príncipe, y que las ciudades de Cabo Haitiano y Gonaives, que se sublevaron contra el presidente Bertrand Aristide en 2004 movilizadas por ex militares rebeldes podrían generar nuevas revueltas. "Si las bandas resurgen, podemos asistir al renacimiento de políticas ligadas a grupos armados que durante el régimen de Aristide asesinaron a sus opositores". "Si esos factores produjeron gran inestabilidad, numerosos haitianos intentarían embarcarse y alcanzar EE UU, como hicieron en los años noventa".
MINUSTAH se estableció el 1 de junio de 2004 mediante una resolución del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. Es la sucesora de la denominada Fuerza Multinacional Provisional autorizada por el mismo organismo en febrero de ese año después de que el presidente Aristide partiera de Haití camino del exilio. Su representante y jefe en la sede de Puerto Príncipe es el guatemalteco Edmond Mulet.
El cable de la embajada está redactado el 1 de octubre de 2008, 15 meses antes del terrible seísmo que ha destruido el país, y reitera que la debilidad de las instituciones haitianas y su vulnerabilidad obligan a que los efectivos de Naciones Unidas permanezcan en el país. Destaca que uno de los principales objetivos de la Misión de Estabilización de Naciones Unidas en Haití es la seguridad por lo que se ha fijado el objetivo de formar antes de 2011 a 14.000 oficiales de policía, aunque estiman que serían necesarios 20.000. La redactora del informe no oculta las dificultades de este proyecto por la falta de capacidad de los agentes haitianos, su inexperiencia y vínculos con la corrupción, una lacra que afecta a casi todas las instituciones del país.
"EE UU tiene gran interés en que se mantenga la presencia de la misión de Naciones Unidas hasta que la seguridad de Haití, sus instituciones judiciales y políticas puedan tener un mínimo nivel de equilibrio y estabilidad política por si mismas", señala el cable. La diplomática norteamericana, ex embajadora en Argelia, destaca que entre los principales países donantes para la estabilización de Haití figuran Canadá, Francia, España y Japón, entre otros. Los efectivos de MINUSTAH en Haití son alrededor de 12.000 agentes, entre soldados, policías, y unos 470 funcionarios internacionales, además de 1.222 nacionales y 226 voluntarios de la ONU.
Haití vive una crisis política que complica todavía más la difícil situación que atraviesa el país. Jude Celestín, yerno del actual presidente, René Préval, y candidato oficialista del partido Unidad, se ha retirado de la carrera presidencial paralizada tras la suspensión de la segunda vuelta electoral. Su renuncia es una de las recomendaciones que recoge el informe de la Organización de Estados Americanos (OEA) que considera que hubo fraude en la primera ronda de las votaciones celebradas el pasado 28 de noviembre. Los resultados definitivos de la primera vuelta se conocerán el 2 de febrero, según ha anunciado el representante de la Misión de Naciones en Haití Edmond Mulet.