Obama regresa a Washington con una cargada agenda para 2011
Washington, Agencias
El presidente de EE.UU., Barack Obama, regresa hoy a Washington tras sus vacaciones en Hawai con una agenda cargada para el nuevo año, que incluye una remodelación de su Gobierno y la adaptación a un Congreso de mayor presencia republicana.
Tras diez días de descanso en su estado natal, Obama se reunirá esta tarde con su secretario de Defensa, Robert Gates.
El miércoles verá cómo toma posesión el nuevo Congreso, en el que los republicanos tendrán la mayoría en la Cámara de Representantes y han anunciado que harán lo posible por cancelar algunos de los grandes logros legislativos del presidente, como la reforma sanitaria.
Pero, a bordo del avión presidencial Air Force One rumbo a Washington, Obama instó hoy a los republicanos a que trabajen con él para revitalizar la economía y resistan la tentación de buscar puntos políticos de cara a los comicios presidenciales de 2012.
"Van a cortejar a su base durante un tiempo. Pero estoy muy optimista de que reconocerán que nuestro trabajo es gobernar y asegurar de que estamos creando empleos para el pueblo estadounidense, y que estamos creando una economía competitiva para el siglo XXI", dijo Obama a los periodistas que lo acompañan.
Obama ha prometido que este año buscará tender puentes hacia la oposición, una táctica que a finales de 2010 le consiguió la aprobación de medidas como el nuevo tratado START de desarme nuclear con Rusia.
Entre las áreas donde la Casa Blanca prevé una posible colaboración se encuentra la reforma educativa, donde está pendiente renovar la ley "No Child Left Behind" (Que Ningún Niño Quede Atrás) aprobada durante el mandato de George W. Bush.
Podría también aprovechar la mayoría republicana para sacar adelante los tratados de libre comercio pendientes con Colombia y Panamá, atascados en el Congreso ante la oposición demócrata.
Pero la agenda legislativa de Obama puede chocar con los republicanos en áreas como la reforma migratoria, en particular el proyecto de ley conocido como "DREAM Act", que fue bloqueado en el Senado pero que el mandatario ha prometido continuar impulsando.
Esa medida permitiría la legalización de los estudiantes indocumentados que completen estudios universitarios o se enrolen en las Fuerzas Armadas.
Donde se esperan las batallas más duras, sin embargo, es en el área de las medidas contra el déficit presupuestario.
Aunque Obama asegura que quiere recortar este déficit, en torno a los 1,5 billones de dólares, también arguye que acometer medidas radicales en estos momentos pondría en peligro la incipiente recuperación económica.
En cambio, los republicanos, que basaron buena parte de su campaña electoral para los comicios legislativos del pasado noviembre en la austeridad fiscal, aseguran que promoverán la medidas para reducir el déficit de inmediato.
Pero al tiempo que Obama y los republicanos buscan una fórmula para cohabitar o declararse la guerra, el presidente tiene también muchas otras anotaciones en su agenda.
La semana que viene recibirá en la Casa Blanca al presidente francés, Nicolas Sarkozy, y dentro de quince días será el anfitrión de la visita de Estado del presidente chino, Hu Jintao, con quien abordará asuntos como las exportaciones de metales raros, los derechos humanos, la situación en Corea del Norte o la cotización del yuan.
Por otra parte, Obama ya ha comenzado a preparar su discurso sobre el Estado de la Unión, que pronunciará a finales de este mes ante ambas cámaras del Congreso y en el que expondrá sus prioridades legislativas para este año. Para mediados de febrero prevé presentar asimismo su propuesta de presupuesto federal.
Además, el presidente prepara una remodelación de su Gobierno que comenzará esta misma semana o a principios de la próxima, cuando se espera que nombre al nuevo presidente del Consejo de Asesores Económicos, un puesto que quedó vacante después de que Larry Summers se marchara en diciembre.
Entre los nombres que se barajan figuran el banquero de inversiones Roger Altman, el rector de la Universidad de Yale Richard Levin, y Gene Sperling, del Departamento del Tesoro.
Por otra parte, según los medios estadounidenses, Obama también baraja nombrar como jefe de Gabinete a William Daley, secretario de Comercio durante el mandato de Bill Clinton, en sustitución de Peter Rouse, quien ocupa el cargo de modo interino.
Además, durante este mes el actual asesor político de Obama, David Axelrod, regresará a Chicago para comenzar los preparativos de la campaña electoral de 2012 y se espera que le reemplace David Plouffe, el estratega de la campaña de 2008.
Otros cambios podrían afectar al portavoz de la Casa Blanca, Robert Gibbs, o -de modo no inminente- a personalidades del Gabinete como Gates, quien ya ha indicado que abandonará el cargo este año.
El presidente de EE.UU., Barack Obama, regresa hoy a Washington tras sus vacaciones en Hawai con una agenda cargada para el nuevo año, que incluye una remodelación de su Gobierno y la adaptación a un Congreso de mayor presencia republicana.
Tras diez días de descanso en su estado natal, Obama se reunirá esta tarde con su secretario de Defensa, Robert Gates.
El miércoles verá cómo toma posesión el nuevo Congreso, en el que los republicanos tendrán la mayoría en la Cámara de Representantes y han anunciado que harán lo posible por cancelar algunos de los grandes logros legislativos del presidente, como la reforma sanitaria.
Pero, a bordo del avión presidencial Air Force One rumbo a Washington, Obama instó hoy a los republicanos a que trabajen con él para revitalizar la economía y resistan la tentación de buscar puntos políticos de cara a los comicios presidenciales de 2012.
"Van a cortejar a su base durante un tiempo. Pero estoy muy optimista de que reconocerán que nuestro trabajo es gobernar y asegurar de que estamos creando empleos para el pueblo estadounidense, y que estamos creando una economía competitiva para el siglo XXI", dijo Obama a los periodistas que lo acompañan.
Obama ha prometido que este año buscará tender puentes hacia la oposición, una táctica que a finales de 2010 le consiguió la aprobación de medidas como el nuevo tratado START de desarme nuclear con Rusia.
Entre las áreas donde la Casa Blanca prevé una posible colaboración se encuentra la reforma educativa, donde está pendiente renovar la ley "No Child Left Behind" (Que Ningún Niño Quede Atrás) aprobada durante el mandato de George W. Bush.
Podría también aprovechar la mayoría republicana para sacar adelante los tratados de libre comercio pendientes con Colombia y Panamá, atascados en el Congreso ante la oposición demócrata.
Pero la agenda legislativa de Obama puede chocar con los republicanos en áreas como la reforma migratoria, en particular el proyecto de ley conocido como "DREAM Act", que fue bloqueado en el Senado pero que el mandatario ha prometido continuar impulsando.
Esa medida permitiría la legalización de los estudiantes indocumentados que completen estudios universitarios o se enrolen en las Fuerzas Armadas.
Donde se esperan las batallas más duras, sin embargo, es en el área de las medidas contra el déficit presupuestario.
Aunque Obama asegura que quiere recortar este déficit, en torno a los 1,5 billones de dólares, también arguye que acometer medidas radicales en estos momentos pondría en peligro la incipiente recuperación económica.
En cambio, los republicanos, que basaron buena parte de su campaña electoral para los comicios legislativos del pasado noviembre en la austeridad fiscal, aseguran que promoverán la medidas para reducir el déficit de inmediato.
Pero al tiempo que Obama y los republicanos buscan una fórmula para cohabitar o declararse la guerra, el presidente tiene también muchas otras anotaciones en su agenda.
La semana que viene recibirá en la Casa Blanca al presidente francés, Nicolas Sarkozy, y dentro de quince días será el anfitrión de la visita de Estado del presidente chino, Hu Jintao, con quien abordará asuntos como las exportaciones de metales raros, los derechos humanos, la situación en Corea del Norte o la cotización del yuan.
Por otra parte, Obama ya ha comenzado a preparar su discurso sobre el Estado de la Unión, que pronunciará a finales de este mes ante ambas cámaras del Congreso y en el que expondrá sus prioridades legislativas para este año. Para mediados de febrero prevé presentar asimismo su propuesta de presupuesto federal.
Además, el presidente prepara una remodelación de su Gobierno que comenzará esta misma semana o a principios de la próxima, cuando se espera que nombre al nuevo presidente del Consejo de Asesores Económicos, un puesto que quedó vacante después de que Larry Summers se marchara en diciembre.
Entre los nombres que se barajan figuran el banquero de inversiones Roger Altman, el rector de la Universidad de Yale Richard Levin, y Gene Sperling, del Departamento del Tesoro.
Por otra parte, según los medios estadounidenses, Obama también baraja nombrar como jefe de Gabinete a William Daley, secretario de Comercio durante el mandato de Bill Clinton, en sustitución de Peter Rouse, quien ocupa el cargo de modo interino.
Además, durante este mes el actual asesor político de Obama, David Axelrod, regresará a Chicago para comenzar los preparativos de la campaña electoral de 2012 y se espera que le reemplace David Plouffe, el estratega de la campaña de 2008.
Otros cambios podrían afectar al portavoz de la Casa Blanca, Robert Gibbs, o -de modo no inminente- a personalidades del Gabinete como Gates, quien ya ha indicado que abandonará el cargo este año.