Guerra de aviones frente a las gigantes Boeing y Airbus estallará ante el surgimiento de industrias
Nueva York, Abi
China y Brasil preparan el inicio de una guerra en la industria aeronáutica para enfrentarse a los grandes duopolios estadounidenses y europeos, representados por las empresas Airbus y Boeing.
De acuerdo con un informe publicado en el diario El Mercurio de Chile, durante décadas los aviones de Airbus y Boeing dominaron el aire, pero ahora tendrán al frente a las industrias aeronáuticas de China, Rusia, Canadá y el propio Brasil.
El presidente de la empresa Airbus, Thomas Enders, alertó esta semana sobre ese nuevo escenario ante las nuevas industrias que pretenden emerger en los cielos del mundo.
Según los especialistas, el país que ha intensificado el crecimiento de su industria de aviones es China con el fin de quebrar el predominio europeo-estadounidense
Los chinos ya cuentan con un prototipo de avión para sacar la cara frente a los europeos y estadounidenses. Se trata del Comac C919, cuya salida oficial a los cielos está prevista para el año 2016. Ya tiene varios encargos de adquisición.
Boeing estima que China necesitará en las dos próximas décadas 4.330 aviones nuevos, por un valor de unos 480.000 millones de dólares. Sólo en Estados Unidos la demanda es mayor.
"China es uno los mercados de aviación que crecen más rápido en el mundo", afirma el vicepresidente de Marketing de Boeing, Randy Tinseth.
Airbus ya cuenta con su propia fábrica de montaje en China. "No vamos a beneficiarnos automáticamente", indicó Enders. "Debemos desarrollar nuestra presencia en los mercados emergentes, tanto en lo que se refiere el planeamiento de proyectos como a la producción".
El informe agrega que en total Boeing estima que en los próximos 20 años se venderán 30.900 aviones en todo el mundo. Airbus pronostica una demanda de 25.850 aeronaves.
Según los pronósticos, las aerolíneas gastarán entre 3.200 y 6.000 millones de dólares para las nuevas adquisiciones.
Este negocio no sólo lo quieren aprovechar los chinos. Prácticamente pasando desapercibidas por la opinión pública, desde hace tiempo surcan los cielos aviones fabricados por la empresa brasileña Embraer y la canadiense Bombardier.
También Japón y Rusia tienen ambiciones en este sector. Mitsubishi Heavy Industries construye un pequeño jet de pasajeros, mientras que Rusia apuesta al Superjet 100, el primer avión desarrollado tras la caída de la Unión Soviética y producido en serie.
En 2016, Rusia ofrecerá también el MS-21, un avión para transportar más de 200 pasajeros, lo que constituye un reto para Airbus y Boeing.
De acuerdo con un informe publicado en el diario El Mercurio de Chile, durante décadas los aviones de Airbus y Boeing dominaron el aire, pero ahora tendrán al frente a las industrias aeronáuticas de China, Rusia, Canadá y el propio Brasil.
El presidente de la empresa Airbus, Thomas Enders, alertó esta semana sobre ese nuevo escenario ante las nuevas industrias que pretenden emerger en los cielos del mundo.
Según los especialistas, el país que ha intensificado el crecimiento de su industria de aviones es China con el fin de quebrar el predominio europeo-estadounidense
Los chinos ya cuentan con un prototipo de avión para sacar la cara frente a los europeos y estadounidenses. Se trata del Comac C919, cuya salida oficial a los cielos está prevista para el año 2016. Ya tiene varios encargos de adquisición.
Boeing estima que China necesitará en las dos próximas décadas 4.330 aviones nuevos, por un valor de unos 480.000 millones de dólares. Sólo en Estados Unidos la demanda es mayor.
"China es uno los mercados de aviación que crecen más rápido en el mundo", afirma el vicepresidente de Marketing de Boeing, Randy Tinseth.
Airbus ya cuenta con su propia fábrica de montaje en China. "No vamos a beneficiarnos automáticamente", indicó Enders. "Debemos desarrollar nuestra presencia en los mercados emergentes, tanto en lo que se refiere el planeamiento de proyectos como a la producción".
El informe agrega que en total Boeing estima que en los próximos 20 años se venderán 30.900 aviones en todo el mundo. Airbus pronostica una demanda de 25.850 aeronaves.
Según los pronósticos, las aerolíneas gastarán entre 3.200 y 6.000 millones de dólares para las nuevas adquisiciones.
Este negocio no sólo lo quieren aprovechar los chinos. Prácticamente pasando desapercibidas por la opinión pública, desde hace tiempo surcan los cielos aviones fabricados por la empresa brasileña Embraer y la canadiense Bombardier.
También Japón y Rusia tienen ambiciones en este sector. Mitsubishi Heavy Industries construye un pequeño jet de pasajeros, mientras que Rusia apuesta al Superjet 100, el primer avión desarrollado tras la caída de la Unión Soviética y producido en serie.
En 2016, Rusia ofrecerá también el MS-21, un avión para transportar más de 200 pasajeros, lo que constituye un reto para Airbus y Boeing.