Gates pide un compromiso serio de Pyongyang para reabrir el diálogo
Tokio, Agencias
El secretario de Defensa de EEUU, Robert Gates, culminó hoy en Corea del Sur una intensa gira asiática con un llamamiento a que el régimen comunista norcoreano ponga fin a sus provocaciones y dé pasos "concretos" para un diálogo "serio".
Gates llegó hoy a Seúl desde Tokio en una rápida visita de apenas medio día para demostrar el firme apoyo de Washington a Corea del Sur, que hace menos de dos meses sufrió un inesperado ataque norcoreano que dejó cuatro muertos en una de sus islas.
La inestabilidad en la península coreana ha sido el telón de fondo de una gira de una semana de Gates que le ha llevado además a China y Japón, donde expresó su preocupación por la beligerancia del régimen de Kim Jong-il y le pidió acciones concretas que permitan reabrir un diálogo.
Este mismo mensaje lo repitió hoy en Corea del Sur, país con el que EEUU mantiene una estrecha alianza de seguridad desde el fin de la guerra de Corea (1950-1953) y donde actualmente residen más de 28.000 de sus militares.
En una reunión con su homólogo surcoreano, Kim Kwan-jin, Gates consideró "posible" un acercamiento diplomático a Corea del Norte, pero solo si el imprevisible régimen ofrece pruebas de que está dispuesto a un diálogo "productivo", según la agencia local Yonhap.
Esas señales, tal y como apuntó el ministro norteamericano durante su estancia en Pekín, podrían concretarse en la declaración de una moratoria norcoreana a los ensayos nucleares o de misiles.
Tanto Estados Unidos como Corea del Sur y Japón han expresado su alarma por la carrera armamentística del país comunista, que en 2006 y 2009 realizó dos ensayos nucleares y ha asegurado haber avanzado en el proceso de enriquecimiento de uranio.
Hoy, el presidente surcoreano, Lee Myung-bak, expresó a Gates su preocupación por los informes que apuntan a que el belicista Gobierno norcoreano intenta ampliar al máximo su arsenal militar para abril de 2012.
Ese año se celebrará el centenario del nacimiento del fundador de Corea del Norte, Kim Il-sung, padre del actual líder, Kim Jong-il, y los analistas creen que el país comunista busca consolidar su poderío militar para entonces, según Yonhap.
El propio Gates mostró esta semana en China su inquietud por la carrera armamentístico de Corea del Norte y aseguró que, con el desarrollo de misiles intercontinentales, ese régimen podría convertirse en una "amenaza directa" para EEUU en un plazo de cinco años.
La delicada situación en la península coreana centró también buena parte de las reuniones que Gates mantuvo esta semana con las autoridades de China, principal aliado y benefactor del empobrecido Corea del Norte.
Después de que Pyongyang atacara el pasado noviembre la isla surcoreana de Yeonpyeong, en uno de los incidentes más graves en la península desde el fin de la guerra de Corea (1950-1953), China pidió la reapertura de las negociaciones multinacionales para rebajar la tensión.
Washington, Seúl y sus aliados, desconfiados, rechazan el diálogo y piden que el dictador norcoreano se disculpe por las agresiones contra el Sur en 2010, año en que, además del ataque a Yeonpyeong, hundió en marzo un submarino surcoreano y causó 46 muertos.
En ocasiones anteriores, Corea del Norte ha seguido la estrategia de aumentar la tensión en la península con provocaciones para, acto seguido, acceder a rebajarla a cambio de compensaciones, un juego que Corea del Sur y Washington no quiere que se repita en esta ocasión.
Está previsto que la cuestión norcoreana sea también uno de los temas principales en la reunión que el presidente de EEUU, Barack Obama, mantendrá el próximo miércoles en Washington con el presidente chino, Hu Jintao.
Las dos Coreas están enfrentadas desde el fin del conflicto que separó la península, hace sesenta años, y que concluyó con un armisticio en lugar de un tratado de paz por lo que, técnicamente, siguen en guerra.
El secretario de Defensa de EEUU, Robert Gates, culminó hoy en Corea del Sur una intensa gira asiática con un llamamiento a que el régimen comunista norcoreano ponga fin a sus provocaciones y dé pasos "concretos" para un diálogo "serio".
Gates llegó hoy a Seúl desde Tokio en una rápida visita de apenas medio día para demostrar el firme apoyo de Washington a Corea del Sur, que hace menos de dos meses sufrió un inesperado ataque norcoreano que dejó cuatro muertos en una de sus islas.
La inestabilidad en la península coreana ha sido el telón de fondo de una gira de una semana de Gates que le ha llevado además a China y Japón, donde expresó su preocupación por la beligerancia del régimen de Kim Jong-il y le pidió acciones concretas que permitan reabrir un diálogo.
Este mismo mensaje lo repitió hoy en Corea del Sur, país con el que EEUU mantiene una estrecha alianza de seguridad desde el fin de la guerra de Corea (1950-1953) y donde actualmente residen más de 28.000 de sus militares.
En una reunión con su homólogo surcoreano, Kim Kwan-jin, Gates consideró "posible" un acercamiento diplomático a Corea del Norte, pero solo si el imprevisible régimen ofrece pruebas de que está dispuesto a un diálogo "productivo", según la agencia local Yonhap.
Esas señales, tal y como apuntó el ministro norteamericano durante su estancia en Pekín, podrían concretarse en la declaración de una moratoria norcoreana a los ensayos nucleares o de misiles.
Tanto Estados Unidos como Corea del Sur y Japón han expresado su alarma por la carrera armamentística del país comunista, que en 2006 y 2009 realizó dos ensayos nucleares y ha asegurado haber avanzado en el proceso de enriquecimiento de uranio.
Hoy, el presidente surcoreano, Lee Myung-bak, expresó a Gates su preocupación por los informes que apuntan a que el belicista Gobierno norcoreano intenta ampliar al máximo su arsenal militar para abril de 2012.
Ese año se celebrará el centenario del nacimiento del fundador de Corea del Norte, Kim Il-sung, padre del actual líder, Kim Jong-il, y los analistas creen que el país comunista busca consolidar su poderío militar para entonces, según Yonhap.
El propio Gates mostró esta semana en China su inquietud por la carrera armamentístico de Corea del Norte y aseguró que, con el desarrollo de misiles intercontinentales, ese régimen podría convertirse en una "amenaza directa" para EEUU en un plazo de cinco años.
La delicada situación en la península coreana centró también buena parte de las reuniones que Gates mantuvo esta semana con las autoridades de China, principal aliado y benefactor del empobrecido Corea del Norte.
Después de que Pyongyang atacara el pasado noviembre la isla surcoreana de Yeonpyeong, en uno de los incidentes más graves en la península desde el fin de la guerra de Corea (1950-1953), China pidió la reapertura de las negociaciones multinacionales para rebajar la tensión.
Washington, Seúl y sus aliados, desconfiados, rechazan el diálogo y piden que el dictador norcoreano se disculpe por las agresiones contra el Sur en 2010, año en que, además del ataque a Yeonpyeong, hundió en marzo un submarino surcoreano y causó 46 muertos.
En ocasiones anteriores, Corea del Norte ha seguido la estrategia de aumentar la tensión en la península con provocaciones para, acto seguido, acceder a rebajarla a cambio de compensaciones, un juego que Corea del Sur y Washington no quiere que se repita en esta ocasión.
Está previsto que la cuestión norcoreana sea también uno de los temas principales en la reunión que el presidente de EEUU, Barack Obama, mantendrá el próximo miércoles en Washington con el presidente chino, Hu Jintao.
Las dos Coreas están enfrentadas desde el fin del conflicto que separó la península, hace sesenta años, y que concluyó con un armisticio en lugar de un tratado de paz por lo que, técnicamente, siguen en guerra.