Estado boliviano evaluará situación en Cerro Rico de Potosí
Por Isabel Soto Mayedo, La Paz, PL
Una comisión estatal evaluará las consecuencias del desplome de la cima del legendario Cerro Rico de Potosí, ocurrido el miércoles anterior, confirmaron hoy fuentes gubernamentales bolivianas.
El hundimiento provocó la pérdida de la forma cónica de la montaña más célebre de los Andes suramericanos, donde la extracción minera continuó desde los tiempos de la dominación colonial española en la región y con iguales técnicas de explotación.
También cayeron una decena de antenas de radio, televisión y telefonía celular, como resultado de la apertura de un cráter en la cima del cerro de 17 metros de diámetro y 22 metros de profundidad.
El hecho derivó del desplome de miles de toneladas de tierra, supuestamente a causa de la erosión provocada por la explotación de minerales.
La comisión gubernamental analizará el terreno para "identificar qué es lo que se puede hacer", expresó el viceministro de Minería y Metalurgia, Héctor Córdova.
El Cerro Rico de Potosí, explotado todavía por cooperativas de mineros privados, fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, en 1987.
La significativa reserva mineral del cerro fue descubierta de manera accidental por el indígena Diego Huallpa, cuando encendió una fogata para mitigar el frío andino, a inicios del siglo XVI.
Desde entonces y hasta el siglo XIX, los conquistadores españoles extrajeron de sus entrañas alrededor de 60 mil millones de toneladas de oro, suficiente para tender un puente entre la andina Potosí y Madrid, capital de metropolitana, al decir del ensayista uruguayo Eduardo Galeano.
En Las venas abiertas de América Latina este asegura que a finales de la decimosexta centuria, Potosí era la tercera ciudad más poblada del mundo, detrás de París y Londres, debido a su economía próspera de la plata.
Con este metal, pavimentaron las calles de la ciudad minera, abastecieron a la Europa renacentista y financiaron la expedición de la Armada Invencible española contra la Inglaterra de Isabel I, en 1588.
La cuenca minera potosina formaba el complejo industrial más vasto del mundo en el siglo XVI, pero desde ese entonces, las técnicas de la minería local apenas evolucionaron.
Una comisión estatal evaluará las consecuencias del desplome de la cima del legendario Cerro Rico de Potosí, ocurrido el miércoles anterior, confirmaron hoy fuentes gubernamentales bolivianas.
El hundimiento provocó la pérdida de la forma cónica de la montaña más célebre de los Andes suramericanos, donde la extracción minera continuó desde los tiempos de la dominación colonial española en la región y con iguales técnicas de explotación.
También cayeron una decena de antenas de radio, televisión y telefonía celular, como resultado de la apertura de un cráter en la cima del cerro de 17 metros de diámetro y 22 metros de profundidad.
El hecho derivó del desplome de miles de toneladas de tierra, supuestamente a causa de la erosión provocada por la explotación de minerales.
La comisión gubernamental analizará el terreno para "identificar qué es lo que se puede hacer", expresó el viceministro de Minería y Metalurgia, Héctor Córdova.
El Cerro Rico de Potosí, explotado todavía por cooperativas de mineros privados, fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, en 1987.
La significativa reserva mineral del cerro fue descubierta de manera accidental por el indígena Diego Huallpa, cuando encendió una fogata para mitigar el frío andino, a inicios del siglo XVI.
Desde entonces y hasta el siglo XIX, los conquistadores españoles extrajeron de sus entrañas alrededor de 60 mil millones de toneladas de oro, suficiente para tender un puente entre la andina Potosí y Madrid, capital de metropolitana, al decir del ensayista uruguayo Eduardo Galeano.
En Las venas abiertas de América Latina este asegura que a finales de la decimosexta centuria, Potosí era la tercera ciudad más poblada del mundo, detrás de París y Londres, debido a su economía próspera de la plata.
Con este metal, pavimentaron las calles de la ciudad minera, abastecieron a la Europa renacentista y financiaron la expedición de la Armada Invencible española contra la Inglaterra de Isabel I, en 1588.
La cuenca minera potosina formaba el complejo industrial más vasto del mundo en el siglo XVI, pero desde ese entonces, las técnicas de la minería local apenas evolucionaron.