El vicepresidente de EEUU dice que seguirán más allá de 2014 en Afganistán si el Gobierno lo requiere
Kabul, Agencias
Estados Unidos seguirá en Afganistán más allá de la fecha en que las fuerzas afganas deben asumir la seguridad, en 2014, si el Gobierno y el pueblo afganos así lo requieren, dijo hoy en Kabul el vicepresidente estadounidense, Joe Biden.
"Si el pueblo afgano lo quiere, los EEUU están preparados y no se marcharán en 2014. Esperamos entregar a las fuerzas afganas la capacidad de mantener la seguridad, pero no nos marcharemos si no queréis que lo hagamos", expuso a la prensa Biden poco antes de abandonar Kabul tras una breve visita sorpresa al país asiático.
Acompañado del presidente afgano, Hamid Karzai, con quien se había reunido previamente en el Palacio presidencial de Kabul, el vicepresidente estadounidense recordó que para EEUU es un "objetivo crucial" conseguir "un Afganistán estable y soberano que no sea un refugio de terroristas".
"Tenemos la estrategia y los recursos para cumplir el objetivo de un Afganistán estable e independiente, capaz de suministrarse su propia seguridad", sostuvo Biden.
Tras haberse desplegado a lo largo de 2010 una serie de refuerzos para impulsar la resolución del conflicto, las tropas internacionales, con EEUU a la cabeza, tienen previsto comenzar el próximo julio a retirarse gradualmente y a traspasar la competencia de la seguridad al Ejército y Policía del país centro-asiático.
De acuerdo con la hoja de ruta, las fuerzas afganas deberán haber asumido plenamente esta responsabilidad en 2014, aunque la OTAN ha garantizado que mantendrá cierta presencia tras esa fecha.
Con la intensificación de las ofensivas contra los insurgentes, el año pasado fue el más mortífero para las tropas extranjeras (711 soldados fallecidos) desde la invasión estadounidense y la caída del régimen talibán en 2001.
Los actos de violencia son especialmente frecuentes en el cinturón suroriental del país, donde predomina la etnia pastún, la propia de los talibanes, pero los insurgentes cuentan cada vez con mayor presencia en el resto de Afganistán.
Biden aplaudió hoy en su comparecencia ante la prensa los progresos hechos por las tropas internacionales y afganas en el campo de batalla durante los últimos meses.
Este optimismo no obstante no le impidió admitir que su país y la Alianza Atlántica tienen una difícil tarea por delante.
"Hemos parado en gran medida el impulso de los talibanes en zonas importantes como Helmand y Kandahar. Pero estos éxitos son frágiles y reversibles", dijo el político estadounidense acerca de los bastiones integristas del sur afgano en los que se lanzaron sendas grandes operaciones en 2010.
Biden subrayó que "quedan muchos días duros" y afirmó que para conservar el apoyo del pueblo tiene que haber una mejora en los servicios básicos y en la transparencia, al tiempo que animó a fortalecer las instituciones y avanzar en la estrategia de reconciliación con los elementos moderados de los talibanes.
Y también apostó por seguir trabajando estrechamente con el vecino Pakistán, al que Washington está presionando desde hace meses para que lance una operación contra el feudo integrista de Waziristán del Norte, donde se refugia una de las facciones más radicales de los insurgentes afganos, la "red Haqqani".
En su visita de apenas un día a Afganistán, la primera desde que asumió la vicepresidencia hace dos años, Biden se reunió con Karzai y con otros representantes militares y civiles afganos, y se desplazó a un centro de adiestramiento de fuerzas locales, según un comunicado de la embajada estadounidense en Kabul.
El pasado diciembre ya visitaron el país centro-asiático el propio presidente de EEUU, Barack Obama, y el secretario de Defensa, Robert Gates, con el objetivo de elevar la moral de las tropas antes de las fechas Navidad.
Estados Unidos seguirá en Afganistán más allá de la fecha en que las fuerzas afganas deben asumir la seguridad, en 2014, si el Gobierno y el pueblo afganos así lo requieren, dijo hoy en Kabul el vicepresidente estadounidense, Joe Biden.
"Si el pueblo afgano lo quiere, los EEUU están preparados y no se marcharán en 2014. Esperamos entregar a las fuerzas afganas la capacidad de mantener la seguridad, pero no nos marcharemos si no queréis que lo hagamos", expuso a la prensa Biden poco antes de abandonar Kabul tras una breve visita sorpresa al país asiático.
Acompañado del presidente afgano, Hamid Karzai, con quien se había reunido previamente en el Palacio presidencial de Kabul, el vicepresidente estadounidense recordó que para EEUU es un "objetivo crucial" conseguir "un Afganistán estable y soberano que no sea un refugio de terroristas".
"Tenemos la estrategia y los recursos para cumplir el objetivo de un Afganistán estable e independiente, capaz de suministrarse su propia seguridad", sostuvo Biden.
Tras haberse desplegado a lo largo de 2010 una serie de refuerzos para impulsar la resolución del conflicto, las tropas internacionales, con EEUU a la cabeza, tienen previsto comenzar el próximo julio a retirarse gradualmente y a traspasar la competencia de la seguridad al Ejército y Policía del país centro-asiático.
De acuerdo con la hoja de ruta, las fuerzas afganas deberán haber asumido plenamente esta responsabilidad en 2014, aunque la OTAN ha garantizado que mantendrá cierta presencia tras esa fecha.
Con la intensificación de las ofensivas contra los insurgentes, el año pasado fue el más mortífero para las tropas extranjeras (711 soldados fallecidos) desde la invasión estadounidense y la caída del régimen talibán en 2001.
Los actos de violencia son especialmente frecuentes en el cinturón suroriental del país, donde predomina la etnia pastún, la propia de los talibanes, pero los insurgentes cuentan cada vez con mayor presencia en el resto de Afganistán.
Biden aplaudió hoy en su comparecencia ante la prensa los progresos hechos por las tropas internacionales y afganas en el campo de batalla durante los últimos meses.
Este optimismo no obstante no le impidió admitir que su país y la Alianza Atlántica tienen una difícil tarea por delante.
"Hemos parado en gran medida el impulso de los talibanes en zonas importantes como Helmand y Kandahar. Pero estos éxitos son frágiles y reversibles", dijo el político estadounidense acerca de los bastiones integristas del sur afgano en los que se lanzaron sendas grandes operaciones en 2010.
Biden subrayó que "quedan muchos días duros" y afirmó que para conservar el apoyo del pueblo tiene que haber una mejora en los servicios básicos y en la transparencia, al tiempo que animó a fortalecer las instituciones y avanzar en la estrategia de reconciliación con los elementos moderados de los talibanes.
Y también apostó por seguir trabajando estrechamente con el vecino Pakistán, al que Washington está presionando desde hace meses para que lance una operación contra el feudo integrista de Waziristán del Norte, donde se refugia una de las facciones más radicales de los insurgentes afganos, la "red Haqqani".
En su visita de apenas un día a Afganistán, la primera desde que asumió la vicepresidencia hace dos años, Biden se reunió con Karzai y con otros representantes militares y civiles afganos, y se desplazó a un centro de adiestramiento de fuerzas locales, según un comunicado de la embajada estadounidense en Kabul.
El pasado diciembre ya visitaron el país centro-asiático el propio presidente de EEUU, Barack Obama, y el secretario de Defensa, Robert Gates, con el objetivo de elevar la moral de las tropas antes de las fechas Navidad.