El tiroteo de Arizona deja seis muertos y conmociona a EE.UU.
Washington, Agencias
El tiroteo que tuvo lugar hoy en Tucson (Arizona) contra la congresista demócrata Gabrielle Giffords y otras 18 personas y que se ha saldado con seis muertos, entre ellos una niña y un juez federal, ha conmocionado a EE.UU..
Giffords permanece en estado crítico en el hospital University Medical Center de Tucson donde fue intervenida por un equipo de neurocirujanos a raíz de un balazo que le atravesó el cerebro. Pese a la gravedad, los médicos que la atienden se confesaron "muy optimistas" con su evolución.
Varios medios estadounidenses, entre ellos la Radio Pública Nacional (NPR) y la cadena de televisión CNN, informaron en un primer momento que había muerto, lo que originó una gran confusión.
La congresista ha estado en el punto de mira del movimiento ultraconservador Tea Party y expresó su preocupación por la incendiaria retórica política en el país tras los ataques contra su oficina en Tucson después de la aprobación de la reforma sanitaria impulsada por la Casa Blanca y que ella respaldó.
"Es importante que todos los líderes (...) digan: 'Miren, no podemos respaldar esto'", aseguró entonces la congresista en declaraciones a la cadena de televisión MSNBC.
Sylvia Lee, una amiga de Giffords, dijo hoy a CNN que había recibido numerosas amenazas.
El sheriff de Arizona Clarence Dupnik denunció también hoy el virulento clima político que existe en EE.UU. sobre todo en el estado de Arizona, epicentro del acalorado debate migratorio en el país y promotor de una ley para criminalizar a los indocumentados.
"Nos hemos convertido en la meca del prejuicio y la intolerancia", lamentó el sheriff, quien añadió que EE.UU. necesita realizar una reflexión colectiva sobre la enrarecida atmósfera política del país.
Un grupo de vecinos de Tucson celebra esta noche una vigilia con velas frente al hospital en el que Giffords lucha por su vida.
Los medios estadounidenses han identificado a Jared Lee Loughner, un joven de 22 años, como el sospechoso de la matanza. Loughner se encuentra bajo custodia policial.
Dupnik no identificó hoy al autor de la matanza, aunque sí dijo creer que este no actuó en solitario.
El sheriff dijo que el individuo bajo custodia policial podría tener problemas mentales y señaló que es precisamente la gente desequilibrada la que es más "susceptible" de caer en la trampa de la intolerancia.
Giffords participaba esta mañana en un acto con votantes frente a un supermercado de Arizona, el estado al que representa en la Cámara de Representantes desde enero del 2007, cuando recibió un balazo en la cabeza desde una distancia de poco más de un metro.
Una niña de nueve años murió a raíz del incidente y el juez federal John Roll también perdió la vida durante el tiroteo.
Roll había participado en varios casos sobre inmigración y también había recibido amenazas.
El presidente de EE.UU., Barack Obama, condenó hoy duramente el incidente al igual que lo hicieron los líderes de ambos partidos en el Congreso.
Obama compareció ante las cámaras en la Casa Blanca donde prometió llegar hasta el fondo de lo ocurrido e informó que el director del FBI Robert Mueller dirigirá la investigación sobre el terreno en Tucson.
"Todavía no sabemos lo que provocó este acto atroz", afirmó.
El presidente de la Cámara de Representantes, el republicano John Boehner, y la líder de la minoría demócrata en la Cámara Baja, Nancy Pelosi, también denunciaron lo sucedido.
"Estoy horrorizado por el ataque sin sentido contra la congresista Gabrielle Giffords y miembros de su equipo", dijo Boehner.
Pelosi calificó el tiroteo de "acto terrible de violencia" y una "tragedia nacional".
Desde Arizona, la gobernadora del estado, Jan Brewer, aseguró tener el "corazón roto" y calificó lo ocurrido como "una tragedia increíble", en línea con lo señalado por el senador republicano por Arizona John McCain, de visita oficial en Colombia.
"Estoy profundamente apenado y conmocionado por la tragedia que ha golpeado mi estado", indicó McCain en un comunicado.
El diario The Washington Post recordó hoy que un manifestante acudió en agosto armado a un acto celebrado en Douglas, Arizona por Giffords. La policía quedó alertada después de que la pistola que portaba cayese al suelo.
La Policía del Capitolio estadounidense, encargada de garantizar la seguridad de los legisladores, pidió hoy a los congresistas que adopten "medidas razonables y prudentes sobre su seguridad".
Giffords, una demócrata moderada que fue reelegida en noviembre para un tercer mandato en el Congreso, es una defensora de la reforma migratoria, la investigación con células madre y las energías renovables.
La congresista ha servido en el Comité de Servicios Armados de la Cámara Baja, así como en los de Ciencia y Tecnología.
Antes de llegar a Washington sirvió cinco años, del 2000 al 2005, en la asamblea legislativa de Arizona.
Giffords, de 40 años, está casada con el astronauta Mark Kelly.
El tiroteo que tuvo lugar hoy en Tucson (Arizona) contra la congresista demócrata Gabrielle Giffords y otras 18 personas y que se ha saldado con seis muertos, entre ellos una niña y un juez federal, ha conmocionado a EE.UU..
Giffords permanece en estado crítico en el hospital University Medical Center de Tucson donde fue intervenida por un equipo de neurocirujanos a raíz de un balazo que le atravesó el cerebro. Pese a la gravedad, los médicos que la atienden se confesaron "muy optimistas" con su evolución.
Varios medios estadounidenses, entre ellos la Radio Pública Nacional (NPR) y la cadena de televisión CNN, informaron en un primer momento que había muerto, lo que originó una gran confusión.
La congresista ha estado en el punto de mira del movimiento ultraconservador Tea Party y expresó su preocupación por la incendiaria retórica política en el país tras los ataques contra su oficina en Tucson después de la aprobación de la reforma sanitaria impulsada por la Casa Blanca y que ella respaldó.
"Es importante que todos los líderes (...) digan: 'Miren, no podemos respaldar esto'", aseguró entonces la congresista en declaraciones a la cadena de televisión MSNBC.
Sylvia Lee, una amiga de Giffords, dijo hoy a CNN que había recibido numerosas amenazas.
El sheriff de Arizona Clarence Dupnik denunció también hoy el virulento clima político que existe en EE.UU. sobre todo en el estado de Arizona, epicentro del acalorado debate migratorio en el país y promotor de una ley para criminalizar a los indocumentados.
"Nos hemos convertido en la meca del prejuicio y la intolerancia", lamentó el sheriff, quien añadió que EE.UU. necesita realizar una reflexión colectiva sobre la enrarecida atmósfera política del país.
Un grupo de vecinos de Tucson celebra esta noche una vigilia con velas frente al hospital en el que Giffords lucha por su vida.
Los medios estadounidenses han identificado a Jared Lee Loughner, un joven de 22 años, como el sospechoso de la matanza. Loughner se encuentra bajo custodia policial.
Dupnik no identificó hoy al autor de la matanza, aunque sí dijo creer que este no actuó en solitario.
El sheriff dijo que el individuo bajo custodia policial podría tener problemas mentales y señaló que es precisamente la gente desequilibrada la que es más "susceptible" de caer en la trampa de la intolerancia.
Giffords participaba esta mañana en un acto con votantes frente a un supermercado de Arizona, el estado al que representa en la Cámara de Representantes desde enero del 2007, cuando recibió un balazo en la cabeza desde una distancia de poco más de un metro.
Una niña de nueve años murió a raíz del incidente y el juez federal John Roll también perdió la vida durante el tiroteo.
Roll había participado en varios casos sobre inmigración y también había recibido amenazas.
El presidente de EE.UU., Barack Obama, condenó hoy duramente el incidente al igual que lo hicieron los líderes de ambos partidos en el Congreso.
Obama compareció ante las cámaras en la Casa Blanca donde prometió llegar hasta el fondo de lo ocurrido e informó que el director del FBI Robert Mueller dirigirá la investigación sobre el terreno en Tucson.
"Todavía no sabemos lo que provocó este acto atroz", afirmó.
El presidente de la Cámara de Representantes, el republicano John Boehner, y la líder de la minoría demócrata en la Cámara Baja, Nancy Pelosi, también denunciaron lo sucedido.
"Estoy horrorizado por el ataque sin sentido contra la congresista Gabrielle Giffords y miembros de su equipo", dijo Boehner.
Pelosi calificó el tiroteo de "acto terrible de violencia" y una "tragedia nacional".
Desde Arizona, la gobernadora del estado, Jan Brewer, aseguró tener el "corazón roto" y calificó lo ocurrido como "una tragedia increíble", en línea con lo señalado por el senador republicano por Arizona John McCain, de visita oficial en Colombia.
"Estoy profundamente apenado y conmocionado por la tragedia que ha golpeado mi estado", indicó McCain en un comunicado.
El diario The Washington Post recordó hoy que un manifestante acudió en agosto armado a un acto celebrado en Douglas, Arizona por Giffords. La policía quedó alertada después de que la pistola que portaba cayese al suelo.
La Policía del Capitolio estadounidense, encargada de garantizar la seguridad de los legisladores, pidió hoy a los congresistas que adopten "medidas razonables y prudentes sobre su seguridad".
Giffords, una demócrata moderada que fue reelegida en noviembre para un tercer mandato en el Congreso, es una defensora de la reforma migratoria, la investigación con células madre y las energías renovables.
La congresista ha servido en el Comité de Servicios Armados de la Cámara Baja, así como en los de Ciencia y Tecnología.
Antes de llegar a Washington sirvió cinco años, del 2000 al 2005, en la asamblea legislativa de Arizona.
Giffords, de 40 años, está casada con el astronauta Mark Kelly.