Chávez se declara dispuesto a renunciar a sus poderes especiales en mayo
Caracas, El País
Nuevo Parlamento, nueva vida. El presidente venezolano, Hugo Chávez, mostró anoche su rostro más conciliador en su primera comparecencia ante la Asamblea Nacional surgida de las elecciones legislativas del pasado septiembre, en las que los partidos de oposición volvieron al hemiciclo después de cinco años fuera por decisión propia (no concurrieron a los comicios de 2005 en un intento fallido de boicotearlos). Lejos del tono exhibido en los últimos días cuando llamó a sus diputados a "triturar" a sus adversarios, el mandatario empezó su discurso, de siete horas, asegurando que la vuelta de los diputados adversarios es una circunstancia "maravillosa" y llamando al diálogo para abandonar la "demonización" mutua. Y lo remató con una inesperada declaración de intenciones: se mostró dispuesto a renunciar en mayor a los "controvertidos" poderes especiales que la Asamblea le concedió el pasado diciembre.
El anterior Parlamento concedió poderes especiales a Chávez a través de una Ley Habilitante para atender a los damnificados de las inundaciones del pasado otoño. La oposición descalificó esos poderes por ser concedidos tres semanas antes de que la Asamblea finalizara sus funciones y diera paso a la nueva, en la que el oficialismo mantiene mayoría absoluta pero ya no cualificada (dos tercios), necesaria para aprobar leyes orgánicas. "Os la devuelvo. No tengo ningún problema. Voy a trabajar más duro y más rápido", dijo Chávez hoy.
Los diputados de la oposición, que asistieron mudos y no replicaron a Chávez durante su intervención, saludaron después ante la prensa la oferta, aunque pidieron más límites a las áreas en las que puede legislar el mandatario sin control parlamentario. E insistieron en que los poderes deben ser usados únicamente para lo que fueron otorgados: ayudar a los afectados por las lluvias.
El tono conciliador de Chávez se notó también en sus referencias a Estados Unidos. El presidente dijo que espera una rectificación por parte de Obama para salir del momento de enfriamiento de las relaciones tras retirar el plácet al embajador estadounidense, Larry Palmer.
Nuevo Parlamento, nueva vida. El presidente venezolano, Hugo Chávez, mostró anoche su rostro más conciliador en su primera comparecencia ante la Asamblea Nacional surgida de las elecciones legislativas del pasado septiembre, en las que los partidos de oposición volvieron al hemiciclo después de cinco años fuera por decisión propia (no concurrieron a los comicios de 2005 en un intento fallido de boicotearlos). Lejos del tono exhibido en los últimos días cuando llamó a sus diputados a "triturar" a sus adversarios, el mandatario empezó su discurso, de siete horas, asegurando que la vuelta de los diputados adversarios es una circunstancia "maravillosa" y llamando al diálogo para abandonar la "demonización" mutua. Y lo remató con una inesperada declaración de intenciones: se mostró dispuesto a renunciar en mayor a los "controvertidos" poderes especiales que la Asamblea le concedió el pasado diciembre.
El anterior Parlamento concedió poderes especiales a Chávez a través de una Ley Habilitante para atender a los damnificados de las inundaciones del pasado otoño. La oposición descalificó esos poderes por ser concedidos tres semanas antes de que la Asamblea finalizara sus funciones y diera paso a la nueva, en la que el oficialismo mantiene mayoría absoluta pero ya no cualificada (dos tercios), necesaria para aprobar leyes orgánicas. "Os la devuelvo. No tengo ningún problema. Voy a trabajar más duro y más rápido", dijo Chávez hoy.
Los diputados de la oposición, que asistieron mudos y no replicaron a Chávez durante su intervención, saludaron después ante la prensa la oferta, aunque pidieron más límites a las áreas en las que puede legislar el mandatario sin control parlamentario. E insistieron en que los poderes deben ser usados únicamente para lo que fueron otorgados: ayudar a los afectados por las lluvias.
El tono conciliador de Chávez se notó también en sus referencias a Estados Unidos. El presidente dijo que espera una rectificación por parte de Obama para salir del momento de enfriamiento de las relaciones tras retirar el plácet al embajador estadounidense, Larry Palmer.