Al menos cuatro muertos y seis desaparecidos en una riada en Queensland

Toowooba, El País
Al menos cuatro personas han muerto este lunes y seis se encuentran desaparecidas en una riada que se ha producido en la localidad de Toowooba, en el Estado australiano de Queensland, el más afectado por las graves inundaciones que sufre el país desde hace un mes. Este es el balance ofrecido por las autoridades, aunque la cadena ABC habla de hasta siete fallecidos. Las intensas lluvias han provocado un torrente de agua -que algunos no han dudado en tildar de tsunami- que ha arrastrado a personas y coches por las calles de esta localidad del sureste de Queensland y ha arrasado viviendas. Las aguas, según la ABC, que ha emitido unas imágenes escalofriantes, se dirigen ahora hacia Lowood, al este de Toowoomba y a unos 65 kilómetros de Brisbane y se teme que afecten a los niveles de agua en esta ciudad, la tercera del país, y a Ipswich. Las autoridades temen que la cifra final de víctimas mortales suba, con más de una veintena de poblaciones afectadas o amenazadas por las inundaciones.

Según el diario local The Chronicle, entre las víctimas se encuentran una madre y su hijo de 13 años que se encontraban en un coche cuando fueron arrastradas por una tromba de agua y lodo de dos metros de altura que ha atravesado el centro de Toowoomba, el más afectado. La Policía ha encontrado también otros dos cuerpos, al parecer de otro adulto y un niño, en la localidad de Murphy's Creek, en Queensland. De acuerdo con la prensa, hay al menos otros seis desaparecidos, entre ellos tres niños en Gatton, a unos 40 kilómetros al este de Toowoomba, una población rural de unos 90.000 habitantes. Está en marcha una operación de rescate, pero el mal tiempo está complicando las labores de búsqueda. Dos helicópteros se han unido a las operaciones de rescate de personas atrapadas por el agua en sus vehículos o en oficinas y viviendas.

"Un diluvio extraordinario"

En Toowoomba, las autoridades han tenido la precaución de evacuar a tiempo la residencia de ancianos, el centro comercial y la biblioteca, lugar este último por donde unos testigos han visto desaparecer arrastrados por la corriente un depósito de agua y parte de un puente de madera. En este sentido, el Departamento de Seguridad Comunitaria ha emitido una alerta de emergencia en la que advierte a los ciudadanos de que para las próximas horas se esperan intensas lluvias y recomienda la evacuación a "las personas que viven en las zonas bajas a terrenos más elevados" en las zonas este, sur y oeste de la localidad como como Gatton, Laidley y Forest Hil, en el Valle de Lockyer, al oeste de Brisbane, o Chincilla. La capital del estado, Brisbane, también se encuentra amenazada por las riadas y muchos vecinos protegían hoy sus propiedades con sacos de arena. El Gobierno regional quiere evitar que se repita en el área metropolitana de Brisbane las inundaciones de 1974, cuando 14 personas murieron, 300 resultaron heridas y 6.700 casas quedaron anegadas.

La primera ministra de Queensland, Anna Bligh, ha reconocido que el Estado está viviendo "su hora más dura". "Lo ocurrido en Toowoomba sólo puede describirse como una naturaleza salvaje, un diluvio extraordinario que prácticamente llegó de la nada", ha opinado, para reconocer que la situación es "desesperada". Según ha relatado el comisario de la Policía, Bob Atkinson, "lo que golpeó Toowoomba podría describirse como un tsunami terrestre instantáneo, con un gran muro de agua que ha arrasado el valle de Lockyer". Los equipos de emergencia, ha precisado, están tratando de comprobar "si hay alguien atrapado" en todos los vehículos que se han visto arrastrados. "Estamos haciendo todo lo que podemos esta noche, pero es prácticamente imposible completarlo durante la noche", ha reconocido.

Por su parte, el alcalde de Toowoomba, Peter Taylor, ha relatado que la ciudad está en estado de shock. "Es una escena de desastre real", ha señalado. "Ha muerto gente, no se cuántos en este momento, pero sí se que al menos una persona ha perdido la vida y que hay muchísima destrucción", ha añadido en una primera valoración. Por su parte, el alcalde de Lockyer Valley, Steve Jones, ha lamentado que nadie tuvo tiempo de prepararse para lo que se avecinaba. "Algunas casas han sido arrancadas de sus cimientos y literalmente se han ido río abajo", ha ilustrado, calificando lo sucedido de "horroroso".

Los sectores agrícola, minero y turístico son los que más sufren los daños provocados por la catástrofe natural, que según los cálculos de las autoridades superarán los 5.000 millones de dólares (3.800 millones de euros). El Gobierno ha desembolsado hasta la fecha cuatro millones de dólares (tres millones de euros) en ayudar a los 200.000 damnificados y ha aprobado un fondo especial de casi 77 millones de dólares (59,5 millones de euros) para las administraciones municipales. Las peores inundaciones en el noreste de Australia en medio siglo comenzaron el mes pasado y han causado hasta ahora 15 muertos con los de hoy, 5.000 evacuados, 1.200 viviendas anegadas y casi 11.000 dañadas en 40 comunidades de Queensand.

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