WikiLeaks revela presión sobre escuchas telefónicas de Estados Unidos
Redacción
BBC Mundo
El gobierno dijo lamentar "los malentendidos de las autoridades estadounidenses".
Nuevos cables diplomáticos de Estados Unidos dados a conocer a través del sitio de filtraciones en internet WikiLeaks sugieren que los gobiernos han presionado a la agencia antidrogas de ese país (DEA) para extender los servicios de escuchas telefónicas.
Tras la publicación de los cables secretos, el periódico estadounidense The New York Times indicó que los gobiernos querían información sobre sus adversarios políticos.
Panamá y Paraguay son dos de las naciones citadas.
El gobierno de Panamá señaló que la solicitud del presidente, Ricardo Martinelli, en torno a escuchas telefónicas habían sido "malinterpretadas" por el enviado de EE.UU.
En un cable fechado en agosto de 2009, se informa que el presidente Martinelli "envió a la embajadora un mensaje críptico a través de un teléfono celular BlackBerry que decía: 'Necesito ayuda para pinchar teléfonos'".
A continuación, la entonces embajadora de EE.UU. en Panamá, Barbara Stephenson, afirmó: "Hizo referencia a varios grupos e individuos cuyas llamadas creía que debían ser intervenidas y claramente no hizo distinción entre quienes eran objetivo legítimo, por cuestiones de seguridad, y entre sus enemigos políticos".
La oficina del presidente panameño dio a conocer un comunicado en el que dice que el gobierno "lamenta los malentendidos de las autoridades estadounidenses. La petición de asistencia fue hecha en el marco de la lucha contra el crimen, el tráfico de droga y el crimen organizado".
"Nunca pedimos ayuda para pinchar teléfonos de políticos. Cualquier interpretación en ese sentido es completamente errónea", agrega el comunicado.
"Sin opción viable"
En un cable de febrero de 2010, la DEA intenta resistir una petición formulada por el gobierno en Asunción para espiar a la guerrilla del Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP), acusada de una serie de secuestros.
El periódico The New York Times informó que la DEA tiene 87 oficinas en 63 países y que muchos gobiernos están ansiosos de aprovechar la avanzada tecnología de espionaje utilizada por la agencia.
El periódico The New York Times sostiene que cuando diplomáticos de EE.UU. se lo impidieron, el ministro del Interior de Paraguay, Rafael Filizzola, amenazó con cerrar el servicio.
Los diplomáticos finalmente accedieron a permitir escuchas telefónicas vinculadas a operaciones antisecuestro bajo determinadas circunstancias.
"Hemos navegado con cuidado esta situación políticamente muy sensible y pegajosa. Parece que no tenemos otra opción viable", dice un cable.
Antes de que se diera a conocer esta información, el gobierno de Paraguay se había pronunciado con respecto a los documentos publicados en Wikileaks que mencionan al país. Durante una conferencia de prensa en la sede del Ejecutivo, Filizzola indicó que el gobierno no haría comentarios con respecto a la información “que supuestamente proviene del Departamento de Estado de EE.UU. y de sus distintas embajadas”.
"Incineración falsa"
The New York Times también informó que la DEA tiene 87 oficinas en 63 países y que muchos gobiernos están ansiosos de aprovechar la avanzada tecnología de espionaje utilizada por la agencia.
El vocero de la DEA Lawrence Payne expresó el sábado que no podía comentar sobre las filtraciones ya que los cables son considerados información clasificada.
En otro cable de octubre de 2009, el secretario de Defensa de México, General Guillermo Galván, es citado diciendo que no confía en otros organismos de aplicación de la ley de su país en lo vinculado al trabajo de lucha contra la droga, debido a las fugas y la corrupción.
Una serie de cables revelan la magnitud de la participación de altos funcionarios en el tráfico de drogas en algunos países.
En un cable fechado en marzo de 2008, diplomáticos de EE.UU. en Guinea, informan que una supuesta incineración de drogas era una farsa.
El cable dice: "El evento fue una verdadera revelación y una fachada. La incineración fue un intento ridículo por parte del (gobierno de Guinea) de demostrar que existe una campaña de aplicación de la ley contra el narcotráfico. Si se demostró algo, fue que la influencia de los traficantes 'ha alcanzado los más altos niveles del gobierno'".
El sitio en internet WikiLeaks -junto con varios importantes medios de comunicación- actualmente publica decenas de miles de filtraciones de cables diplomáticos de Estados Unidos.
BBC Mundo
El gobierno dijo lamentar "los malentendidos de las autoridades estadounidenses".
Nuevos cables diplomáticos de Estados Unidos dados a conocer a través del sitio de filtraciones en internet WikiLeaks sugieren que los gobiernos han presionado a la agencia antidrogas de ese país (DEA) para extender los servicios de escuchas telefónicas.
Tras la publicación de los cables secretos, el periódico estadounidense The New York Times indicó que los gobiernos querían información sobre sus adversarios políticos.
Panamá y Paraguay son dos de las naciones citadas.
El gobierno de Panamá señaló que la solicitud del presidente, Ricardo Martinelli, en torno a escuchas telefónicas habían sido "malinterpretadas" por el enviado de EE.UU.
En un cable fechado en agosto de 2009, se informa que el presidente Martinelli "envió a la embajadora un mensaje críptico a través de un teléfono celular BlackBerry que decía: 'Necesito ayuda para pinchar teléfonos'".
A continuación, la entonces embajadora de EE.UU. en Panamá, Barbara Stephenson, afirmó: "Hizo referencia a varios grupos e individuos cuyas llamadas creía que debían ser intervenidas y claramente no hizo distinción entre quienes eran objetivo legítimo, por cuestiones de seguridad, y entre sus enemigos políticos".
La oficina del presidente panameño dio a conocer un comunicado en el que dice que el gobierno "lamenta los malentendidos de las autoridades estadounidenses. La petición de asistencia fue hecha en el marco de la lucha contra el crimen, el tráfico de droga y el crimen organizado".
"Nunca pedimos ayuda para pinchar teléfonos de políticos. Cualquier interpretación en ese sentido es completamente errónea", agrega el comunicado.
"Sin opción viable"
En un cable de febrero de 2010, la DEA intenta resistir una petición formulada por el gobierno en Asunción para espiar a la guerrilla del Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP), acusada de una serie de secuestros.
El periódico The New York Times informó que la DEA tiene 87 oficinas en 63 países y que muchos gobiernos están ansiosos de aprovechar la avanzada tecnología de espionaje utilizada por la agencia.
El periódico The New York Times sostiene que cuando diplomáticos de EE.UU. se lo impidieron, el ministro del Interior de Paraguay, Rafael Filizzola, amenazó con cerrar el servicio.
Los diplomáticos finalmente accedieron a permitir escuchas telefónicas vinculadas a operaciones antisecuestro bajo determinadas circunstancias.
"Hemos navegado con cuidado esta situación políticamente muy sensible y pegajosa. Parece que no tenemos otra opción viable", dice un cable.
Antes de que se diera a conocer esta información, el gobierno de Paraguay se había pronunciado con respecto a los documentos publicados en Wikileaks que mencionan al país. Durante una conferencia de prensa en la sede del Ejecutivo, Filizzola indicó que el gobierno no haría comentarios con respecto a la información “que supuestamente proviene del Departamento de Estado de EE.UU. y de sus distintas embajadas”.
"Incineración falsa"
The New York Times también informó que la DEA tiene 87 oficinas en 63 países y que muchos gobiernos están ansiosos de aprovechar la avanzada tecnología de espionaje utilizada por la agencia.
El vocero de la DEA Lawrence Payne expresó el sábado que no podía comentar sobre las filtraciones ya que los cables son considerados información clasificada.
En otro cable de octubre de 2009, el secretario de Defensa de México, General Guillermo Galván, es citado diciendo que no confía en otros organismos de aplicación de la ley de su país en lo vinculado al trabajo de lucha contra la droga, debido a las fugas y la corrupción.
Una serie de cables revelan la magnitud de la participación de altos funcionarios en el tráfico de drogas en algunos países.
En un cable fechado en marzo de 2008, diplomáticos de EE.UU. en Guinea, informan que una supuesta incineración de drogas era una farsa.
El cable dice: "El evento fue una verdadera revelación y una fachada. La incineración fue un intento ridículo por parte del (gobierno de Guinea) de demostrar que existe una campaña de aplicación de la ley contra el narcotráfico. Si se demostró algo, fue que la influencia de los traficantes 'ha alcanzado los más altos niveles del gobierno'".
El sitio en internet WikiLeaks -junto con varios importantes medios de comunicación- actualmente publica decenas de miles de filtraciones de cables diplomáticos de Estados Unidos.