Nueva York sigue llorando a John Lennon treinta años después
Nueva York, Agencias
La ausencia de John Lennon hizo llorar hoy otra vez a Nueva York, donde cientos de personas le recordaban en el 30 aniversario de su asesinato y acudían al lugar donde hace ya tres décadas recibió cuatro tiros a bocajarro a manos de un fan cuando salía de su residencia junto a Central Park.
"Si estuviera vivo hablaría aún más fuerte, su música sería diez veces mejor y seguiría hablándole al mundo sobre paz. Yo pido todos los días la paz, porque él ya no puede hacerlo", dijo hoy a Efe Ayrton Dos Santos, un emocionado neoyorquino que acudió, con una camiseta de su ídolo repleta de chapas, a las puertas del edificio Dakota.
La entrada de ese emblemático edificio, donde la noche del 8 de diciembre de 1980 Mark David Champan, un fan de 25 años obsesionado con la novela "El guardián entre el centeno", acabó con la vida de Lennon, era hoy lugar de peregrinaje obligado para innumerables seguidores.
Después de mostrar un respetuoso recuerdo en el lugar donde el músico fue disparado, todos ellos se adentraban en "Strawberry Fields", el pacífico jardín de Central Park que acoge un mosaico con la palabra "Imagine", título del tema de Lennon que hizo soñar a una generación con la posibilidad de un mundo mejor.
El memorial, muy cercano al Dakota y que toma su nombre de la canción "Strawberry Fields Forever" de Los Beatles, fue inaugurado en 1985 por la viuda de Lennon, Yoko Ono, y hoy era escenario improvisado de varios grupos de música y solistas que rendían tributo al músico.
Allí un ferviente seguidor del ex Beatle, con un gran cartel que decía "La CIA mató a John Lennon", dijo hoy a Efe que había acudido "para decirle al mundo que quien nos arrebató a ese gran artista, no solo a Estados Unidos sino a todo el mundo, fue nuestro propio Gobierno".
Así, a medida que avanzaba el día, ese lugar se iba abarrotando de un creciente y variopinto grupo de cientos de personas que cantaban y lloraban sin pudor, y colocaban velas y flores en recuerdo del autor de canciones como "Help!" o "A day in the life".
"Estoy aquí por mi amor a John, porque él está todavía muy vivo en nuestros corazones", expresó por su parte Hellen, una seguidora del ex Beatle que se mostró "impresionada" de que tanto tiempo después de su muerte "la gente sigue hoy aquí, recordando a esta persona tan especial".
Lennon tenía 40 años en el momento de su muerte y acababa de reiniciar su carrera con "Double Fantasy", álbum que suponía su vuelta a los estudios, tras cinco años de ausencia para cuidar a su hijo Sean, y del que firmó una copia para el joven que terminó convirtiéndose en su asesino.
La noche en que murió uno de los revolucionarios de la música pop, miles de seguidores acudieron en peregrinación espontánea al Dakota, donde, entre velas, recibieron aturdidos la noticia de la muerte del cantante de Liverpool, algo que muchos repetían hoy.
Además, Nueva York recuerda al Beatle que sintió más propio con concentraciones, conciertos benéficos, proyecciones de documentales y programas de radio, que tratan de devolver a la vida por un día a uno de los iconos más importantes de la cultura popular.
Uno de los homenajes más especiales tiene lugar a través de las ondas radiofónicas con la emisión en diferentes emisoras del programa "John Lennon: The Final Interview", que incluye la última entrevista concedida por el cantante, grabada en su apartamento horas antes de fallecer.
La entrevista, realizada por RKO Radio, quedó registrada en tres horas de grabación y en ella Lennon, acompañado de Yoko Ono, predijo "el fin del imperio financiero" y afirmó que continuaría haciendo música aunque estuviera "muerto y enterrado".
Con la proyección del documental "Gimme some truth: The Making of John Lennon's Imagine Album" el próximo 10 de diciembre en el Paley Center, la ciudad también recordará este fin de semana la creación del álbum más popular de la carrera en solitario de Lennon.
Además, los medios locales recogen esta semana testimonios de personas que estuvieron cerca del cantante el día de su muerte, como el del doctor Stephen Lynn, el médico que atendió de urgencia a Lennon en el Hospital Roosevelt de Nueva York.
Fue él el encargado de anunciar al mundo que, pese a haber tratado durante 25 frenéticos minutos de salvar la vida del músico, su corazón había dejado de latir.
El asesino confeso de Lennon, que en la actualidad tiene 55 años, cumple desde 1981 una condena en la prisión de máxima seguridad de Attica, en el estado de Nueva York, desde donde ha intentado siete veces sin éxito obtener la libertad condicional, la última vez el pasado agosto.
La ausencia de John Lennon hizo llorar hoy otra vez a Nueva York, donde cientos de personas le recordaban en el 30 aniversario de su asesinato y acudían al lugar donde hace ya tres décadas recibió cuatro tiros a bocajarro a manos de un fan cuando salía de su residencia junto a Central Park.
"Si estuviera vivo hablaría aún más fuerte, su música sería diez veces mejor y seguiría hablándole al mundo sobre paz. Yo pido todos los días la paz, porque él ya no puede hacerlo", dijo hoy a Efe Ayrton Dos Santos, un emocionado neoyorquino que acudió, con una camiseta de su ídolo repleta de chapas, a las puertas del edificio Dakota.
La entrada de ese emblemático edificio, donde la noche del 8 de diciembre de 1980 Mark David Champan, un fan de 25 años obsesionado con la novela "El guardián entre el centeno", acabó con la vida de Lennon, era hoy lugar de peregrinaje obligado para innumerables seguidores.
Después de mostrar un respetuoso recuerdo en el lugar donde el músico fue disparado, todos ellos se adentraban en "Strawberry Fields", el pacífico jardín de Central Park que acoge un mosaico con la palabra "Imagine", título del tema de Lennon que hizo soñar a una generación con la posibilidad de un mundo mejor.
El memorial, muy cercano al Dakota y que toma su nombre de la canción "Strawberry Fields Forever" de Los Beatles, fue inaugurado en 1985 por la viuda de Lennon, Yoko Ono, y hoy era escenario improvisado de varios grupos de música y solistas que rendían tributo al músico.
Allí un ferviente seguidor del ex Beatle, con un gran cartel que decía "La CIA mató a John Lennon", dijo hoy a Efe que había acudido "para decirle al mundo que quien nos arrebató a ese gran artista, no solo a Estados Unidos sino a todo el mundo, fue nuestro propio Gobierno".
Así, a medida que avanzaba el día, ese lugar se iba abarrotando de un creciente y variopinto grupo de cientos de personas que cantaban y lloraban sin pudor, y colocaban velas y flores en recuerdo del autor de canciones como "Help!" o "A day in the life".
"Estoy aquí por mi amor a John, porque él está todavía muy vivo en nuestros corazones", expresó por su parte Hellen, una seguidora del ex Beatle que se mostró "impresionada" de que tanto tiempo después de su muerte "la gente sigue hoy aquí, recordando a esta persona tan especial".
Lennon tenía 40 años en el momento de su muerte y acababa de reiniciar su carrera con "Double Fantasy", álbum que suponía su vuelta a los estudios, tras cinco años de ausencia para cuidar a su hijo Sean, y del que firmó una copia para el joven que terminó convirtiéndose en su asesino.
La noche en que murió uno de los revolucionarios de la música pop, miles de seguidores acudieron en peregrinación espontánea al Dakota, donde, entre velas, recibieron aturdidos la noticia de la muerte del cantante de Liverpool, algo que muchos repetían hoy.
Además, Nueva York recuerda al Beatle que sintió más propio con concentraciones, conciertos benéficos, proyecciones de documentales y programas de radio, que tratan de devolver a la vida por un día a uno de los iconos más importantes de la cultura popular.
Uno de los homenajes más especiales tiene lugar a través de las ondas radiofónicas con la emisión en diferentes emisoras del programa "John Lennon: The Final Interview", que incluye la última entrevista concedida por el cantante, grabada en su apartamento horas antes de fallecer.
La entrevista, realizada por RKO Radio, quedó registrada en tres horas de grabación y en ella Lennon, acompañado de Yoko Ono, predijo "el fin del imperio financiero" y afirmó que continuaría haciendo música aunque estuviera "muerto y enterrado".
Con la proyección del documental "Gimme some truth: The Making of John Lennon's Imagine Album" el próximo 10 de diciembre en el Paley Center, la ciudad también recordará este fin de semana la creación del álbum más popular de la carrera en solitario de Lennon.
Además, los medios locales recogen esta semana testimonios de personas que estuvieron cerca del cantante el día de su muerte, como el del doctor Stephen Lynn, el médico que atendió de urgencia a Lennon en el Hospital Roosevelt de Nueva York.
Fue él el encargado de anunciar al mundo que, pese a haber tratado durante 25 frenéticos minutos de salvar la vida del músico, su corazón había dejado de latir.
El asesino confeso de Lennon, que en la actualidad tiene 55 años, cumple desde 1981 una condena en la prisión de máxima seguridad de Attica, en el estado de Nueva York, desde donde ha intentado siete veces sin éxito obtener la libertad condicional, la última vez el pasado agosto.