La población de EEUU aumenta un 9,7 por ciento gracias a los estados del suroeste
Washington, Agencias
La población de Estados Unidos aumentó en la última década un 9,7 por ciento, hasta los 308,7 millones de habitantes, un aumento que parece deberse a la gran presencia hispana en estados del suroeste como Nevada, Arizona o Texas.
La Oficina del Censo de Estados Unidos, que elabora el recuento demográfico cada diez años, anunció hoy la primera hornada de datos, que hablan de 308.745.538 residentes en el país, frente a los 281,4 millones que había en 2000.
Los datos específicos sobre el incremento de la población hispana en EEUU no se harán públicos hasta marzo.
El ritmo de crecimiento de la población fue el más lento desde los años 40, cuyo censo reflejó las dificultades de la Gran Depresión, y se concentró fundamentalmente en los estados del sur, donde la población aumentó un 14,3 por ciento en la última década, y en el oeste, donde subió un 13,8 por ciento.
Los resultados, según coinciden los analistas, suponen buenas noticias para el Partido Republicano, que será el gran beneficiado en la redistribución de los 435 escaños de la Cámara de Representantes que tiene lugar después de cada censo.
Esa operación dotará de cuatro escaños más a Texas, que cuenta con un 20,6 por ciento más de habitantes que en 2000, y dará dos asientos adicionales a Florida, donde viven un 17,6 por ciento más de personas.
Nevada, Arizona, Utah, Washington (estado), Georgia y Carolina del Sur también tendrán un asiento más en la Cámara Baja, que a partir de enero pasa al control de la oposición republicana.
Los perjudicados serán, con un escaño menos, Luisiana, Iowa, Misuri, Illinois, Michigan, Pensilvania, Nueva Jersey y Massachusetts; mientras que Ohio y Nueva York, dañados en los últimos censos, se verán obligados a ceder dos de sus escaños.
Los 32 estados restantes no variarán su representación, incluida California, que por primera vez en la historia del Censo no gana un asiento después de un recuento de población.
Se trata, en cualquier caso, de un dato sorprendente para un estado que ha crecido un 10 por ciento en la pasada década y que sigue siendo el más poblado del país, con 37,2 millones de habitantes.
El estado que más rápido crece es Nevada, con un 35,1 por ciento más de habitantes, que elevan su población a 2,7 millones.
Ese avance, unido a los aumentos en Arizona (un 24,6 por ciento más), Utah (23,8 por ciento) y Texas (20,6 por ciento), refleja la creciente presencia de los hispanos, la mayor minoría del país, a pesar de que los datos específicos sobre su representación no se publicarán hasta marzo.
El formulario del censo, que según la Oficina se ha completado en el 74 por ciento de los hogares del país, no preguntaba a los encuestados por su ciudadanía, con el ánimo de incluir también a los indocumentados.
El impacto político del censo puede llegar hasta la carrera por la Casa Blanca, puesto que sus resultados afectan también al número de votos en los colegios electorales, lo que aumenta la relevancia de los estados más poblados.
Ese proceso puede ensombrecer las perspectivas de los correligionarios del presidente Barack Obama, que en 2008 perdió en Texas y ganó en casi todos los estados que van a ver reducida su representación, incluso en Ohio.
Las consecuencias también serán económicas, ya que el gobierno federal distribuye cada año 400.000 millones de dólares a los estados, en función de sus datos de población.
Según explicó en una conferencia de prensa el director de la Oficina del censo, Robert M. Groves, "alrededor del 60 por ciento de los cambios en la población se deben a aumentos naturales", y el 40 por ciento restante responde a flujos migratorios.
El censo, ideado por Thomas Jefferson en 1790 y cuya estructura actual data de 1940, ha reflejado una tendencia al estancamiento en la población estadounidense en las últimas décadas, que crece a ritmos lentos y tiende a permanecer en su estado.
Entre los territorios que forman parte del censo de EEUU y que han sido contabilizados en esta nueva edición, sólo Puerto Rico, que es un Estado Libre Asociado, y Michigan han perdido población. El caso de la isla caribeña tiene un 2,2 por ciento menos, y en el de Michigan, un 0,6 por ciento.
La población de Estados Unidos aumentó en la última década un 9,7 por ciento, hasta los 308,7 millones de habitantes, un aumento que parece deberse a la gran presencia hispana en estados del suroeste como Nevada, Arizona o Texas.
La Oficina del Censo de Estados Unidos, que elabora el recuento demográfico cada diez años, anunció hoy la primera hornada de datos, que hablan de 308.745.538 residentes en el país, frente a los 281,4 millones que había en 2000.
Los datos específicos sobre el incremento de la población hispana en EEUU no se harán públicos hasta marzo.
El ritmo de crecimiento de la población fue el más lento desde los años 40, cuyo censo reflejó las dificultades de la Gran Depresión, y se concentró fundamentalmente en los estados del sur, donde la población aumentó un 14,3 por ciento en la última década, y en el oeste, donde subió un 13,8 por ciento.
Los resultados, según coinciden los analistas, suponen buenas noticias para el Partido Republicano, que será el gran beneficiado en la redistribución de los 435 escaños de la Cámara de Representantes que tiene lugar después de cada censo.
Esa operación dotará de cuatro escaños más a Texas, que cuenta con un 20,6 por ciento más de habitantes que en 2000, y dará dos asientos adicionales a Florida, donde viven un 17,6 por ciento más de personas.
Nevada, Arizona, Utah, Washington (estado), Georgia y Carolina del Sur también tendrán un asiento más en la Cámara Baja, que a partir de enero pasa al control de la oposición republicana.
Los perjudicados serán, con un escaño menos, Luisiana, Iowa, Misuri, Illinois, Michigan, Pensilvania, Nueva Jersey y Massachusetts; mientras que Ohio y Nueva York, dañados en los últimos censos, se verán obligados a ceder dos de sus escaños.
Los 32 estados restantes no variarán su representación, incluida California, que por primera vez en la historia del Censo no gana un asiento después de un recuento de población.
Se trata, en cualquier caso, de un dato sorprendente para un estado que ha crecido un 10 por ciento en la pasada década y que sigue siendo el más poblado del país, con 37,2 millones de habitantes.
El estado que más rápido crece es Nevada, con un 35,1 por ciento más de habitantes, que elevan su población a 2,7 millones.
Ese avance, unido a los aumentos en Arizona (un 24,6 por ciento más), Utah (23,8 por ciento) y Texas (20,6 por ciento), refleja la creciente presencia de los hispanos, la mayor minoría del país, a pesar de que los datos específicos sobre su representación no se publicarán hasta marzo.
El formulario del censo, que según la Oficina se ha completado en el 74 por ciento de los hogares del país, no preguntaba a los encuestados por su ciudadanía, con el ánimo de incluir también a los indocumentados.
El impacto político del censo puede llegar hasta la carrera por la Casa Blanca, puesto que sus resultados afectan también al número de votos en los colegios electorales, lo que aumenta la relevancia de los estados más poblados.
Ese proceso puede ensombrecer las perspectivas de los correligionarios del presidente Barack Obama, que en 2008 perdió en Texas y ganó en casi todos los estados que van a ver reducida su representación, incluso en Ohio.
Las consecuencias también serán económicas, ya que el gobierno federal distribuye cada año 400.000 millones de dólares a los estados, en función de sus datos de población.
Según explicó en una conferencia de prensa el director de la Oficina del censo, Robert M. Groves, "alrededor del 60 por ciento de los cambios en la población se deben a aumentos naturales", y el 40 por ciento restante responde a flujos migratorios.
El censo, ideado por Thomas Jefferson en 1790 y cuya estructura actual data de 1940, ha reflejado una tendencia al estancamiento en la población estadounidense en las últimas décadas, que crece a ritmos lentos y tiende a permanecer en su estado.
Entre los territorios que forman parte del censo de EEUU y que han sido contabilizados en esta nueva edición, sólo Puerto Rico, que es un Estado Libre Asociado, y Michigan han perdido población. El caso de la isla caribeña tiene un 2,2 por ciento menos, y en el de Michigan, un 0,6 por ciento.