La Navidad destapa las tensiones entre musulmanes y cristianos en Indonesia
Yakarta, Agencias
Pocas semanas después de que grupos musulmanes perpetrasen varios ataques durante ritos cristianos, las fuerzas de seguridad de Indonesia afrontan las navidades con la consigna de proteger las iglesias y los "templos" comerciales.
Desde los atentados en varias iglesias de Yakarta que causaron 18 muertos y decenas de heridos en las navidades del 2000, la Policía refuerza la seguridad en las calles y los lugares públicos de las principales ciudades por estas fechas.
En Yakarta, más de 7.000 policías integran estos días la operación "Vela" y en la turística isla de Bali participan alrededor de 8.000.
Las novedades en esta ocasión son que el Frente de Defensores del Islam (FPI), que pretende implantar la ley coránica en Indonesia, ha ofrecido su protección a las parroquias durante Navidad y Año Nuevo, y que muchos responsables de las mismas han rechazado la ayuda.
Entre las razones aducidas por los líderes cristianos se encuentran los ataques de las últimas semanas durante ritos en media docena de iglesias cristianas, algunos alentados por el FPI, y la historia del propio frente, que incluye la agresión a una manifestación en favor de la tolerancia religiosa en 2008, donde resultaron heridas 30 personas.
No todos se han mostrado tan suspicaces. Litos, el sacerdote principal de la iglesia protestante de Kwitang, en el centro de Yakarta, reconoció a Efe que muchas de las tensiones con musulmanes se deben a que desconocen el cristianismo y aseguró que él acepta la oferta del FPI como un gesto de buena voluntad por su parte.
Pero lo cierto es que la mayoría ha acogido el ofrecimiento del grupo radical como una provocación.
La Comunidad de Iglesias de Yakarta aduce que no necesita la protección del FPI porque sus iglesias se encuentran en la capital, donde la presencia policial es mayor, indicó su portavoz, Dewi.
La Policía ha asegurado que protegerá cada uno de los templos cristianos "legales", sin embargo, como explica el padre Litos, "hay muchas iglesias que no han conseguido licencia para oficiar".
Conocedora de la situación, la Policía lo dejó claro en su explicación del operativo navideño: "Completa protección en las iglesias legales, las que no tengan los permisos, ¿por qué habrían de tenerla?".
En principio, la orden tiene sentido, aunque los religiosos cristianos le dan la vuelta al asunto de la legalidad.
"Cada vez es más difícil conseguir un permiso para construir iglesias, sobre todo en zonas mayoritariamente musulmanas, por lo que muchas se constituyen en edificios de oficinas o centros comerciales, como templos sin permiso, pero que son necesarios para que la gente de la zona tenga un lugar al que acudir", detalló la portavoz de la Comunidad de Iglesias de Yakarta.
El padre Litos aportó otra explicación: "los musulmanes no entienden que hay diferentes ramas dentro del cristianismo y que, por lo tanto, son necesarias diferentes iglesias para cada una de ellas".
"Ellos sólo ven que cada vez proliferan más las iglesias cristianas (unas 1.600 registradas en Yakarta)", añadió.
El cristianismo es la segunda fe con más seguidores en Indonesia, alrededor de un ocho por ciento de los 230 millones de habitantes, lejos del 85 por ciento que cree en el Islam.
Aunque la mayoría de los musulmanes indonesios profesan un Islam moderado, los extremismos han cobrado fuerza desde la caída del régimen del general Suharto (1966-1998).
Como miembro del grupo de Iglesias Cristianas de Indonesia, Litos apuntó que aunque "es cierto que en los últimos años las señales de intolerancia hacia los cristianos están aumentando, también hay cada vez más grupos a favor de la pluralidad religiosa".
Dewi concordó: "el radicalismo crece, sin embargo, también aumenta el número de personas a favor de la diversidad de creencias".
La tensión se hace sentir en fechas tan significativas para la población cristiana y que tiene su impacto en la comunidad islámica.
"El Islam prohíbe molestar a otras religiones, pero los cristianos no deben provocarnos", advirtió el líder del FPI, Rizieq Shihab, a la vez que ofrecía su protección.
Pocas semanas después de que grupos musulmanes perpetrasen varios ataques durante ritos cristianos, las fuerzas de seguridad de Indonesia afrontan las navidades con la consigna de proteger las iglesias y los "templos" comerciales.
Desde los atentados en varias iglesias de Yakarta que causaron 18 muertos y decenas de heridos en las navidades del 2000, la Policía refuerza la seguridad en las calles y los lugares públicos de las principales ciudades por estas fechas.
En Yakarta, más de 7.000 policías integran estos días la operación "Vela" y en la turística isla de Bali participan alrededor de 8.000.
Las novedades en esta ocasión son que el Frente de Defensores del Islam (FPI), que pretende implantar la ley coránica en Indonesia, ha ofrecido su protección a las parroquias durante Navidad y Año Nuevo, y que muchos responsables de las mismas han rechazado la ayuda.
Entre las razones aducidas por los líderes cristianos se encuentran los ataques de las últimas semanas durante ritos en media docena de iglesias cristianas, algunos alentados por el FPI, y la historia del propio frente, que incluye la agresión a una manifestación en favor de la tolerancia religiosa en 2008, donde resultaron heridas 30 personas.
No todos se han mostrado tan suspicaces. Litos, el sacerdote principal de la iglesia protestante de Kwitang, en el centro de Yakarta, reconoció a Efe que muchas de las tensiones con musulmanes se deben a que desconocen el cristianismo y aseguró que él acepta la oferta del FPI como un gesto de buena voluntad por su parte.
Pero lo cierto es que la mayoría ha acogido el ofrecimiento del grupo radical como una provocación.
La Comunidad de Iglesias de Yakarta aduce que no necesita la protección del FPI porque sus iglesias se encuentran en la capital, donde la presencia policial es mayor, indicó su portavoz, Dewi.
La Policía ha asegurado que protegerá cada uno de los templos cristianos "legales", sin embargo, como explica el padre Litos, "hay muchas iglesias que no han conseguido licencia para oficiar".
Conocedora de la situación, la Policía lo dejó claro en su explicación del operativo navideño: "Completa protección en las iglesias legales, las que no tengan los permisos, ¿por qué habrían de tenerla?".
En principio, la orden tiene sentido, aunque los religiosos cristianos le dan la vuelta al asunto de la legalidad.
"Cada vez es más difícil conseguir un permiso para construir iglesias, sobre todo en zonas mayoritariamente musulmanas, por lo que muchas se constituyen en edificios de oficinas o centros comerciales, como templos sin permiso, pero que son necesarios para que la gente de la zona tenga un lugar al que acudir", detalló la portavoz de la Comunidad de Iglesias de Yakarta.
El padre Litos aportó otra explicación: "los musulmanes no entienden que hay diferentes ramas dentro del cristianismo y que, por lo tanto, son necesarias diferentes iglesias para cada una de ellas".
"Ellos sólo ven que cada vez proliferan más las iglesias cristianas (unas 1.600 registradas en Yakarta)", añadió.
El cristianismo es la segunda fe con más seguidores en Indonesia, alrededor de un ocho por ciento de los 230 millones de habitantes, lejos del 85 por ciento que cree en el Islam.
Aunque la mayoría de los musulmanes indonesios profesan un Islam moderado, los extremismos han cobrado fuerza desde la caída del régimen del general Suharto (1966-1998).
Como miembro del grupo de Iglesias Cristianas de Indonesia, Litos apuntó que aunque "es cierto que en los últimos años las señales de intolerancia hacia los cristianos están aumentando, también hay cada vez más grupos a favor de la pluralidad religiosa".
Dewi concordó: "el radicalismo crece, sin embargo, también aumenta el número de personas a favor de la diversidad de creencias".
La tensión se hace sentir en fechas tan significativas para la población cristiana y que tiene su impacto en la comunidad islámica.
"El Islam prohíbe molestar a otras religiones, pero los cristianos no deben provocarnos", advirtió el líder del FPI, Rizieq Shihab, a la vez que ofrecía su protección.