Irán anuncia avances nucleares justo antes de retomar el diálogo con las grandes potencias
Teherán, Agencias
Irán ha afirmado este domingo que ha logrado la autosuficiencia en la producción de polvo de óxido de uranio concentrado, esencial para el enriquecimiento y la generación del combustible nuclear que se usa en las plantas atómicas. Y hace este anuncio un día antes de que el país islámico retome hoy en Ginebra el diálogo sobre el programa nuclear iraní con las potencias mundiales del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas (EE UU, Francia, Rusia, China y Gran Bretaña) y Alemania. El anuncio ha profundizado las preocupaciones de la Casa Blanca, que no se mostró sorprendida por la información, según el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, Mike Hammer.
"Hace unos instantes [por el domingo por la mañana] ha sido llevado desde la fábrica de Bandar Abbas e introducido en la planta de Isfahan. A partir de ahora, Irán ya no tendrá problemas en el suministro de urania", dijo el director del Organismo Iraní de la Energía Atómica, Ali Akbar Salehí, citado por la prensa estatal. El país islámico quiere así recalcar antes del encuentro de Ginebra su determinación de avanzar en sus actividades nucleares para generar energía, aunque Occidente teme que estos esfuerzos están destinados a la construcción de bombas. "De aquí a cinco años, esperamos alcanzar un punto en el que podamos cubrir todas nuestras necesidades nucleares dentro de nuestro propio país", afirmó Salehi.
Irán ya ha avanzado que este aspecto no entrará en las conversaciones multilaterales que comienzan hoy, concebidas meramente como una ronda de acercamiento. Anteriormente, Irán solía comprar a Sudáfrica el mineral en bruto durante los años setenta, pero en virtud de este anuncio el país está evolucionando hacia la autosuficiencia nuclear, en palabras del máximo responsable de la agencia nuclear iraní.
Gran parte de la comunidad internacional, con EE UU e Israel a la cabeza, acusa a Irán de ocultar, bajo su programa nuclear civil, otro de carácter clandestino y objetivos militares cuyo objetivo sería la adquisición de un arsenal atómico, alegación que Teherán rechaza. La negociación quedó rota en noviembre de 2009 después de que el régimen iraní desestimara una propuesta de Washington, Moscú y Londres para intercambiar su uranio al 3,5% por combustible nuclear enriquecido al 20 por ciento para el reactor de investigación que posee en la capital.
En febrero de este año, Irán desoyó las advertencias de la comunidad internacional y comenzó a enriquecer uranio al 20%, lo que llevó a que en junio pasado el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas le impusiera nuevas sanciones.
El régimen iraní ha insistido esta semana, no obstante, en que en ningún caso negociará lo que considera sus "derechos inalienables", entre los que incluye el conflictivo proceso de enriquecimiento de uranio. Además, pretende que el diálogo se amplíe a cuestiones que considera "claves" de la escena internacional como el terrorismo, el narcotráfico, la crisis regional, la seguridad energética y la polémica de las armas de destrucción masiva, a lo que se oponen las grandes potencias.
Irán ha afirmado este domingo que ha logrado la autosuficiencia en la producción de polvo de óxido de uranio concentrado, esencial para el enriquecimiento y la generación del combustible nuclear que se usa en las plantas atómicas. Y hace este anuncio un día antes de que el país islámico retome hoy en Ginebra el diálogo sobre el programa nuclear iraní con las potencias mundiales del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas (EE UU, Francia, Rusia, China y Gran Bretaña) y Alemania. El anuncio ha profundizado las preocupaciones de la Casa Blanca, que no se mostró sorprendida por la información, según el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, Mike Hammer.
"Hace unos instantes [por el domingo por la mañana] ha sido llevado desde la fábrica de Bandar Abbas e introducido en la planta de Isfahan. A partir de ahora, Irán ya no tendrá problemas en el suministro de urania", dijo el director del Organismo Iraní de la Energía Atómica, Ali Akbar Salehí, citado por la prensa estatal. El país islámico quiere así recalcar antes del encuentro de Ginebra su determinación de avanzar en sus actividades nucleares para generar energía, aunque Occidente teme que estos esfuerzos están destinados a la construcción de bombas. "De aquí a cinco años, esperamos alcanzar un punto en el que podamos cubrir todas nuestras necesidades nucleares dentro de nuestro propio país", afirmó Salehi.
Irán ya ha avanzado que este aspecto no entrará en las conversaciones multilaterales que comienzan hoy, concebidas meramente como una ronda de acercamiento. Anteriormente, Irán solía comprar a Sudáfrica el mineral en bruto durante los años setenta, pero en virtud de este anuncio el país está evolucionando hacia la autosuficiencia nuclear, en palabras del máximo responsable de la agencia nuclear iraní.
Gran parte de la comunidad internacional, con EE UU e Israel a la cabeza, acusa a Irán de ocultar, bajo su programa nuclear civil, otro de carácter clandestino y objetivos militares cuyo objetivo sería la adquisición de un arsenal atómico, alegación que Teherán rechaza. La negociación quedó rota en noviembre de 2009 después de que el régimen iraní desestimara una propuesta de Washington, Moscú y Londres para intercambiar su uranio al 3,5% por combustible nuclear enriquecido al 20 por ciento para el reactor de investigación que posee en la capital.
En febrero de este año, Irán desoyó las advertencias de la comunidad internacional y comenzó a enriquecer uranio al 20%, lo que llevó a que en junio pasado el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas le impusiera nuevas sanciones.
El régimen iraní ha insistido esta semana, no obstante, en que en ningún caso negociará lo que considera sus "derechos inalienables", entre los que incluye el conflictivo proceso de enriquecimiento de uranio. Además, pretende que el diálogo se amplíe a cuestiones que considera "claves" de la escena internacional como el terrorismo, el narcotráfico, la crisis regional, la seguridad energética y la polémica de las armas de destrucción masiva, a lo que se oponen las grandes potencias.