El crimen crece en Centroamérica y México por falta de oportunidades para los jóvenes
Miami, Agencias
La pobreza, la falta de educación y las escasas oportunidades laborales son los principales factores del crecimiento del crimen organizado en países como Haití, El Salvador, Honduras, Guatemala o México.
Esta es la opinión del experto estadounidense John Price, de la firma consultora Kroll, en el foro sobre crimen y seguridad "Una Amenaza creciente" en la XXXIV Conferencia Caribe y Centroamérica, que concluye hoy en Miami.
El caso más crítico, según Price, es México, donde en los últimos dos años han muerto más de 15.000 personas en hechos relacionados directamente con el tráfico de drogas.
"La situación allí es alarmante, pero yo no creo que podamos decir que el presidente (Felipe) Calderón esté perdiendo la guerra contra el narcotráfico. Al contrario él ha sido el primer presidente en afrontar abiertamente el problema y por eso la respuesta violenta de los carteles de la droga", dijo Price a Efe.
Actualmente, México recibe asesoría internacional de países como Colombia para combatir el crimen organizado a través de la experiencia de la policía y los organismos de seguridad del Estado colombiano.
Según Price, quien vivió siete años en México, varios gobiernos de ese país convivieron con el narcotráfico sin hacer nada.
"Actualmente hay un debate sobre cuál es la mejor opción para el país. Yo creo que combatirlo, porque de una u otra forma convivir con el narcotráfico siempre causará problemas de credibilidad y transparencia para los gobiernos permisivos", señaló.
Price también indicó que no es exagerado escuchar en México frecuentemente que el conflicto se ha colombianizado y que sin duda está pasando los límites de lo que se vivió en Colombia.
Además, afirmó que es muy importante reformar la justicia mexicana y hacerla más práctica y rápida para poder juzgar a los criminales lo más pronto posible y no dejarlos en libertad.
El analista indicó que es muy importante, para acabar con el crimen organizado y especialmente con el narcotráfico, que los gobiernos den oportunidades laborales, de educación y subsidios económicos a los jóvenes; para evitar que vean en el narcotráfico y otras actividades ilícitas una alternativa de vida.
Price indicó que la idea de legalizar las drogas en México y en otros países productores tiene mucho sentido.
"Es la única forma de acabar con esta con esa guerra. En Estados Unidos también debería legalizarse, por lo menos ciertas drogas", agregó.
Finalmente, destacó que países como Chile o Uruguay tienen niveles de criminalidad muy bajos en la región debido a sus políticas sociales, ya que hay un mayor número de oportunidades para la juventud.
Otros países como Honduras, El Salvador y Guatemala han visto en los últimos años un crecimiento del crimen organizado gracias también a los tentáculos del narcotráfico.
"Las maras o pandillas se han ido apoderando poco a poco del negocio de comercialización en las ciudades y se han convertido en los canales de transporte de la droga que proviene de Colombia hacia la frontera mexicana", afirmó el coordinador de la Secretaría Técnica del Consejo Nacional de Seguridad de Guatemala, Francisco Jiménez.
Añadió que la región busca un consenso internacional para adoptar leyes que permitan trabajar de común acuerdo para hacer frente al problema, especialmente con países como Estados Unidos, México y Colombia.
"Lamentablemente un país solo no puede ganar esta guerra", afirmó.
Agregó que su país acaba de formar la Policía de Turismo, como parte de una campaña interna del gobierno para recuperar el turismo perdido en los últimos años debido al crimen y a la violencia que afectan su país.
De acuerdo con Jiménez, Guatemala bajó en un dos por ciento su índice de homicidios el último año y su tasa de muertes violentas es de 47 por cada cien mil habitantes, lo cual está por debajo de las cifras de países como El Salvador y Honduras.
"Guatemala tiene además el problema de los cultivos de amapola en la frontera norte con México que también genera violencia y diferentes tipos de actividades ilegales como contrabando de armas y de personas", concluyó Jiménez.
La pobreza, la falta de educación y las escasas oportunidades laborales son los principales factores del crecimiento del crimen organizado en países como Haití, El Salvador, Honduras, Guatemala o México.
Esta es la opinión del experto estadounidense John Price, de la firma consultora Kroll, en el foro sobre crimen y seguridad "Una Amenaza creciente" en la XXXIV Conferencia Caribe y Centroamérica, que concluye hoy en Miami.
El caso más crítico, según Price, es México, donde en los últimos dos años han muerto más de 15.000 personas en hechos relacionados directamente con el tráfico de drogas.
"La situación allí es alarmante, pero yo no creo que podamos decir que el presidente (Felipe) Calderón esté perdiendo la guerra contra el narcotráfico. Al contrario él ha sido el primer presidente en afrontar abiertamente el problema y por eso la respuesta violenta de los carteles de la droga", dijo Price a Efe.
Actualmente, México recibe asesoría internacional de países como Colombia para combatir el crimen organizado a través de la experiencia de la policía y los organismos de seguridad del Estado colombiano.
Según Price, quien vivió siete años en México, varios gobiernos de ese país convivieron con el narcotráfico sin hacer nada.
"Actualmente hay un debate sobre cuál es la mejor opción para el país. Yo creo que combatirlo, porque de una u otra forma convivir con el narcotráfico siempre causará problemas de credibilidad y transparencia para los gobiernos permisivos", señaló.
Price también indicó que no es exagerado escuchar en México frecuentemente que el conflicto se ha colombianizado y que sin duda está pasando los límites de lo que se vivió en Colombia.
Además, afirmó que es muy importante reformar la justicia mexicana y hacerla más práctica y rápida para poder juzgar a los criminales lo más pronto posible y no dejarlos en libertad.
El analista indicó que es muy importante, para acabar con el crimen organizado y especialmente con el narcotráfico, que los gobiernos den oportunidades laborales, de educación y subsidios económicos a los jóvenes; para evitar que vean en el narcotráfico y otras actividades ilícitas una alternativa de vida.
Price indicó que la idea de legalizar las drogas en México y en otros países productores tiene mucho sentido.
"Es la única forma de acabar con esta con esa guerra. En Estados Unidos también debería legalizarse, por lo menos ciertas drogas", agregó.
Finalmente, destacó que países como Chile o Uruguay tienen niveles de criminalidad muy bajos en la región debido a sus políticas sociales, ya que hay un mayor número de oportunidades para la juventud.
Otros países como Honduras, El Salvador y Guatemala han visto en los últimos años un crecimiento del crimen organizado gracias también a los tentáculos del narcotráfico.
"Las maras o pandillas se han ido apoderando poco a poco del negocio de comercialización en las ciudades y se han convertido en los canales de transporte de la droga que proviene de Colombia hacia la frontera mexicana", afirmó el coordinador de la Secretaría Técnica del Consejo Nacional de Seguridad de Guatemala, Francisco Jiménez.
Añadió que la región busca un consenso internacional para adoptar leyes que permitan trabajar de común acuerdo para hacer frente al problema, especialmente con países como Estados Unidos, México y Colombia.
"Lamentablemente un país solo no puede ganar esta guerra", afirmó.
Agregó que su país acaba de formar la Policía de Turismo, como parte de una campaña interna del gobierno para recuperar el turismo perdido en los últimos años debido al crimen y a la violencia que afectan su país.
De acuerdo con Jiménez, Guatemala bajó en un dos por ciento su índice de homicidios el último año y su tasa de muertes violentas es de 47 por cada cien mil habitantes, lo cual está por debajo de las cifras de países como El Salvador y Honduras.
"Guatemala tiene además el problema de los cultivos de amapola en la frontera norte con México que también genera violencia y diferentes tipos de actividades ilegales como contrabando de armas y de personas", concluyó Jiménez.