El Consejo de Seguridad aprueba el envío de 4.000 uniformados de refuerzo a Somalia
Naciones Unidas, Agencias
El Consejo de Seguridad de la ONU adoptó hoy una resolución que autoriza el envío de 4.000 uniformados de refuerzo a la misión de paz de la Unión Africana en Somalia (Amisom), que ayuda a sostener al frágil Gobierno del país africano.
El documento adoptado por unanimidad también amplía el mandato de la fuerza internacional, conformada en la actualidad por 8.000 militares de Uganda y Burundi, hasta el 30 de septiembre de 2011.
Los 15 miembros del máximo órgano de seguridad se reservan en el texto la posibilidad de revisar el mandato de Amisom con base en el progreso en la consecución de objetivos concretos, como el proceso de reconciliación nacional, la formación de las fuerzas de seguridad somalís y la consolidación de la débil autoridad del actual Gobierno.
Asimismo, expresan su preocupación por el deterioro de la situación humanitaria y exigen que se permita sin impedimentos de ningún tipo la distribución de la ayuda internacional que llega al país.
El embajador de Uganda ante la ONU, Ruhakana Rugunda, agradeció al resto de delegaciones del Consejo de Seguridad que aprobaran el aumento de tropas solicitado por la Unión Africana (UA), que ya ha dicho que tiene listos los 4.000 uniformados adicionales.
El diplomático ugandés también pidió al Gobierno somalí que se mantenga cohesionado y prosiga los intentos de captar a los grupos opositores que quieran incluirse en el proceso de reconciliación nacional impulsado por los acuerdo de paz de Yibuti.
"Es muy importante que la comunidad internacional continúe su apoyo a los esfuerzos del Gobierno por edificar sus instituciones, particularmente en el aspecto de seguridad", agregó.
El Gobierno somalí, que es respaldado por la comunidad internacional, fue formado en la vecina Yibuti en febrero de 2009, pero sólo controla una parte de Mogadiscio con apoyo del contingente militar de Amisom.
Las débiles fuerzas gubernamentales se enfrentan a las milicias rebeldes islámicas Al Shabab, vinculada a Al Qaeda y que cuentan con la ayuda de cientos de combatientes extranjeros en su lucha por crear un estado musulmán radical de corte wahabí en el Cuerno de África.
La presión creciente de las milicias islámicas ha incrementado el caos en Somalia, que se ha convertido en polo de desestabilización mundial y en una plataforma para los piratas que atacan las rutas marítimas internacionales del Océano Índico.
Los atentados suicidas con explosivos de los integristas de Al Shabab y los indiscriminados bombardeos artilleros en Mogadiscio, tanto de los rebeldes como de las tropas de la UA, han llevado a lo largo de este año más sufrimiento a la población.
Somalia carece de una administración gubernamental efectiva desde 1991, cuando fue derrocado el dictador Siad Barre y el país quedó repartido entre los líderes de clanes tribales, conocidos como "señores de la guerra", las milicias integristas islámicas y, en algunas zonas, bandas de delincuentes comunes.
El Consejo de Seguridad de la ONU adoptó hoy una resolución que autoriza el envío de 4.000 uniformados de refuerzo a la misión de paz de la Unión Africana en Somalia (Amisom), que ayuda a sostener al frágil Gobierno del país africano.
El documento adoptado por unanimidad también amplía el mandato de la fuerza internacional, conformada en la actualidad por 8.000 militares de Uganda y Burundi, hasta el 30 de septiembre de 2011.
Los 15 miembros del máximo órgano de seguridad se reservan en el texto la posibilidad de revisar el mandato de Amisom con base en el progreso en la consecución de objetivos concretos, como el proceso de reconciliación nacional, la formación de las fuerzas de seguridad somalís y la consolidación de la débil autoridad del actual Gobierno.
Asimismo, expresan su preocupación por el deterioro de la situación humanitaria y exigen que se permita sin impedimentos de ningún tipo la distribución de la ayuda internacional que llega al país.
El embajador de Uganda ante la ONU, Ruhakana Rugunda, agradeció al resto de delegaciones del Consejo de Seguridad que aprobaran el aumento de tropas solicitado por la Unión Africana (UA), que ya ha dicho que tiene listos los 4.000 uniformados adicionales.
El diplomático ugandés también pidió al Gobierno somalí que se mantenga cohesionado y prosiga los intentos de captar a los grupos opositores que quieran incluirse en el proceso de reconciliación nacional impulsado por los acuerdo de paz de Yibuti.
"Es muy importante que la comunidad internacional continúe su apoyo a los esfuerzos del Gobierno por edificar sus instituciones, particularmente en el aspecto de seguridad", agregó.
El Gobierno somalí, que es respaldado por la comunidad internacional, fue formado en la vecina Yibuti en febrero de 2009, pero sólo controla una parte de Mogadiscio con apoyo del contingente militar de Amisom.
Las débiles fuerzas gubernamentales se enfrentan a las milicias rebeldes islámicas Al Shabab, vinculada a Al Qaeda y que cuentan con la ayuda de cientos de combatientes extranjeros en su lucha por crear un estado musulmán radical de corte wahabí en el Cuerno de África.
La presión creciente de las milicias islámicas ha incrementado el caos en Somalia, que se ha convertido en polo de desestabilización mundial y en una plataforma para los piratas que atacan las rutas marítimas internacionales del Océano Índico.
Los atentados suicidas con explosivos de los integristas de Al Shabab y los indiscriminados bombardeos artilleros en Mogadiscio, tanto de los rebeldes como de las tropas de la UA, han llevado a lo largo de este año más sufrimiento a la población.
Somalia carece de una administración gubernamental efectiva desde 1991, cuando fue derrocado el dictador Siad Barre y el país quedó repartido entre los líderes de clanes tribales, conocidos como "señores de la guerra", las milicias integristas islámicas y, en algunas zonas, bandas de delincuentes comunes.