El Congreso de EE.UU. permite la venta de armas a los carteles mexicanos, dice The New York Times
Nueva York, Agencias
El Congreso estadounidense, "sumiso" a las presiones del "lobby" de la industria armamentística, no acaba con el vacío legal que permite la venta de rifles a los carteles de la droga mexicanos sin necesidad de informar a las autoridades, denunció hoy The New York Times en uno de sus editoriales.
"Los grupos de presión de la industria armamentística convencieron previamente a un sumiso Congreso de que armas como rifles militares y escopetas no son utilizadas por criminales", afirma el diario en su editorial.
Según el rotativo, hoy en día un comerciante de armas puede vender libremente catorce escopetas tipo AK-47 a un traficante en un sólo día sin levantar sospechas, porque la venta de este tipo de armas no necesita ser informada a las autoridades, como sí se requiere cuando se trata de pistolas.
"Como la guerra contra el narcotráfico pone de manifiesto, el uso de este tipo de armas se ha duplicado en los últimos cinco años porque los carteles de la droga utilizan estas armas, que son fáciles de obtener en toda la frontera", añade el editorial del rotativo neoyorquino.
El diario, que recuerda que esta guerra contra la droga en México ha acabado ya con la vida de más de 30.000 personas, afirma que el vacío legal existente se está convirtiendo cada vez más en la clave de "la carnicería" mientras el Congreso "no hace nada" por acabar con él.
El editorial afirma que, "con un Congreso cada vez más republicano y unos legisladores demócratas temerosos del peso político de los grupos de presión de la industria armamentística, no hay expectativas de que se apruebe una ley valiente que logre acabar con este vacío".
Por ello, The New York Times manifestó que una solución podría ser que el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, emita una orden presidencial que alerte de este problema a la Asociación Nacional del Rifle (ANR), porque es "difícil de creer que los miembros de la ANR no estén de acuerdo con que la necesidad de que se tomen medidas".
"Si hace falta una orden presidencial para acabar con la carnicería, el presidente Obama no debería dudar", concluye el editorial.
El Congreso estadounidense, "sumiso" a las presiones del "lobby" de la industria armamentística, no acaba con el vacío legal que permite la venta de rifles a los carteles de la droga mexicanos sin necesidad de informar a las autoridades, denunció hoy The New York Times en uno de sus editoriales.
"Los grupos de presión de la industria armamentística convencieron previamente a un sumiso Congreso de que armas como rifles militares y escopetas no son utilizadas por criminales", afirma el diario en su editorial.
Según el rotativo, hoy en día un comerciante de armas puede vender libremente catorce escopetas tipo AK-47 a un traficante en un sólo día sin levantar sospechas, porque la venta de este tipo de armas no necesita ser informada a las autoridades, como sí se requiere cuando se trata de pistolas.
"Como la guerra contra el narcotráfico pone de manifiesto, el uso de este tipo de armas se ha duplicado en los últimos cinco años porque los carteles de la droga utilizan estas armas, que son fáciles de obtener en toda la frontera", añade el editorial del rotativo neoyorquino.
El diario, que recuerda que esta guerra contra la droga en México ha acabado ya con la vida de más de 30.000 personas, afirma que el vacío legal existente se está convirtiendo cada vez más en la clave de "la carnicería" mientras el Congreso "no hace nada" por acabar con él.
El editorial afirma que, "con un Congreso cada vez más republicano y unos legisladores demócratas temerosos del peso político de los grupos de presión de la industria armamentística, no hay expectativas de que se apruebe una ley valiente que logre acabar con este vacío".
Por ello, The New York Times manifestó que una solución podría ser que el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, emita una orden presidencial que alerte de este problema a la Asociación Nacional del Rifle (ANR), porque es "difícil de creer que los miembros de la ANR no estén de acuerdo con que la necesidad de que se tomen medidas".
"Si hace falta una orden presidencial para acabar con la carnicería, el presidente Obama no debería dudar", concluye el editorial.