EE.UU., Corea del Sur y Japón piden a China ejercer influencia sobre Pyongyang
Washington, Agencias
EE.UU., Corea del Sur y Japón, condenaron hoy al unísono la actitud beligerante de Corea del Norte, y pidieron a China que aproveche su relación "especial y única" con Pyongyang para ejercer más presión e influencia sobre el régimen comunista.
Tras una reunión trilateral "histórica" entre la secretaria de Estado de EE.UU., Hillary Clinton, y sus homólogos de Corea del Sur, Kim Sung-hwan, y de Japón, Seiji Maehara, los tres ministros de Exteriores expresaron su preocupación por el comportamiento "provocativo y beligerante" de Corea del Norte, dado que "pone en riesgo la paz y la estabilidad en Asia".
Clinton, quien se reunió primero individualmente con cada uno de sus colegas y pidió al inicio de la reunión un minuto de silencio por las víctimas del ataque norcoreano contra la isla surcoreana de Yeonpyeong -que causó cuatro muertos, dos civiles y dos militares surcoreanos-, señaló que las acciones de Corea del Norte serán afrontadas con una firme "solidaridad" entre los tres países.
El ministro surcoreano recalcó que los tres países comparten el punto de vista de que Corea del Norte debe afrontar "graves consecuencias si incurre en nuevas provocaciones".
En esta reunión, convocada a tres bandas, destacaba la notable ausencia de China y de Rusia, los principales aliados de Corea del Norte y que conforman, junto a EE.UU., Corea del Sur y de Japón, el diálogo a seis bandas con Pyongyang.
Desde un principio el foco de atención estaba puesto sobre China, a la que las otras potencias, sobre todo EE.UU., han acusado de haber sido demasiado benevolente con el régimen de Kim Jong-il.
"China, como un socio vital para mantener la estabilidad regional, como país con lazos únicos y fuertes con Corea del Norte y como país que preside el diálogo a seis bandas, tiene un papel especial que jugar a la hora de ayudar a moldear el comportamiento" de Pyongyang, señaló Clinton, quien expresó el deseo de los tres de que Pekín desempeñe un rol "vital" en la diplomacia regional.
Su homólogo nipón, también expresó su deseo de que China asuma "un rol todavía mayor" y no únicamente presida el diálogo a seis, al tiempo que Kim Sung-hwan reclamó al gigante asiático una "posición más clara" a la hora de advertir a Corea del Norte y de contener las acciones provocativas de Pyongyang.
"Estas provocaciones no ayudan en absoluto a la seguridad en la región y en la península y nos gustaría ver que China juegue un papel más importante", resaltó el ministro surcoreano.
En este sentido, Clinton expresó su esperanza de que Pekín colabore con EE.UU., Seúl y Japón, y envíe "un mensaje claro e inequívoco" a Pyongyang de que debe cesar sus acciones provocativas y beligerantes y abandonar su programa nuclear.
"China tiene un importante papel que jugar y creo que esta perspectiva la comparte Rusia", señaló Seiji Maehara, con respecto a Moscú. Pese a todos los reproches a Pekín, los tres ministros aseguraron que seguirán trabajando con China y Rusia en su respuesta hacia Pyongyang y para lograr que se sumen a su firmeza.
Clinton valoró la propuesta de China de celebrar una reunión de emergencia del diálogo a seis bandas, pero dejó claro que Washington, Seúl y Tokio no están dispuestos a negociar si Corea del Norte no toma antes una serie de medidas y demuestra que sus intenciones son serias.
"Necesitamos antes una base apropiada para reanudar el diálogo. Cualquier esfuerzo debe comenzar, por supuesto, por el cese del comportamiento provocativo y beligerante por parte de Corea del Norte", recalcó.
"No recompensaremos a Corea del Norte por destruir la paz o desafiar a la comunidad internacional", agregó.
Por eso, Pyongyang "debe mejorar sus relaciones con Corea del Sur, cesar su comportamiento beligerante y tomar pasos concretos para implementar sus compromisos de desnuclearización asumidos en la declaración conjunta de septiembre de 2005", explicó.
En este contexto, los tres jefes de la diplomacia estadounidense, surcoreana y nipona condenaron asimismo el programa de enriquecimiento de uranio de Corea del Norte.
En otra muestra de solidaridad, el jefe del Estado Mayor Conjunto de EE.UU., almirante Mike Mullen, partirá hoy hacia Corea del Sur para mejorar la coordinación de la estrategia disuasoria contra Pyongyang y después se trasladará a Tokio.
La próxima semana, Clinton enviará, además, un equipo de alto nivel a Asia para dar seguimiento a la trilateral de hoy.
Tras una reunión trilateral "histórica" entre la secretaria de Estado de EE.UU., Hillary Clinton, y sus homólogos de Corea del Sur, Kim Sung-hwan, y de Japón, Seiji Maehara, los tres ministros de Exteriores expresaron su preocupación por el comportamiento "provocativo y beligerante" de Corea del Norte, dado que "pone en riesgo la paz y la estabilidad en Asia".
Clinton, quien se reunió primero individualmente con cada uno de sus colegas y pidió al inicio de la reunión un minuto de silencio por las víctimas del ataque norcoreano contra la isla surcoreana de Yeonpyeong -que causó cuatro muertos, dos civiles y dos militares surcoreanos-, señaló que las acciones de Corea del Norte serán afrontadas con una firme "solidaridad" entre los tres países.
El ministro surcoreano recalcó que los tres países comparten el punto de vista de que Corea del Norte debe afrontar "graves consecuencias si incurre en nuevas provocaciones".
En esta reunión, convocada a tres bandas, destacaba la notable ausencia de China y de Rusia, los principales aliados de Corea del Norte y que conforman, junto a EE.UU., Corea del Sur y de Japón, el diálogo a seis bandas con Pyongyang.
Desde un principio el foco de atención estaba puesto sobre China, a la que las otras potencias, sobre todo EE.UU., han acusado de haber sido demasiado benevolente con el régimen de Kim Jong-il.
"China, como un socio vital para mantener la estabilidad regional, como país con lazos únicos y fuertes con Corea del Norte y como país que preside el diálogo a seis bandas, tiene un papel especial que jugar a la hora de ayudar a moldear el comportamiento" de Pyongyang, señaló Clinton, quien expresó el deseo de los tres de que Pekín desempeñe un rol "vital" en la diplomacia regional.
Su homólogo nipón, también expresó su deseo de que China asuma "un rol todavía mayor" y no únicamente presida el diálogo a seis, al tiempo que Kim Sung-hwan reclamó al gigante asiático una "posición más clara" a la hora de advertir a Corea del Norte y de contener las acciones provocativas de Pyongyang.
"Estas provocaciones no ayudan en absoluto a la seguridad en la región y en la península y nos gustaría ver que China juegue un papel más importante", resaltó el ministro surcoreano.
En este sentido, Clinton expresó su esperanza de que Pekín colabore con EE.UU., Seúl y Japón, y envíe "un mensaje claro e inequívoco" a Pyongyang de que debe cesar sus acciones provocativas y beligerantes y abandonar su programa nuclear.
"China tiene un importante papel que jugar y creo que esta perspectiva la comparte Rusia", señaló Seiji Maehara, con respecto a Moscú. Pese a todos los reproches a Pekín, los tres ministros aseguraron que seguirán trabajando con China y Rusia en su respuesta hacia Pyongyang y para lograr que se sumen a su firmeza.
Clinton valoró la propuesta de China de celebrar una reunión de emergencia del diálogo a seis bandas, pero dejó claro que Washington, Seúl y Tokio no están dispuestos a negociar si Corea del Norte no toma antes una serie de medidas y demuestra que sus intenciones son serias.
"Necesitamos antes una base apropiada para reanudar el diálogo. Cualquier esfuerzo debe comenzar, por supuesto, por el cese del comportamiento provocativo y beligerante por parte de Corea del Norte", recalcó.
"No recompensaremos a Corea del Norte por destruir la paz o desafiar a la comunidad internacional", agregó.
Por eso, Pyongyang "debe mejorar sus relaciones con Corea del Sur, cesar su comportamiento beligerante y tomar pasos concretos para implementar sus compromisos de desnuclearización asumidos en la declaración conjunta de septiembre de 2005", explicó.
En este contexto, los tres jefes de la diplomacia estadounidense, surcoreana y nipona condenaron asimismo el programa de enriquecimiento de uranio de Corea del Norte.
En otra muestra de solidaridad, el jefe del Estado Mayor Conjunto de EE.UU., almirante Mike Mullen, partirá hoy hacia Corea del Sur para mejorar la coordinación de la estrategia disuasoria contra Pyongyang y después se trasladará a Tokio.
La próxima semana, Clinton enviará, además, un equipo de alto nivel a Asia para dar seguimiento a la trilateral de hoy.