Venezuela y EE.UU. piden la extradición del presunto narcotraficante Walid Makled
Yolanda Valery, BBC Mundo, Venezuela
Las revelaciones del presunto narcotraficante venezolano Walid Makled, detenido en Colombia, se han convertido en una especie de bomba potencial tanto para el gobierno venezolano, al que Makled dice haber favorecido a través de sobornos y pagos a una larga lista de altos funcionarios, como para el colombiano, que debe decidir si lo extradita a Caracas o a Washington.
Makled es un empresario venezolano cuya familia apareció vinculada a la política en 2008, cuando uno de sus hermanos, Abdalá Makled, compitió por el puesto de alcalde de la ciudad de Valencia, en el centro del país.
Para entonces la familia ya era dueña de una aerolínea (Aeropostal), varias almacenadoras, una proveduría, una empresa de transporte y la concesión para patios de almacenaje en el puerto más importante del país, Puerto Cabello.
Según ha dicho Walid Makled, un entramado de relaciones con círculos políticos y militares le habría permitido numerosos negocios multimillonarios.
Fuga y cargos
Días antes de la elección regional de 2008, Abdalá y otro hermano, Alex, fueron arrestados en su finca, donde las autoridades encontraron cerca de 400 kilos de cocaína. Según los Makled, la droga fue sembrada. Mientras tanto, Walid escapó, y estuvo prófugo hasta que fue capturado en Colombia en agosto de este año.
Estados Unidos lo tiene en su lista de narcotraficantes más importantes del mundo, mientras que Venezuela lo acusa por el mismo delito y por el asesinato de un veterinario y un periodista, testigos en su expediente.
Desde su captura, Walid Makled ha dado varias entrevistas, en las que niega los cargos de tráfico de sustancias. "Si yo soy narcotraficante, toda esa gente que trabaja conmigo son narcotraficantes (…) De estas empresas comía mucha gente; así tan sencillito, del alto gobierno", dijo en una de tales conversaciones.
Entre los nombres de quienes supuestamente "comían" de sus empresas, Makled ha mencionado al ex gobernador (oficialista) Luis Felipe Acosta Carlez, el hermano del actual ministro del Interior y Justicia, Tareck el Aissami; el director de la Dirección de Inteligencia Militar, Hugo Carvajal; el general Henry Rangel Silva y el director de la Oficina Nacional Antidrogas, Néstor Reverol.
Además dijo haber financiado la campaña del referendo para la reforma constitucional promovido por el gobierno en 2007, con al menos US$ 2.000.000.
Pruebas y negaciones
"El juego del imperio es ofrecerle a este hombre quién sabe cuántas facilidades, protección incluso, para que él comience a vomitar todo lo que quiera contra Venezuela y su presidente"
Makled asegura que logró "sacar todos los documentos de una caja fuerte" que tenía, y que probarían la corrupción con estos y otros funcionarios.
Por el gobierno de Venezuela, diferentes portavoces han rechazado las acusaciones de Makled, a quien señalan de no tener siquiera la entidad necesaria para formularlas, por su condición de presunto narcotraficante.
El ministro el Aissami ha dicho que lo que busca "es tratar de frenar nuestra resolución firme de combatir y seguir combatiendo el narcotráfico y estas organizaciones criminales". El ex gobernador Acosta piensa que "(Makled) cree que diciendo esas cosas lo van eximir de su responsabilidad como presunto traficante". El general Reverol dice que "la oposición venezolana busca piso político" con este caso.
Por su parte, el presidente Hugo Chávez considera que Estados Unidos lo está utilizando para montar un caso en su contra en un tribunal internacional.
"El juego del imperio es ofrecerle a este hombre quién sabe cuántas facilidades, protección incluso, para que él comience a vomitar todo lo que quiera contra Venezuela y su presidente", dijo el pasado 10 de noviembre.
Extradición, ¿a dónde?
No son pocos los motivos, ni los interesados, en tener bajo su propia custodia a Walid Makled, ahora en el centro de un complicado ajedrez político internacional.
Mientras Venezuela insiste en que sea enviado a su tierra natal, Makled ha dicho estar dispuesto a defender su caso ante tribunales internacionales. Tal es la opción que respalda también la oposición venezolana.
"Respetamos la decisión soberana que tome Colombia, pero hemos convenido advertir a la comunidad internacional y a los poderes públicos de Colombia sobre los factores que inciden en la nula transparencia con la que cuenta el sistema judicial venezolano para acometer tal procesamiento", le dijo a BBC Mundo el diputado electo Miguel Ángel Rodríguez, coordinador del área anticorrupción de la bancada opositora.
Rodríguez argumentó que "el poder público nacional obstruye todo tipo de investigación en torno a casos de corrupción", y que con Makled hay que tomar en cuenta que las implicaciones llegan tan lejos, que el presunto narcotraficante tenía una credencial del Tribunal Supremo de Justicia, "expedida nada menos que por el presidente de la Sala Penal, el coronel Eladio Aponte Aponte".
Estos elementos sólo son parte de una ecuación, a la que se suma la tradicional relación entre Colombia y Estados Unidos, y el restablecimiento de lazos diplomáticos entre Bogotá y Caracas. Los presidentes Hugo Chávez y Juan Manuel Santos han llegado a declararse "mejor amigo" el uno del otro.
Pero, como dice el corresponsal de BBC Mundo en Bogotá, Hernando Salazar, "pese a que recientemente Chavez insistió en su pedido a Colombia, el presidente Santos le respondió que su gobierno todavía no puede extraditarlo".
Lo cierto es que, "por ahora, el gobierno colombiano no ha anticipado a qué país entregará a Walid Makled", recordó Salazar.
Las revelaciones del presunto narcotraficante venezolano Walid Makled, detenido en Colombia, se han convertido en una especie de bomba potencial tanto para el gobierno venezolano, al que Makled dice haber favorecido a través de sobornos y pagos a una larga lista de altos funcionarios, como para el colombiano, que debe decidir si lo extradita a Caracas o a Washington.
Makled es un empresario venezolano cuya familia apareció vinculada a la política en 2008, cuando uno de sus hermanos, Abdalá Makled, compitió por el puesto de alcalde de la ciudad de Valencia, en el centro del país.
Para entonces la familia ya era dueña de una aerolínea (Aeropostal), varias almacenadoras, una proveduría, una empresa de transporte y la concesión para patios de almacenaje en el puerto más importante del país, Puerto Cabello.
Según ha dicho Walid Makled, un entramado de relaciones con círculos políticos y militares le habría permitido numerosos negocios multimillonarios.
Fuga y cargos
Días antes de la elección regional de 2008, Abdalá y otro hermano, Alex, fueron arrestados en su finca, donde las autoridades encontraron cerca de 400 kilos de cocaína. Según los Makled, la droga fue sembrada. Mientras tanto, Walid escapó, y estuvo prófugo hasta que fue capturado en Colombia en agosto de este año.
Estados Unidos lo tiene en su lista de narcotraficantes más importantes del mundo, mientras que Venezuela lo acusa por el mismo delito y por el asesinato de un veterinario y un periodista, testigos en su expediente.
Desde su captura, Walid Makled ha dado varias entrevistas, en las que niega los cargos de tráfico de sustancias. "Si yo soy narcotraficante, toda esa gente que trabaja conmigo son narcotraficantes (…) De estas empresas comía mucha gente; así tan sencillito, del alto gobierno", dijo en una de tales conversaciones.
Entre los nombres de quienes supuestamente "comían" de sus empresas, Makled ha mencionado al ex gobernador (oficialista) Luis Felipe Acosta Carlez, el hermano del actual ministro del Interior y Justicia, Tareck el Aissami; el director de la Dirección de Inteligencia Militar, Hugo Carvajal; el general Henry Rangel Silva y el director de la Oficina Nacional Antidrogas, Néstor Reverol.
Además dijo haber financiado la campaña del referendo para la reforma constitucional promovido por el gobierno en 2007, con al menos US$ 2.000.000.
Pruebas y negaciones
"El juego del imperio es ofrecerle a este hombre quién sabe cuántas facilidades, protección incluso, para que él comience a vomitar todo lo que quiera contra Venezuela y su presidente"
Makled asegura que logró "sacar todos los documentos de una caja fuerte" que tenía, y que probarían la corrupción con estos y otros funcionarios.
Por el gobierno de Venezuela, diferentes portavoces han rechazado las acusaciones de Makled, a quien señalan de no tener siquiera la entidad necesaria para formularlas, por su condición de presunto narcotraficante.
El ministro el Aissami ha dicho que lo que busca "es tratar de frenar nuestra resolución firme de combatir y seguir combatiendo el narcotráfico y estas organizaciones criminales". El ex gobernador Acosta piensa que "(Makled) cree que diciendo esas cosas lo van eximir de su responsabilidad como presunto traficante". El general Reverol dice que "la oposición venezolana busca piso político" con este caso.
Por su parte, el presidente Hugo Chávez considera que Estados Unidos lo está utilizando para montar un caso en su contra en un tribunal internacional.
"El juego del imperio es ofrecerle a este hombre quién sabe cuántas facilidades, protección incluso, para que él comience a vomitar todo lo que quiera contra Venezuela y su presidente", dijo el pasado 10 de noviembre.
Extradición, ¿a dónde?
No son pocos los motivos, ni los interesados, en tener bajo su propia custodia a Walid Makled, ahora en el centro de un complicado ajedrez político internacional.
Mientras Venezuela insiste en que sea enviado a su tierra natal, Makled ha dicho estar dispuesto a defender su caso ante tribunales internacionales. Tal es la opción que respalda también la oposición venezolana.
"Respetamos la decisión soberana que tome Colombia, pero hemos convenido advertir a la comunidad internacional y a los poderes públicos de Colombia sobre los factores que inciden en la nula transparencia con la que cuenta el sistema judicial venezolano para acometer tal procesamiento", le dijo a BBC Mundo el diputado electo Miguel Ángel Rodríguez, coordinador del área anticorrupción de la bancada opositora.
Rodríguez argumentó que "el poder público nacional obstruye todo tipo de investigación en torno a casos de corrupción", y que con Makled hay que tomar en cuenta que las implicaciones llegan tan lejos, que el presunto narcotraficante tenía una credencial del Tribunal Supremo de Justicia, "expedida nada menos que por el presidente de la Sala Penal, el coronel Eladio Aponte Aponte".
Estos elementos sólo son parte de una ecuación, a la que se suma la tradicional relación entre Colombia y Estados Unidos, y el restablecimiento de lazos diplomáticos entre Bogotá y Caracas. Los presidentes Hugo Chávez y Juan Manuel Santos han llegado a declararse "mejor amigo" el uno del otro.
Pero, como dice el corresponsal de BBC Mundo en Bogotá, Hernando Salazar, "pese a que recientemente Chavez insistió en su pedido a Colombia, el presidente Santos le respondió que su gobierno todavía no puede extraditarlo".
Lo cierto es que, "por ahora, el gobierno colombiano no ha anticipado a qué país entregará a Walid Makled", recordó Salazar.