Santiago de Compostela: Noche en blanco para esperar al Papa
Santiago, El País
Santiago no cierra esta noche. Los bares tienen horario de excepción y podrán estar abiertos, si lo desean, hasta las ocho de la mañana, hora a la que se abrirá el acceso a la Plaza del Obradoiro, donde el Papa celebrará una misa ocho horas y media después.
Se abre con tiempo para evitar las aglomeraciones ante la expectativa de que haya más de 200.000 visitantes en una ciudad donde hay censados menos de 100.000 vecinos. Esta primera previsión hecha por las autoridades podría quedarse larga: la reserva hotelera ronda el 60% y la estimación municipal de 1.200 autobuses se ha rebajado este mediodía a medio millar de reservas.
No obstante, el dispositivo de seguridad es el mismo. La ciudad está tomada por la policía. Unos 6.000 agentes de uniforme y de paisano llenan las calles, los helicópteros llevan días de vigilancia, las alcantarillas del centro están selladas. A partir de esta misma noche el acceso para vehículos al casco antiguo (que normalmente es restringido) se prohíbe por completo durante 24 horas.
El resto de cortes de tráfico llegarán mañana. A las diez de la mañana el recorrido que hará Benedicto XVI desde el aeropuerto hasta Santiago estará libre de circulación, a la espera que el jefe de la Iglesia aterrice a las once y media.
El Papa hará un trayecto de unos 12 kilómetros hasta el centro de la ciudad, adonde está previsto que llegue alrededor del mediodía. Visitará la catedral y almorzará en el Arzobispado antes de la misa. El periplo Ratzinger en Santiago terminará a las siete y cuarto de la tarde, cuando parte su vuelo hacia Barcelona. Durante su estancia en Santiago hay previstos cielos nubosos, pero con poco riesgo de precipitaciones.
Santiago no cierra esta noche. Los bares tienen horario de excepción y podrán estar abiertos, si lo desean, hasta las ocho de la mañana, hora a la que se abrirá el acceso a la Plaza del Obradoiro, donde el Papa celebrará una misa ocho horas y media después.
Se abre con tiempo para evitar las aglomeraciones ante la expectativa de que haya más de 200.000 visitantes en una ciudad donde hay censados menos de 100.000 vecinos. Esta primera previsión hecha por las autoridades podría quedarse larga: la reserva hotelera ronda el 60% y la estimación municipal de 1.200 autobuses se ha rebajado este mediodía a medio millar de reservas.
No obstante, el dispositivo de seguridad es el mismo. La ciudad está tomada por la policía. Unos 6.000 agentes de uniforme y de paisano llenan las calles, los helicópteros llevan días de vigilancia, las alcantarillas del centro están selladas. A partir de esta misma noche el acceso para vehículos al casco antiguo (que normalmente es restringido) se prohíbe por completo durante 24 horas.
El resto de cortes de tráfico llegarán mañana. A las diez de la mañana el recorrido que hará Benedicto XVI desde el aeropuerto hasta Santiago estará libre de circulación, a la espera que el jefe de la Iglesia aterrice a las once y media.
El Papa hará un trayecto de unos 12 kilómetros hasta el centro de la ciudad, adonde está previsto que llegue alrededor del mediodía. Visitará la catedral y almorzará en el Arzobispado antes de la misa. El periplo Ratzinger en Santiago terminará a las siete y cuarto de la tarde, cuando parte su vuelo hacia Barcelona. Durante su estancia en Santiago hay previstos cielos nubosos, pero con poco riesgo de precipitaciones.