Rusia se desmarca de Stalin al condenarle por ordenar la matanza de Katyn
Moscú, Agencias
Rusia se desmarcó hoy del estalinismo al aprobar la Duma una declaración que condena a Stalin por ordenar durante la Segunda Guerra Mundial la matanza de más de 20.000 oficiales y civiles en Katyn.
"Los materiales publicados, que durante muchos estuvieron en archivos secretos, no sólo muestran la magnitud de esa terrible tragedia, sino que el crimen de Katyn, fue perpetrado por orden directa de Stalin y otros dirigentes soviéticos", señala la declaración de la cámara baja del Parlamento ruso.
El documento recuerda que la versión de la propaganda soviética atribuyó durante medio siglo la autoría de la masacre a los criminales nazis, lo cual causaba "ira, resentimiento y desconfianza en el pueblo polaco".
"Al condenar al régimen (soviético) que menospreciaba los derechos y las vidas de las personas, los disputados extienden la mano en señal de amistad al pueblo polaco y expresan su esperanza en el comienzo de una nueva etapa en las relaciones", reza.
La Duma rechazó las modificaciones presentadas por los comunistas, que proponían excluir las alusiones a que la matanza fue perpetrada por orden expresa de Stalin, dictador que dirigió la URSS (1929-53).
El jefe del comité de Relaciones Exteriores de la Duma, Konstantín Kosachov, acusó a los comunistas de "falsificar la historia" en lo que se refiere al asesinato con un tiro en la nuca de miles de polacos a manos de los servicios secretos soviéticos (1940-41).
"No sólo es importante para las relaciones ruso-polacas, sino es aún mucho más importante para nosotros mismos. La culpa de los dirigentes de la URSS en la tragedia de Katyn debe ser reconocida", afirmó.
Por orden del Kremlin, en abril de este año la Agencia Federal de Archivos de Rusia (Rosarjiv) publicó por primera vez copias electrónicas de documentos secretos sobre la matanza de Katyn, calificada de "crimen de guerra" por Varsovia.
Uno de los documentos es una nota del comisario del pueblo (ministro) del Interior Lavrenti Beria dirigida a Stalin en la que propone "examinar de manera especial, aplicando la pena máxima, el fusilamiento" de más de 20.000 prisioneros de guerra polacos, en su mayoría oficiales de ejército.
El texto, fechado el 5 de marzo de 1940 y que cuenta con el visto bueno en lápiz azul de Stalin y otros miembros de la cúpula soviética, añade que estos casos deben ser vistos "sin citar a los detenidos y sin presentarles acusaciones".
El presidente del Consejo de Derechos Humanos adjunto al Kremlin, Mijaíl Fedótov, adelantó hoy que prepara un documento en el que Rusia condenará oficialmente las represiones del régimen totalitario soviético.
En abril el primer ministro ruso, Vladímir Putin, denunció las represiones estalinistas y la matanza de Katyn, pero negó la responsabilidad del pueblo ruso por los crímenes soviéticos.
Putin opinó que "Stalin se sentía personalmente culpable por la tragedia (de los soldados soviéticos muertos en Polonia durante la Primera Guerra Mundial) y cometió esa matanza (Katyn) por venganza".
Según los últimos datos, agregó, un total de 32.000 prisioneros de guerra soviéticos murieron en las cárceles polacas de hambre y enfermedad en la década de los veinte.
Sólo en 1989 el último dirigente soviético, Mijaíl Gorbachov, reconoció la responsabilidad de la URSS por la matanza de Katyn, y en 1992 el presidente ruso, Borís Yeltsin, entregó a su colega polaco, Lech Walesa, documentos que probaban la matanza de los 22.000 militares y civiles polacos.
Rusia se desmarcó hoy del estalinismo al aprobar la Duma una declaración que condena a Stalin por ordenar durante la Segunda Guerra Mundial la matanza de más de 20.000 oficiales y civiles en Katyn.
"Los materiales publicados, que durante muchos estuvieron en archivos secretos, no sólo muestran la magnitud de esa terrible tragedia, sino que el crimen de Katyn, fue perpetrado por orden directa de Stalin y otros dirigentes soviéticos", señala la declaración de la cámara baja del Parlamento ruso.
El documento recuerda que la versión de la propaganda soviética atribuyó durante medio siglo la autoría de la masacre a los criminales nazis, lo cual causaba "ira, resentimiento y desconfianza en el pueblo polaco".
"Al condenar al régimen (soviético) que menospreciaba los derechos y las vidas de las personas, los disputados extienden la mano en señal de amistad al pueblo polaco y expresan su esperanza en el comienzo de una nueva etapa en las relaciones", reza.
La Duma rechazó las modificaciones presentadas por los comunistas, que proponían excluir las alusiones a que la matanza fue perpetrada por orden expresa de Stalin, dictador que dirigió la URSS (1929-53).
El jefe del comité de Relaciones Exteriores de la Duma, Konstantín Kosachov, acusó a los comunistas de "falsificar la historia" en lo que se refiere al asesinato con un tiro en la nuca de miles de polacos a manos de los servicios secretos soviéticos (1940-41).
"No sólo es importante para las relaciones ruso-polacas, sino es aún mucho más importante para nosotros mismos. La culpa de los dirigentes de la URSS en la tragedia de Katyn debe ser reconocida", afirmó.
Por orden del Kremlin, en abril de este año la Agencia Federal de Archivos de Rusia (Rosarjiv) publicó por primera vez copias electrónicas de documentos secretos sobre la matanza de Katyn, calificada de "crimen de guerra" por Varsovia.
Uno de los documentos es una nota del comisario del pueblo (ministro) del Interior Lavrenti Beria dirigida a Stalin en la que propone "examinar de manera especial, aplicando la pena máxima, el fusilamiento" de más de 20.000 prisioneros de guerra polacos, en su mayoría oficiales de ejército.
El texto, fechado el 5 de marzo de 1940 y que cuenta con el visto bueno en lápiz azul de Stalin y otros miembros de la cúpula soviética, añade que estos casos deben ser vistos "sin citar a los detenidos y sin presentarles acusaciones".
El presidente del Consejo de Derechos Humanos adjunto al Kremlin, Mijaíl Fedótov, adelantó hoy que prepara un documento en el que Rusia condenará oficialmente las represiones del régimen totalitario soviético.
En abril el primer ministro ruso, Vladímir Putin, denunció las represiones estalinistas y la matanza de Katyn, pero negó la responsabilidad del pueblo ruso por los crímenes soviéticos.
Putin opinó que "Stalin se sentía personalmente culpable por la tragedia (de los soldados soviéticos muertos en Polonia durante la Primera Guerra Mundial) y cometió esa matanza (Katyn) por venganza".
Según los últimos datos, agregó, un total de 32.000 prisioneros de guerra soviéticos murieron en las cárceles polacas de hambre y enfermedad en la década de los veinte.
Sólo en 1989 el último dirigente soviético, Mijaíl Gorbachov, reconoció la responsabilidad de la URSS por la matanza de Katyn, y en 1992 el presidente ruso, Borís Yeltsin, entregó a su colega polaco, Lech Walesa, documentos que probaban la matanza de los 22.000 militares y civiles polacos.