Obama regresó a Washington tras lograr éxitos en cumbres en Lisboa
Lisboa, Agencias
El presidente de EEUU, Barack Obama, regresó hoy a Washington tras participar en las cumbres de la OTAN y UE-EEUU en Lisboa, donde consiguió el respaldo de los aliados al comienzo de la transición en Afganistán en 2011 y a la ratificación del tratado de desarme nuclear START con Rusia.
El mandatario tiene ante sí un fin de año complicado, en el que se propone negociar con la oposición republicana el futuro de una serie de recortes de impuestos y el "sí" del Senado al START, el gran logro de su política exterior.
Por ello, le era esencial conseguir éxitos tangibles en las cumbres de este fin de semana en Lisboa.
Obama necesitaba salir reforzado de la capital lisboeta después de que su gira por Asia, una semana atrás, hubiera recibido numerosas críticas en Washington al no haber podido cerrar, como esperaba, el acuerdo de libre comercio con Corea del Sur o un lenguaje más fuerte del G20 sobre la cotización de la divisa china.
En esta ocasión, su participación se cerró con un saldo positivo en su haber.
Los aliados dieron su respaldo a abrir un proceso de transición en Afganistán el año próximo y que concluirá en 2014, fecha en la que el país asiático deberá haberse hecho cargo de su seguridad en sus 34 provincias, como deseaban los estadounidenses.
Visiblemente cansado, pero también satisfecho, en una rueda de prensa al término de la reunión, Obama aseguró que las fuerzas aliadas "están logrando quebrar el impulso talibán" y expresó su confianza en que las tropas de su país podrán comenzar su retirada en julio de 2011, según lo previsto.
El gobernante estadounidense no cerró del todo la puerta a la posibilidad de que continúen las operaciones de combate más allá de 2014.
"Mi meta es asegurarnos de que para 2014 hemos hecho la transición, los afganos lideran y es una meta asegurarnos de que no seguimos implicados en operaciones de combate del tipo que estamos implicados ahora mismo", señaló en una rueda de prensa tras esa reunión.
El presidente estadounidense trae bajo el brazo a Washington los numerosos mensajes de apoyo de la OTAN y de los países europeos, incluida Rusia, a la ratificación del tratado START lo antes posible.
Obama había indicado que quería ver el pacto ratificado en el Senado antes de enero, cuando comenzará una nueva legislatura que verá aumentar la presencia de la oposición republicana en esa Cámara.
El pacto necesita contar con "síes" republicanos para sumar los 67 escaños suficientes para ratificarlo. Pero ese partido ha expresado su resistencia a abordarlo antes de que comience la nueva legislatura, con el argumento de que necesita más tiempo para estudiar el documento.
En apoyo de Obama, y en favor de la ratificación, se pronunció hoy el presidente ruso, Dmitri Medvédev, quien afirmó que "sería una pena" que finalmente el Senado estadounidense no diera la luz verde al acuerdo porque afectaría "no sólo a las relaciones entre Rusia y EEUU, sino también a las relaciones entre Rusia y la OTAN".
"Por ello, espero que los senadores serán responsables", señaló tras ser preguntado sobre este asunto.
Además, varios países de la OTAN -Letonia, Lituania, Dinamarca, Hungría, Bulgaria y Noruega- instaron hoy en Lisboa al Senado de EEUU a que ratifique el Tratado.
"Pedimos que no se detenga el START antes de haber empezado", instó el ministro búlgaro de Exteriores, Nikolay Mladenov.
El presidente estadounidense consiguió también un tanto cuando la OTAN aprobó el viernes pasado la creación de un escudo de defensa antimisiles balísticos que protegerá toda Europa y Estados Unidos.
La creación de este sistema ha sido durante años uno de los principales puntos de fricción en las relaciones entre EEUU y Rusia, después de que el anterior presidente de EEUU, George W. Bush, anunciara los planes para establecer un escudo que tendría un sistema de radares en la República Checa e interceptores en Polonia.
Tras su llegada a la Casa Blanca, y el anuncio del comienzo de una nueva relación con Rusia, Obama anunció la cancelación de esos planes y su sustitución por un sistema más adaptado a las amenazas procedentes de Oriente Medio.
Según Obama, ahora "una fuente de tensión en el pasado se ha convertido en una fuente de colaboración".
El presidente de EEUU, Barack Obama, regresó hoy a Washington tras participar en las cumbres de la OTAN y UE-EEUU en Lisboa, donde consiguió el respaldo de los aliados al comienzo de la transición en Afganistán en 2011 y a la ratificación del tratado de desarme nuclear START con Rusia.
El mandatario tiene ante sí un fin de año complicado, en el que se propone negociar con la oposición republicana el futuro de una serie de recortes de impuestos y el "sí" del Senado al START, el gran logro de su política exterior.
Por ello, le era esencial conseguir éxitos tangibles en las cumbres de este fin de semana en Lisboa.
Obama necesitaba salir reforzado de la capital lisboeta después de que su gira por Asia, una semana atrás, hubiera recibido numerosas críticas en Washington al no haber podido cerrar, como esperaba, el acuerdo de libre comercio con Corea del Sur o un lenguaje más fuerte del G20 sobre la cotización de la divisa china.
En esta ocasión, su participación se cerró con un saldo positivo en su haber.
Los aliados dieron su respaldo a abrir un proceso de transición en Afganistán el año próximo y que concluirá en 2014, fecha en la que el país asiático deberá haberse hecho cargo de su seguridad en sus 34 provincias, como deseaban los estadounidenses.
Visiblemente cansado, pero también satisfecho, en una rueda de prensa al término de la reunión, Obama aseguró que las fuerzas aliadas "están logrando quebrar el impulso talibán" y expresó su confianza en que las tropas de su país podrán comenzar su retirada en julio de 2011, según lo previsto.
El gobernante estadounidense no cerró del todo la puerta a la posibilidad de que continúen las operaciones de combate más allá de 2014.
"Mi meta es asegurarnos de que para 2014 hemos hecho la transición, los afganos lideran y es una meta asegurarnos de que no seguimos implicados en operaciones de combate del tipo que estamos implicados ahora mismo", señaló en una rueda de prensa tras esa reunión.
El presidente estadounidense trae bajo el brazo a Washington los numerosos mensajes de apoyo de la OTAN y de los países europeos, incluida Rusia, a la ratificación del tratado START lo antes posible.
Obama había indicado que quería ver el pacto ratificado en el Senado antes de enero, cuando comenzará una nueva legislatura que verá aumentar la presencia de la oposición republicana en esa Cámara.
El pacto necesita contar con "síes" republicanos para sumar los 67 escaños suficientes para ratificarlo. Pero ese partido ha expresado su resistencia a abordarlo antes de que comience la nueva legislatura, con el argumento de que necesita más tiempo para estudiar el documento.
En apoyo de Obama, y en favor de la ratificación, se pronunció hoy el presidente ruso, Dmitri Medvédev, quien afirmó que "sería una pena" que finalmente el Senado estadounidense no diera la luz verde al acuerdo porque afectaría "no sólo a las relaciones entre Rusia y EEUU, sino también a las relaciones entre Rusia y la OTAN".
"Por ello, espero que los senadores serán responsables", señaló tras ser preguntado sobre este asunto.
Además, varios países de la OTAN -Letonia, Lituania, Dinamarca, Hungría, Bulgaria y Noruega- instaron hoy en Lisboa al Senado de EEUU a que ratifique el Tratado.
"Pedimos que no se detenga el START antes de haber empezado", instó el ministro búlgaro de Exteriores, Nikolay Mladenov.
El presidente estadounidense consiguió también un tanto cuando la OTAN aprobó el viernes pasado la creación de un escudo de defensa antimisiles balísticos que protegerá toda Europa y Estados Unidos.
La creación de este sistema ha sido durante años uno de los principales puntos de fricción en las relaciones entre EEUU y Rusia, después de que el anterior presidente de EEUU, George W. Bush, anunciara los planes para establecer un escudo que tendría un sistema de radares en la República Checa e interceptores en Polonia.
Tras su llegada a la Casa Blanca, y el anuncio del comienzo de una nueva relación con Rusia, Obama anunció la cancelación de esos planes y su sustitución por un sistema más adaptado a las amenazas procedentes de Oriente Medio.
Según Obama, ahora "una fuente de tensión en el pasado se ha convertido en una fuente de colaboración".