Los latinos de Nueva York cuentan con un nuevo representante en el Senado estatal
Nueva York, Agencias
La comunidad latina de Nueva York contará con un nuevo representante en el Senado estatal con la elección hoy de Adriano Espaillat, en unas elecciones en que todos los candidatos hispanos se impusieron en las urnas, así como los representantes del estado al Congreso.
Espaillat, que en 1996 fue electo a la Asamblea de Nueva York y se convirtió en el primer dominicano en llegar a una Legislatura estatal en EE.UU, hizo hoy historia nuevamente al ser también el primer senador hispano que represente la comunidad del Alto Manhattan, con un 40% de población latina y hogar del mayor número de quisqueyanos fuera de su país.
Espaillat, que asumirá sus nuevas funciones a partir de enero, será el nuevo senador por el distrito 31, en sustitución de Eric Schneiderman, que aspiró al cargo de fiscal general.
El político de origen dominicano aseguró a Efe que "es un gran privilegio" servir a la comunidad en la que sus abuelos se establecieron en la década de 1950 y que ha sido su hogar desde que emigró junto a su madre de su natal ciudad de Santiago, en 1964, cuando tenía nueve años y llegó aquí "sin documentos".
"Mis abuelos eran trabajadores de fábrica y que hoy su nieto, que vino aquí sin documentos, pueda representar a un distrito diverso, es un gran honor para mí", señaló Espaillat, que tras tres años de vivir en Nueva York, regresó junto a su familia a la República Dominicana para retornar como residentes legales.
Otra cara nueva en la Cámara Alta estatal será la del puertorriqueño Gustavo Rivera, quien derrotó en la pasada primaria a Pedro Espada.
Con la elección de Espaillat aumentan a seis los senadores latinos demócratas, entre ellos José Peralta, hijo de emigrantes dominicanos, mientras que los restantes Rubén Díaz, Martín Malavé, José Serrano y Rivera son puertorriqueños, comunidad que cuenta con el mayor número de funcionarios electos en esta ciudad.
Mientras que los hispanos en la Asamblea de Nueva York también revalidaron sin mayor problema y aquí también habrá rostros nuevos con la elección de Francisco Moya, que se convierte en el primer funcionario de origen ecuatoriano electo en este estado.
Moya, que no enfrentó oposición en esta contienda, pasó a ocupar el asiento que perteneció al ahora senador José Peralta, para representar el distrito 39 del condado de Queens, el hogar de las comunidades ecuatoriana y colombiana en esta ciudad.
Mientras que el ex director de la Oficina de Asuntos del Inmigrante y ex concejal, el también dominicano Guillermo Linares, se impuso en las urnas en su retorno a un puesto electivo, que antes ocupó su compatriota Espaillat.
Nueva York fue así uno de los pocos estados que dio un alegría al Partido Demócrata, que a nivel federal perdió el control de la Cámara de Representantes, al conseguir sus escaños todos sus candidatos.
El hasta ahora fiscal general Andrew Cuomo logró hacerse con el gobierno de Nueva York, al lograr el 59% de los votos frente al republicano y miembro del llamado Tea Party, Carl Paladino, que fue votado por el 38% de los electores, según resultados preliminares.
Además, los dos senadores demócratas, Kirsten Gillibrand y Charles Schumer, mantendrán sus escaños en la próxima legislatura, al imponerse fácilmente a sus rivales republicanos.
Schumer logró el 60% de los escrutinios y derrotó al republicano Jay Towsend, un consultor político que intentaba ganar el escaño por primera vez, con lo que se hizo con un tercer mandato de seis años y se convierte en el tercer demócrata más importante del Senado federal.
Gillibrand, su compañera de escaño desde que hace dos años fue designada temporalmente senadora en sustitución de Hillary Clinton, ahora secretaria de Estado, ganó igualmente un puesto en esa cámara del Congreso con más del 50% de los votos.
La demócrata ganó al republicano Joe DiGuardi en una elección especial que le permitirá terminar el mandato de Clinton y que le concede el escaño hasta 2012, fecha en la que tendrá que someterse de nuevo a elecciones, según los reglamentos del Senado.
Gillibrand fue designada senadora por el gobernador Paterson en enero de 2009, después de que Clinton asumiera su cargo como secretaria de Estado.
La comunidad latina de Nueva York contará con un nuevo representante en el Senado estatal con la elección hoy de Adriano Espaillat, en unas elecciones en que todos los candidatos hispanos se impusieron en las urnas, así como los representantes del estado al Congreso.
Espaillat, que en 1996 fue electo a la Asamblea de Nueva York y se convirtió en el primer dominicano en llegar a una Legislatura estatal en EE.UU, hizo hoy historia nuevamente al ser también el primer senador hispano que represente la comunidad del Alto Manhattan, con un 40% de población latina y hogar del mayor número de quisqueyanos fuera de su país.
Espaillat, que asumirá sus nuevas funciones a partir de enero, será el nuevo senador por el distrito 31, en sustitución de Eric Schneiderman, que aspiró al cargo de fiscal general.
El político de origen dominicano aseguró a Efe que "es un gran privilegio" servir a la comunidad en la que sus abuelos se establecieron en la década de 1950 y que ha sido su hogar desde que emigró junto a su madre de su natal ciudad de Santiago, en 1964, cuando tenía nueve años y llegó aquí "sin documentos".
"Mis abuelos eran trabajadores de fábrica y que hoy su nieto, que vino aquí sin documentos, pueda representar a un distrito diverso, es un gran honor para mí", señaló Espaillat, que tras tres años de vivir en Nueva York, regresó junto a su familia a la República Dominicana para retornar como residentes legales.
Otra cara nueva en la Cámara Alta estatal será la del puertorriqueño Gustavo Rivera, quien derrotó en la pasada primaria a Pedro Espada.
Con la elección de Espaillat aumentan a seis los senadores latinos demócratas, entre ellos José Peralta, hijo de emigrantes dominicanos, mientras que los restantes Rubén Díaz, Martín Malavé, José Serrano y Rivera son puertorriqueños, comunidad que cuenta con el mayor número de funcionarios electos en esta ciudad.
Mientras que los hispanos en la Asamblea de Nueva York también revalidaron sin mayor problema y aquí también habrá rostros nuevos con la elección de Francisco Moya, que se convierte en el primer funcionario de origen ecuatoriano electo en este estado.
Moya, que no enfrentó oposición en esta contienda, pasó a ocupar el asiento que perteneció al ahora senador José Peralta, para representar el distrito 39 del condado de Queens, el hogar de las comunidades ecuatoriana y colombiana en esta ciudad.
Mientras que el ex director de la Oficina de Asuntos del Inmigrante y ex concejal, el también dominicano Guillermo Linares, se impuso en las urnas en su retorno a un puesto electivo, que antes ocupó su compatriota Espaillat.
Nueva York fue así uno de los pocos estados que dio un alegría al Partido Demócrata, que a nivel federal perdió el control de la Cámara de Representantes, al conseguir sus escaños todos sus candidatos.
El hasta ahora fiscal general Andrew Cuomo logró hacerse con el gobierno de Nueva York, al lograr el 59% de los votos frente al republicano y miembro del llamado Tea Party, Carl Paladino, que fue votado por el 38% de los electores, según resultados preliminares.
Además, los dos senadores demócratas, Kirsten Gillibrand y Charles Schumer, mantendrán sus escaños en la próxima legislatura, al imponerse fácilmente a sus rivales republicanos.
Schumer logró el 60% de los escrutinios y derrotó al republicano Jay Towsend, un consultor político que intentaba ganar el escaño por primera vez, con lo que se hizo con un tercer mandato de seis años y se convierte en el tercer demócrata más importante del Senado federal.
Gillibrand, su compañera de escaño desde que hace dos años fue designada temporalmente senadora en sustitución de Hillary Clinton, ahora secretaria de Estado, ganó igualmente un puesto en esa cámara del Congreso con más del 50% de los votos.
La demócrata ganó al republicano Joe DiGuardi en una elección especial que le permitirá terminar el mandato de Clinton y que le concede el escaño hasta 2012, fecha en la que tendrá que someterse de nuevo a elecciones, según los reglamentos del Senado.
Gillibrand fue designada senadora por el gobernador Paterson en enero de 2009, después de que Clinton asumiera su cargo como secretaria de Estado.