Líderes iraquíes aceleran las gestiones para formar un nuevo gobierno
Bagdad, Agencias
Los principales líderes iraquíes se reunieron hoy para desatascar el colapso político que sufre el país desde las elecciones parlamentarias de marzo pasado y acelerar la formación de un nuevo gobierno.
La reunión comenzó hoy en la ciudad norteña de Erbil, capital de la región autónoma del Kurdistán iraquí, y, en principio, continuará mañana, martes, y el miércoles en Bagdad, aunque se desconoce si será tan pública como la apertura de hoy, que fue transmitida en directo por la televisión.
No hubo anuncios especiales, tan sólo llamamientos para superar las diferencias, pero se trató de la primera ocasión en la que los líderes políticos principales coinciden en una misma mesa desde las elecciones parlamentarias del 7 de marzo.
"El encuentro, a este nivel, supone un logro nacional si tenemos en cuenta la sensible etapa que atraviesa el proceso político y los interrogantes, la preocupación, la impaciencia y las dudas mostradas por el pueblo y desde el exterior por la ausencia de gobierno varios meses después de las elecciones", afirmó el convocante de la cita, el presidente de la región autónoma del Kurdistán, Masud Barzani.
A la mesa se sentaban más de treinta dirigentes políticos iraquíes, entre ellos el presidente del país, Yalal Talabani; el primer ministro, Nuri al Maliki, y el principal líder opositor, Ayad Alaui.
"Estoy seguro de que los reunidos aquí se conducirán por los sentimientos nacionales para llegar a un acuerdo sobre todos los puntos y formar un nuevo gobierno de unidad nacional", dijo Talabani,
Al Maliki, por su parte, pidió pasar a una nueva página en la historia "y olvidar el pasado de conflictos".
"Lo que se pide de nosotros en esta reunión es lograr la unidad nacional para hacer frente a los desafíos, conseguir la reconciliación nacional, porque el terrorismo estaba a punto de sembrar las diferencias entre los componentes del pueblo y lograr una participación nacional verdadera", agregó.
Alaui, líder de Al Iraqiya, el grupo que mayor número de diputados sacó en las elecciones del 7 de marzo, habló sobre la necesidad de formar rápidamente un gobierno y definir temas como "una participación nacional verdadera, que sea equilibrada"
"Sin la participación de todos los bloques no va a haber unidad ni distribución equilibrada de los poderes", agregó.
Los participantes en la reunión de hoy llevan meses negociando la formación de un nuevo gobierno que surja del Parlamento instaurado tras los comicios del 7 de marzo, en los que ningún partido logró los diputados suficientes para poder gobernar en solitario.
Hasta ahora no ha habido una reunión unificada para que todos se pusieran de acuerdo sobre un gobierno de unidad nacional, y con frecuencia las negociaciones se han llevado a cabo en capitales de otros países, con líderes regionales que tienen cierto peso en la política iraquí.
En una rueda de prensa posterior, Barzani calificó de "logro importante" la reunión de hoy, aunque no se anunciaran resultados concretos, e insistió en que era la primera de ese nivel desde los comicios.
"Hoy se rompió la barrera psicológica y hay detalles que no se pueden resolver en dos días, pero hay prioridades", dijo Barzani refiriéndose a las negociaciones que a partir de ahora se llevarán a cabo en Bagdad.
Se supone que algunos temas tienen que estar cerrados antes del próximo jueves, cuando se reúna el Parlamento iraquí para reanudar una primera sesión que se celebró el pasado 14 de junio, la primera de la actual legislatura y que duró solo 20 minutos.
En esa sesión o en las posteriores los diputados deben elegir un nuevo presidente del Parlamento unicameral y también un jefe de Estado, que se encargará de proponer al poder legislativo un primer ministro que tenga suficiente respaldo parlamentario.
Mientras los políticos iraquíes buscaban soluciones para superar la incertidumbre, grupos terroristas mantenían su ofensiva en el país, con tres coches-bomba que estallaron en las ciudades de Kerbala, Nayaf y Basora, que causaron 25 muertos y decenas de heridos.
En el caso de Kerbala y Nayaf, los artefactos estaban dirigidos contra peregrinos iraníes que visitaban en esas localidades santuarios venerados por los chiíes, y que frecuentemente son objetivos de atentados terroristas de grupos vinculados con Al Qaeda.
Los principales líderes iraquíes se reunieron hoy para desatascar el colapso político que sufre el país desde las elecciones parlamentarias de marzo pasado y acelerar la formación de un nuevo gobierno.
La reunión comenzó hoy en la ciudad norteña de Erbil, capital de la región autónoma del Kurdistán iraquí, y, en principio, continuará mañana, martes, y el miércoles en Bagdad, aunque se desconoce si será tan pública como la apertura de hoy, que fue transmitida en directo por la televisión.
No hubo anuncios especiales, tan sólo llamamientos para superar las diferencias, pero se trató de la primera ocasión en la que los líderes políticos principales coinciden en una misma mesa desde las elecciones parlamentarias del 7 de marzo.
"El encuentro, a este nivel, supone un logro nacional si tenemos en cuenta la sensible etapa que atraviesa el proceso político y los interrogantes, la preocupación, la impaciencia y las dudas mostradas por el pueblo y desde el exterior por la ausencia de gobierno varios meses después de las elecciones", afirmó el convocante de la cita, el presidente de la región autónoma del Kurdistán, Masud Barzani.
A la mesa se sentaban más de treinta dirigentes políticos iraquíes, entre ellos el presidente del país, Yalal Talabani; el primer ministro, Nuri al Maliki, y el principal líder opositor, Ayad Alaui.
"Estoy seguro de que los reunidos aquí se conducirán por los sentimientos nacionales para llegar a un acuerdo sobre todos los puntos y formar un nuevo gobierno de unidad nacional", dijo Talabani,
Al Maliki, por su parte, pidió pasar a una nueva página en la historia "y olvidar el pasado de conflictos".
"Lo que se pide de nosotros en esta reunión es lograr la unidad nacional para hacer frente a los desafíos, conseguir la reconciliación nacional, porque el terrorismo estaba a punto de sembrar las diferencias entre los componentes del pueblo y lograr una participación nacional verdadera", agregó.
Alaui, líder de Al Iraqiya, el grupo que mayor número de diputados sacó en las elecciones del 7 de marzo, habló sobre la necesidad de formar rápidamente un gobierno y definir temas como "una participación nacional verdadera, que sea equilibrada"
"Sin la participación de todos los bloques no va a haber unidad ni distribución equilibrada de los poderes", agregó.
Los participantes en la reunión de hoy llevan meses negociando la formación de un nuevo gobierno que surja del Parlamento instaurado tras los comicios del 7 de marzo, en los que ningún partido logró los diputados suficientes para poder gobernar en solitario.
Hasta ahora no ha habido una reunión unificada para que todos se pusieran de acuerdo sobre un gobierno de unidad nacional, y con frecuencia las negociaciones se han llevado a cabo en capitales de otros países, con líderes regionales que tienen cierto peso en la política iraquí.
En una rueda de prensa posterior, Barzani calificó de "logro importante" la reunión de hoy, aunque no se anunciaran resultados concretos, e insistió en que era la primera de ese nivel desde los comicios.
"Hoy se rompió la barrera psicológica y hay detalles que no se pueden resolver en dos días, pero hay prioridades", dijo Barzani refiriéndose a las negociaciones que a partir de ahora se llevarán a cabo en Bagdad.
Se supone que algunos temas tienen que estar cerrados antes del próximo jueves, cuando se reúna el Parlamento iraquí para reanudar una primera sesión que se celebró el pasado 14 de junio, la primera de la actual legislatura y que duró solo 20 minutos.
En esa sesión o en las posteriores los diputados deben elegir un nuevo presidente del Parlamento unicameral y también un jefe de Estado, que se encargará de proponer al poder legislativo un primer ministro que tenga suficiente respaldo parlamentario.
Mientras los políticos iraquíes buscaban soluciones para superar la incertidumbre, grupos terroristas mantenían su ofensiva en el país, con tres coches-bomba que estallaron en las ciudades de Kerbala, Nayaf y Basora, que causaron 25 muertos y decenas de heridos.
En el caso de Kerbala y Nayaf, los artefactos estaban dirigidos contra peregrinos iraníes que visitaban en esas localidades santuarios venerados por los chiíes, y que frecuentemente son objetivos de atentados terroristas de grupos vinculados con Al Qaeda.