La oposición birmana pedirá la anulación de las elecciones
Rangún, Agencias
La oposición birmana anunció hoy que pedirá la anulación de las elecciones legislativas del domingo por las irregularidades ocurridas y cuya victoria se atribuye la formación del primer ministro del país, Thein Sein.
Aunque la Comisión Electoral continúa con el escrutinio manual de las papeletas, fuentes del Partido del Desarrollo y la Solidaridad de la Unión ya proclaman su victoria con la mayoría absoluta.
En caso de quedarse cortos, esta formación dirigida por militares que cambiaron el uniforme por la ropa de civil este año contará para gobernar con el apoyo del 25 por ciento de los escaños del Parlamento bicameral que la Constitución, de 2008, reserva al estamento castrense.
Khin Maung Swe, fundador del opositor Fuerza Democrática Nacional (FDN), calificó de "robo a plena luz del día" las irregularidades durante la votación y el escrutinio de las papeletas que se lleva a cabo.
"Vamos a boicotear los resultados y, si es necesario, también el Parlamento", afirmó opositor.
La FDN surgió de una escisión de la disuelta Liga Nacional para la Democracia (LND), que dirige la nobel de la paz Aung San Suu Kyi, bajo arresto domiciliario.
"Estamos recopilando evidencias para presentar una protesta, los resultados han sido manipulados", señaló por su parte el presidente del Partido Democrático, Thu Wai.
Los candidatos que deseen recurrir ante la Comisión Electoral deben hacer un depósito de 1.000 dólares, una cantidad muy alta para uno de los países más empobrecidos del mundo.
Una de las protestas más recurridas entre la oposición va contra los votos emitidos con antelación que, curiosamente, favorecen mayoritariamente a la agrupación del primer ministro, Thein Sein, al menos aquellos abiertos en colegios electorales con miembros de la oposición presentes.
Estados Unidos, la Unión Europea, la ONU y países de todo el mundo han condenado la manera opaca y partidista como la Junta Militar birmana ha organizado y celebrado estos comicios sin contar con la oposición democrática y sin liberar a los cerca de 2.200 presos políticos del país.
China, interesada en explotar los recursos naturales de Birmania y en mantener la paz en el país vecino para evitar un éxodo de birmanos en su territorio, y la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) han sido de los pocos que han felicitado al régimen militar birmano por las elecciones.
Mientras se espera que la Comisión Electoral anuncie el resultado oficial final, los ejércitos de la casi treintena de guerrillas étnicas que controlan zonas del este, oeste y del norte del país se rearman y forman alianzas ante una eventual ofensiva de las Fuerza Armadas.
La tensión crece en las zonas fronterizas y en la compartida con Tailandia, en cuyo territorio viven 150.000 birmanos en campamentos de refugiados, y ya se han producido enfrentamientos entre las tropas gubernamentales y rebeldes karen.
En Rangún, la antigua capital y principal ciudad del país, los cuerpos de seguridad reforzaban hoy la vigilancia en antelación a la próxima liberación de Suu Kyi.
La opositora de 65 años e hija de Aung San, héroe de la independencia, se ha convertido en el símbolo de la lucha democrática tras 22 años de lucha sin someterse a la Junta Militar.
Si las autoridades birmanas no cambian de parecer, Suu Kyi saldrá libre el sábado 13, cuando vencen los 18 meses de arresto domiciliario que cumple, según su abogado Nyan Win.
Suu Kyi ha vivido confinada en su casa familiar de Rangún, en el número 54 de la avenida de la Universidad, casi 15 de los últimos 21 años, sin teléfono, internet y con las visitas controladas.
La última vez que la "Dama", como la llaman los birmanos, pudo salir a la calle y hablar con sus seguidores y la población alcanzó tal popularidad que la Junta Militar se sintió amenazada y volvió a encerrarla, en 2003.
La oposición birmana anunció hoy que pedirá la anulación de las elecciones legislativas del domingo por las irregularidades ocurridas y cuya victoria se atribuye la formación del primer ministro del país, Thein Sein.
Aunque la Comisión Electoral continúa con el escrutinio manual de las papeletas, fuentes del Partido del Desarrollo y la Solidaridad de la Unión ya proclaman su victoria con la mayoría absoluta.
En caso de quedarse cortos, esta formación dirigida por militares que cambiaron el uniforme por la ropa de civil este año contará para gobernar con el apoyo del 25 por ciento de los escaños del Parlamento bicameral que la Constitución, de 2008, reserva al estamento castrense.
Khin Maung Swe, fundador del opositor Fuerza Democrática Nacional (FDN), calificó de "robo a plena luz del día" las irregularidades durante la votación y el escrutinio de las papeletas que se lleva a cabo.
"Vamos a boicotear los resultados y, si es necesario, también el Parlamento", afirmó opositor.
La FDN surgió de una escisión de la disuelta Liga Nacional para la Democracia (LND), que dirige la nobel de la paz Aung San Suu Kyi, bajo arresto domiciliario.
"Estamos recopilando evidencias para presentar una protesta, los resultados han sido manipulados", señaló por su parte el presidente del Partido Democrático, Thu Wai.
Los candidatos que deseen recurrir ante la Comisión Electoral deben hacer un depósito de 1.000 dólares, una cantidad muy alta para uno de los países más empobrecidos del mundo.
Una de las protestas más recurridas entre la oposición va contra los votos emitidos con antelación que, curiosamente, favorecen mayoritariamente a la agrupación del primer ministro, Thein Sein, al menos aquellos abiertos en colegios electorales con miembros de la oposición presentes.
Estados Unidos, la Unión Europea, la ONU y países de todo el mundo han condenado la manera opaca y partidista como la Junta Militar birmana ha organizado y celebrado estos comicios sin contar con la oposición democrática y sin liberar a los cerca de 2.200 presos políticos del país.
China, interesada en explotar los recursos naturales de Birmania y en mantener la paz en el país vecino para evitar un éxodo de birmanos en su territorio, y la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) han sido de los pocos que han felicitado al régimen militar birmano por las elecciones.
Mientras se espera que la Comisión Electoral anuncie el resultado oficial final, los ejércitos de la casi treintena de guerrillas étnicas que controlan zonas del este, oeste y del norte del país se rearman y forman alianzas ante una eventual ofensiva de las Fuerza Armadas.
La tensión crece en las zonas fronterizas y en la compartida con Tailandia, en cuyo territorio viven 150.000 birmanos en campamentos de refugiados, y ya se han producido enfrentamientos entre las tropas gubernamentales y rebeldes karen.
En Rangún, la antigua capital y principal ciudad del país, los cuerpos de seguridad reforzaban hoy la vigilancia en antelación a la próxima liberación de Suu Kyi.
La opositora de 65 años e hija de Aung San, héroe de la independencia, se ha convertido en el símbolo de la lucha democrática tras 22 años de lucha sin someterse a la Junta Militar.
Si las autoridades birmanas no cambian de parecer, Suu Kyi saldrá libre el sábado 13, cuando vencen los 18 meses de arresto domiciliario que cumple, según su abogado Nyan Win.
Suu Kyi ha vivido confinada en su casa familiar de Rangún, en el número 54 de la avenida de la Universidad, casi 15 de los últimos 21 años, sin teléfono, internet y con las visitas controladas.
La última vez que la "Dama", como la llaman los birmanos, pudo salir a la calle y hablar con sus seguidores y la población alcanzó tal popularidad que la Junta Militar se sintió amenazada y volvió a encerrarla, en 2003.