La India homenajea a las 166 víctimas mortales del atentado múltiple en Bombay
Nueva Delhi, Agencias
La India homenajeó hoy a las 166 víctimas mortales del atentado terrorista múltiple de hace dos años en Bombay, donde la familia del policía que murió durante la detención del único terrorista capturado vivo recibió la titularidad de una estación de servicio como medio de subsistencia.
A los parientes de Tukaram Ombale se les hizo entrega en un suburbio de Bombay de la propiedad de una estación de gas comprimido -combustible muy utilizado por el transporte público en la India-, en un acto presidido por el ministro indio del Interior, P. Chidambaram, quien aprovechó para exigir a Pakistán más acción contra los responsables de la masacre.
Chidambaram subrayó, según recogieron las agencias indias, que sin el sacrificio de Ombale para detener con vida a Mohamed Ajmal Amir "Kasab" "no habría un vínculo concluyente hacia Pakistán en el ataque del 26-N".
Estos honores especiales al fallecido policía lideraron una serie de actos conmemorativos para recordar a las 166 víctimas mortales del ataque múltiple perpetrado por un comando de diez terroristas, que durante casi tres días pusieron en jaque a la populosa metrópoli.
Las autoridades del estado de Maharastra, del que la ciudad es su capital, hicieron una ofrenda floral a las víctimas en el cuartel de la Policía del sur de Bombay. Y en la costa, por la que los terroristas llegaron a la India, desfiló un contingente de las fuerzas de seguridad, incluidos policías de élite.
También se ofrecieron rezos colectivos en algunos de los puntos atacados por el comando, como los lujosos hoteles Taj y Oberoi y en la estación de trenes. Una organización lanzó una campaña de recogida de firmas para exigir el ahorcamiento inmediato de Kasab y se registraron diversas concentraciones.
Las conmemoraciones vinieron acompañadas de constantes advertencias de los gobernantes del gigante asiático a la población a estar "en guardia" y de garantías de que en el tiempo transcurrido desde el ataque la seguridad en el país ha sido reforzada.
"En un día como éste, renovamos nuestro compromiso de que haremos todo lo posible para proteger a este país y a su pueblo. Es mi deber advertir al pueblo de que tenemos un vecino (Pakistán) que no ha cumplido todavía sus promesas", dijo el titular de Interior.
Chidambaram recordó que, aunque India "ha aprendido la lección", siempre "hay que estar en guardia".
En una línea similar se manifestó el ministro de Defensa, A.K. Antony, quien aseguró que el aniversario de la tragedia "es un desalentador recordatorio del volátil y peligroso estado del vecindario, y de la necesidad de una constante vigilancia", según un comunicado.
En otra nota oficial, el primer ministro indio, Manmohan Singh, trasladó a sus conciudadanos la necesidad de luchar contra "las fuerzas que amenazan la fábrica social y el estilo de vida" de la India, y prometió "redoblar los esfuerzos" para llevar a los responsables del atentado ante la Justicia.
Un tribunal indio condenó a muerte a Kasab en mayo pasado -la condena está apelada-, pero el Gobierno no está satisfecho con la evolución de otro juicio que se desarrolla en Pakistán.
Hace justo un año, el tribunal antiterrorista de la ciudad de Rawalpindi procesó a siete personas, todas ellas presuntos miembros del grupo cachemir con base en Pakistán "Lashkar-e-Toiba" (LeT) que presuntamente organizó la acción.
Sin embargo, las vistas por este caso se han ido aplazando por motivos diversos, al tiempo que la India se queja de la falta de respuesta a peticiones de información sobre supuestos implicados en el ataque.
"Una vez más pido a Pakistán que desmantele la máquina del terror que opera con impunidad en su territorio y que lleve inmediatamente ante la Justicia a los culpables del atentado de Bombay", reiteró hoy durante una visita a Sri Lanka el titular indio de Asuntos Exteriores, S.M. Krishna, según un comunicado difundido por su oficina.
La India homenajeó hoy a las 166 víctimas mortales del atentado terrorista múltiple de hace dos años en Bombay, donde la familia del policía que murió durante la detención del único terrorista capturado vivo recibió la titularidad de una estación de servicio como medio de subsistencia.
A los parientes de Tukaram Ombale se les hizo entrega en un suburbio de Bombay de la propiedad de una estación de gas comprimido -combustible muy utilizado por el transporte público en la India-, en un acto presidido por el ministro indio del Interior, P. Chidambaram, quien aprovechó para exigir a Pakistán más acción contra los responsables de la masacre.
Chidambaram subrayó, según recogieron las agencias indias, que sin el sacrificio de Ombale para detener con vida a Mohamed Ajmal Amir "Kasab" "no habría un vínculo concluyente hacia Pakistán en el ataque del 26-N".
Estos honores especiales al fallecido policía lideraron una serie de actos conmemorativos para recordar a las 166 víctimas mortales del ataque múltiple perpetrado por un comando de diez terroristas, que durante casi tres días pusieron en jaque a la populosa metrópoli.
Las autoridades del estado de Maharastra, del que la ciudad es su capital, hicieron una ofrenda floral a las víctimas en el cuartel de la Policía del sur de Bombay. Y en la costa, por la que los terroristas llegaron a la India, desfiló un contingente de las fuerzas de seguridad, incluidos policías de élite.
También se ofrecieron rezos colectivos en algunos de los puntos atacados por el comando, como los lujosos hoteles Taj y Oberoi y en la estación de trenes. Una organización lanzó una campaña de recogida de firmas para exigir el ahorcamiento inmediato de Kasab y se registraron diversas concentraciones.
Las conmemoraciones vinieron acompañadas de constantes advertencias de los gobernantes del gigante asiático a la población a estar "en guardia" y de garantías de que en el tiempo transcurrido desde el ataque la seguridad en el país ha sido reforzada.
"En un día como éste, renovamos nuestro compromiso de que haremos todo lo posible para proteger a este país y a su pueblo. Es mi deber advertir al pueblo de que tenemos un vecino (Pakistán) que no ha cumplido todavía sus promesas", dijo el titular de Interior.
Chidambaram recordó que, aunque India "ha aprendido la lección", siempre "hay que estar en guardia".
En una línea similar se manifestó el ministro de Defensa, A.K. Antony, quien aseguró que el aniversario de la tragedia "es un desalentador recordatorio del volátil y peligroso estado del vecindario, y de la necesidad de una constante vigilancia", según un comunicado.
En otra nota oficial, el primer ministro indio, Manmohan Singh, trasladó a sus conciudadanos la necesidad de luchar contra "las fuerzas que amenazan la fábrica social y el estilo de vida" de la India, y prometió "redoblar los esfuerzos" para llevar a los responsables del atentado ante la Justicia.
Un tribunal indio condenó a muerte a Kasab en mayo pasado -la condena está apelada-, pero el Gobierno no está satisfecho con la evolución de otro juicio que se desarrolla en Pakistán.
Hace justo un año, el tribunal antiterrorista de la ciudad de Rawalpindi procesó a siete personas, todas ellas presuntos miembros del grupo cachemir con base en Pakistán "Lashkar-e-Toiba" (LeT) que presuntamente organizó la acción.
Sin embargo, las vistas por este caso se han ido aplazando por motivos diversos, al tiempo que la India se queja de la falta de respuesta a peticiones de información sobre supuestos implicados en el ataque.
"Una vez más pido a Pakistán que desmantele la máquina del terror que opera con impunidad en su territorio y que lleve inmediatamente ante la Justicia a los culpables del atentado de Bombay", reiteró hoy durante una visita a Sri Lanka el titular indio de Asuntos Exteriores, S.M. Krishna, según un comunicado difundido por su oficina.