Israel comete abusos a detenidos palestinos, denuncian dos ONG locales
Jerusalén, Agencias
El servicio de seguridad interior israelí, conocido como Shin Bet, viola los derechos de los detenidos palestinos y comete abusos que pueden ser considerados en algunos casos tortura, según denuncian hoy en un informe dos ONG israelíes.
El documento, que recopila los testimonios de 121 palestinos detenidos en 2009 en un centro de detención del Shin Bet en la localidad de Petaj Tikva, destaca que esas violaciones indican "un claro patrón de comportamiento de las autoridades", desde el momento del arresto del individuo hasta que abandona esa instalación.
Las organizaciones pro derechos humanos Betselem y Hamoked, refieren que los detenidos son sometidos a crueles condiciones de detención en habitáculos blindados, en total situación de aislamiento y condiciones higiénicas deshonrosas.
También aseguran que son sometidos a continuas bofetadas en las manos durante el proceso del interrogatorio, lo que imposibilita que el detenido pueda moverse, además de la privación del sueño, y otros métodos que lo dañan física y mentalmente.
El informe revela que un nueve por ciento de los testigos dijeron que sus interrogadores emplearon violencia física contra ellos durante el interrogatorio, mientras que el 56 por ciento denunció amenazas, y el 36 por ciento humillaciones e insultados durante las pesquisas.
Además, trece de los 121 detenidos dijeron que se les impidió dormir durante más de 24 horas.
Las ONG denuncian que el empleo de cualquiera de estos medios, o el uso combinado de varios de ellos constituye un trato cruel, inhumano y degradante, que en algunos casos puede constituir tortura.
"Todos (estos métodos) están estrictamente prohibidos por la legislación internacional e israelí", apunta el comunicado.
El informe también destaca que los palestinos han elevado 645 denuncias al Ministerio de Justicia israelí en relación a prácticas de interrogatorio llevadas a cabo desde 2001, y que ninguna de éstas han sido investigadas penalmente.
La respuesta del Estado al documento de las organizaciones israelíes fue elaborado por el Ministerio de Justicia que concluye que "el informe hace suposiciones generales, algunas muy serias, sin ninguna base mas allá de frases generales, que son presentadas sin detalles que puedan ser investigados, confirmados o refutados".
El Ministerio aseguró que los interrogatorios en Israel son "practicados cumpliendo la ley y tienen por misión impedir actividades ilegales que puedan dañar la seguridad del Estado".
Al respecto, Betselem y Hamoked aseguran que el argumento de justificar las infracciones cometidas contra los detenidos arguyendo que con esto se evitan serios actos de terrorismo, "no garantiza que que se impidan las violaciones o se cumpla la prohibición absoluta de tortura, trato cruel, inhumano y degradante".
El servicio de seguridad interior israelí, conocido como Shin Bet, viola los derechos de los detenidos palestinos y comete abusos que pueden ser considerados en algunos casos tortura, según denuncian hoy en un informe dos ONG israelíes.
El documento, que recopila los testimonios de 121 palestinos detenidos en 2009 en un centro de detención del Shin Bet en la localidad de Petaj Tikva, destaca que esas violaciones indican "un claro patrón de comportamiento de las autoridades", desde el momento del arresto del individuo hasta que abandona esa instalación.
Las organizaciones pro derechos humanos Betselem y Hamoked, refieren que los detenidos son sometidos a crueles condiciones de detención en habitáculos blindados, en total situación de aislamiento y condiciones higiénicas deshonrosas.
También aseguran que son sometidos a continuas bofetadas en las manos durante el proceso del interrogatorio, lo que imposibilita que el detenido pueda moverse, además de la privación del sueño, y otros métodos que lo dañan física y mentalmente.
El informe revela que un nueve por ciento de los testigos dijeron que sus interrogadores emplearon violencia física contra ellos durante el interrogatorio, mientras que el 56 por ciento denunció amenazas, y el 36 por ciento humillaciones e insultados durante las pesquisas.
Además, trece de los 121 detenidos dijeron que se les impidió dormir durante más de 24 horas.
Las ONG denuncian que el empleo de cualquiera de estos medios, o el uso combinado de varios de ellos constituye un trato cruel, inhumano y degradante, que en algunos casos puede constituir tortura.
"Todos (estos métodos) están estrictamente prohibidos por la legislación internacional e israelí", apunta el comunicado.
El informe también destaca que los palestinos han elevado 645 denuncias al Ministerio de Justicia israelí en relación a prácticas de interrogatorio llevadas a cabo desde 2001, y que ninguna de éstas han sido investigadas penalmente.
La respuesta del Estado al documento de las organizaciones israelíes fue elaborado por el Ministerio de Justicia que concluye que "el informe hace suposiciones generales, algunas muy serias, sin ninguna base mas allá de frases generales, que son presentadas sin detalles que puedan ser investigados, confirmados o refutados".
El Ministerio aseguró que los interrogatorios en Israel son "practicados cumpliendo la ley y tienen por misión impedir actividades ilegales que puedan dañar la seguridad del Estado".
Al respecto, Betselem y Hamoked aseguran que el argumento de justificar las infracciones cometidas contra los detenidos arguyendo que con esto se evitan serios actos de terrorismo, "no garantiza que que se impidan las violaciones o se cumpla la prohibición absoluta de tortura, trato cruel, inhumano y degradante".