El Papa exhorta a España a dar pujanza a sus raíces cristianas, al pisar suelo compostelano
Santiago de Compostela, Agencias
El papa Benedicto XVI ha exhortado hoy a España a dar nueva pujanza a sus raíces cristianas y a edificar su presente desde la verdad, la justicia y la libertad.
En sus primeras palabras a su llegada al aeropuerto de Santiago y tras ser recibido por los Príncipes de Asturias, dijo que viene a la ciudad del Apóstol "como peregrino en este año santo compostelano", y que trae en su corazón el mismo amor a Cristo que movía al Apóstol San Pablo a emprender sus viajes evangelizadores.
"Siento una profunda alegría de estar de nuevo en España ", agregó el papa.
Benedicto XVI expresó su deseo de unirse a la "larga hilera" de peregrinos para ponerse "a los pies" del Apóstol y dejarse transformar por "el testimonio de su fe".
"Ellos (los peregrinos) con las huellas de sus pasos y llenos de esperanza, fueron creando una vía de cultura, de oración, de misericordia y conversión", que se ha plasmado en iglesias y hospitales, en albergues, puentes y monasterios, con lo que España y Europa fueron desarrollando "una fisonomía espiritual marcada de modo indeleble por el Evangelio", señaló el pontífice.
El papa pronunció en gallego la última parte de su discurso, en la que agradeció la bienvenida y expresó su "cariño y cercanía" a los "hijos" de Galicia, de Cataluña y de los demás pueblos de España.
El santo padre recordó a su antecesor, Juan Pablo II, que desde Compostela exhortó al viejo continente a dar "una nueva pujanza a sus raíces cristianas", e invitó a España y a Europa a "edificar su presente y a proyectar su futuro desde la verdad auténtica del hombre, desde la libertad que respeta esa verdad y nunca la hiere, y desde la justicia para todos, comenzando por los más pobres y desvalidos".
Se mostró partidario de una España y una Europa "no sólo preocupadas de las necesidades materiales de los hombres, sino también de las morales y sociales, de las espirituales y religiosas", al entender que todas ellas son "exigencias genuinas del único hombre, y sólo así se trabaja eficaz, íntegra y fecundamente por su bien".
El papa aludió también a su visita a Barcelona, que iniciará esta misma noche, para afirmar que irá a la capital catalana para "alentar la fe de sus gentes acogedoras y dinámicas".
Recordó que esa fe inspiró al "genial arquitecto" Antoni Gaudí a emprender en Barcelona "esa maravilla" que es el templo de la Sagrada Familia.
"Tendré la dicha de dedicar ese templo, en el que se refleja toda la grandeza del espíritu humano que se abre a Dios", añadió.
Benedicto XVI manifestó su profunda alegría al estar de nuevo en España, que ha dado al mundo "una pléyade de grandes santos, fundadores y poetas", y citó a Ignacio de Loyola, Teresa de Jesús, Juan de la Cruz y Francisco Javier.
Asimismo, se refirió a España como el país que en el siglo XX "ha suscitado nuevas instituciones, grupos y comunidades de vida cristiana y de acción apostólica y, en los últimos decenios, camina en concordia y unidad, en libertad y paz, mirando al futuro con esperanza y responsabilidad".
España, dijo, movida por su rico patrimonio de valores humanos y espirituales, "busca asimismo superarse en medio de las dificultades y ofrecer su solidaridad a la comunidad internacional".
El papa Benedicto XVI ha exhortado hoy a España a dar nueva pujanza a sus raíces cristianas y a edificar su presente desde la verdad, la justicia y la libertad.
En sus primeras palabras a su llegada al aeropuerto de Santiago y tras ser recibido por los Príncipes de Asturias, dijo que viene a la ciudad del Apóstol "como peregrino en este año santo compostelano", y que trae en su corazón el mismo amor a Cristo que movía al Apóstol San Pablo a emprender sus viajes evangelizadores.
"Siento una profunda alegría de estar de nuevo en España ", agregó el papa.
Benedicto XVI expresó su deseo de unirse a la "larga hilera" de peregrinos para ponerse "a los pies" del Apóstol y dejarse transformar por "el testimonio de su fe".
"Ellos (los peregrinos) con las huellas de sus pasos y llenos de esperanza, fueron creando una vía de cultura, de oración, de misericordia y conversión", que se ha plasmado en iglesias y hospitales, en albergues, puentes y monasterios, con lo que España y Europa fueron desarrollando "una fisonomía espiritual marcada de modo indeleble por el Evangelio", señaló el pontífice.
El papa pronunció en gallego la última parte de su discurso, en la que agradeció la bienvenida y expresó su "cariño y cercanía" a los "hijos" de Galicia, de Cataluña y de los demás pueblos de España.
El santo padre recordó a su antecesor, Juan Pablo II, que desde Compostela exhortó al viejo continente a dar "una nueva pujanza a sus raíces cristianas", e invitó a España y a Europa a "edificar su presente y a proyectar su futuro desde la verdad auténtica del hombre, desde la libertad que respeta esa verdad y nunca la hiere, y desde la justicia para todos, comenzando por los más pobres y desvalidos".
Se mostró partidario de una España y una Europa "no sólo preocupadas de las necesidades materiales de los hombres, sino también de las morales y sociales, de las espirituales y religiosas", al entender que todas ellas son "exigencias genuinas del único hombre, y sólo así se trabaja eficaz, íntegra y fecundamente por su bien".
El papa aludió también a su visita a Barcelona, que iniciará esta misma noche, para afirmar que irá a la capital catalana para "alentar la fe de sus gentes acogedoras y dinámicas".
Recordó que esa fe inspiró al "genial arquitecto" Antoni Gaudí a emprender en Barcelona "esa maravilla" que es el templo de la Sagrada Familia.
"Tendré la dicha de dedicar ese templo, en el que se refleja toda la grandeza del espíritu humano que se abre a Dios", añadió.
Benedicto XVI manifestó su profunda alegría al estar de nuevo en España, que ha dado al mundo "una pléyade de grandes santos, fundadores y poetas", y citó a Ignacio de Loyola, Teresa de Jesús, Juan de la Cruz y Francisco Javier.
Asimismo, se refirió a España como el país que en el siglo XX "ha suscitado nuevas instituciones, grupos y comunidades de vida cristiana y de acción apostólica y, en los últimos decenios, camina en concordia y unidad, en libertad y paz, mirando al futuro con esperanza y responsabilidad".
España, dijo, movida por su rico patrimonio de valores humanos y espirituales, "busca asimismo superarse en medio de las dificultades y ofrecer su solidaridad a la comunidad internacional".