Rousseff y Serra se lanzan a la captura de votos en Río de Janeiro
Río de Janeiro, Agencias
A falta de una semana para los comicios, los dos candidatos que se disputan la Presidencia de Brasil, la oficialista Dilma Rousseff y el opositor José Serra, centraron hoy su campaña en Río de Janeiro con el objetivo de movilizar el voto del tercer mayor colegio electoral del país.
Acompañada en todo momento por el presidente, Luiz Inácio Lula da Silva, la abanderada del Partido de los Trabajadores (PT) recorrió los barrios de Realengo y Bangú, una de las zonas más deprimidas de la capital carioca, a bordo de un vehículo con el techo descubierto desde el que saludaba a los simpatizantes.
Centenares de personas ataviadas con camisetas rojas, el color del PT, salieron a las calles para mostrar su apoyo a Rousseff, favorita en las encuestas, mientras que numerosas familias y curiosos esperaban en sus portales o balcones a que pasara la comitiva.
El recorrido de Rousseff se prolongó durante unas dos horas y estuvo libre de incidentes, con excepción de un espontáneo que se colocó al lado del vehículo de la candidata y mostró una pancarta en la que se leía "¿Dónde está Erenice?".
La protesta hacía referencia a la sucesora de Rousseff en el Ministerio de la Presidencia, Erenice Guerra, que dimitió el pasado septiembre en medio de acusaciones por tráfico de influencias para favorecer los negocios de su hijo.
En el acto de apoyo a Rousseff también estuvieron presentes el alcalde de la ciudad, Eduardo Paes, y el gobernador del estado de Río de Janeiro, Sergio Cabral, ambos del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), que forma parte de la coalición liderada por el PT.
El recorrido finalizó en un centro comercial en el que centenares de personas estaban esperando la comitiva, aunque ni la candidata Rousseff ni el presidente Lula hicieron declaraciones al terminar el acto.
Mientras, el candidato opositor también quiso darse un baño de masas en la capital fluminense, aunque Serra escogió la playa de Copacabana, uno de los lugares predilectos de los cariocas para el ocio de los domingos, como escenario para sus actividades de campaña.
El abanderado del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB) tenía prevista una caminata por el paseo marítimo, pero la afluencia masiva de simpatizantes impidió que pudiera avanzar en el recorrido y finalmente tuvo que subirse a un camión para saludar a sus seguidores.
Militantes de su formación acudieron a la concentración con cascos de obra de color azul como protesta por un incidente ocurrido el pasado miércoles, cuando el líder opositor fue alcanzado por un objeto durante un enfrentamiento entre sus seguidores y simpatizantes de la candidatura de Rousseff.
Al finalizar el acto, Serra se dirigió a los presentes y acusó a Rousseff y a los miembros del PT de deslegitimar la campaña mediante sus actitudes "conflictivas".
Serra estuvo acompañado por su candidato a la vicepresidencia, Indio da Costa; por el gobernador electo de Sao Paulo, Geraldo Alckmin, y por el ex gobernador de Minas Gerais, Aecio Neves.
El candidato, quien también estuvo arropado por el ex presidente Itamar Franco, aprovechó la ocasión para desmentir que esté planeando llevar a cabo un programa de privatización de empresas públicas, como aseguran sus rivales electorales.
Con posterioridad a las actividades de Serra, simpatizantes del partido gobernante tenían previsto organizar un desfile en la misma playa de Copacabana para pedir el apoyo en favor de Rousseff.
El comité regional del PT pidió a los militantes que evitaran "aglomeraciones y actos de campaña en la playa" durante la actividad del adversario político.
El estado de Río de Janeiro, la tercera mayor circunscripción electoral de Brasil, es clave en los intereses de los candidatos para la segunda vuelta de los comicios del próximo domingo.
En la primera ronda, la candidata de Lula obtuvo el mejor resultado electoral en la ciudad de Río, seguida de la aspirante del Partido Verde, Marina Silva, quien no disputará la segunda vuelta, derecho que corresponde a José Serra.
A falta de una semana para los comicios, los dos candidatos que se disputan la Presidencia de Brasil, la oficialista Dilma Rousseff y el opositor José Serra, centraron hoy su campaña en Río de Janeiro con el objetivo de movilizar el voto del tercer mayor colegio electoral del país.
Acompañada en todo momento por el presidente, Luiz Inácio Lula da Silva, la abanderada del Partido de los Trabajadores (PT) recorrió los barrios de Realengo y Bangú, una de las zonas más deprimidas de la capital carioca, a bordo de un vehículo con el techo descubierto desde el que saludaba a los simpatizantes.
Centenares de personas ataviadas con camisetas rojas, el color del PT, salieron a las calles para mostrar su apoyo a Rousseff, favorita en las encuestas, mientras que numerosas familias y curiosos esperaban en sus portales o balcones a que pasara la comitiva.
El recorrido de Rousseff se prolongó durante unas dos horas y estuvo libre de incidentes, con excepción de un espontáneo que se colocó al lado del vehículo de la candidata y mostró una pancarta en la que se leía "¿Dónde está Erenice?".
La protesta hacía referencia a la sucesora de Rousseff en el Ministerio de la Presidencia, Erenice Guerra, que dimitió el pasado septiembre en medio de acusaciones por tráfico de influencias para favorecer los negocios de su hijo.
En el acto de apoyo a Rousseff también estuvieron presentes el alcalde de la ciudad, Eduardo Paes, y el gobernador del estado de Río de Janeiro, Sergio Cabral, ambos del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), que forma parte de la coalición liderada por el PT.
El recorrido finalizó en un centro comercial en el que centenares de personas estaban esperando la comitiva, aunque ni la candidata Rousseff ni el presidente Lula hicieron declaraciones al terminar el acto.
Mientras, el candidato opositor también quiso darse un baño de masas en la capital fluminense, aunque Serra escogió la playa de Copacabana, uno de los lugares predilectos de los cariocas para el ocio de los domingos, como escenario para sus actividades de campaña.
El abanderado del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB) tenía prevista una caminata por el paseo marítimo, pero la afluencia masiva de simpatizantes impidió que pudiera avanzar en el recorrido y finalmente tuvo que subirse a un camión para saludar a sus seguidores.
Militantes de su formación acudieron a la concentración con cascos de obra de color azul como protesta por un incidente ocurrido el pasado miércoles, cuando el líder opositor fue alcanzado por un objeto durante un enfrentamiento entre sus seguidores y simpatizantes de la candidatura de Rousseff.
Al finalizar el acto, Serra se dirigió a los presentes y acusó a Rousseff y a los miembros del PT de deslegitimar la campaña mediante sus actitudes "conflictivas".
Serra estuvo acompañado por su candidato a la vicepresidencia, Indio da Costa; por el gobernador electo de Sao Paulo, Geraldo Alckmin, y por el ex gobernador de Minas Gerais, Aecio Neves.
El candidato, quien también estuvo arropado por el ex presidente Itamar Franco, aprovechó la ocasión para desmentir que esté planeando llevar a cabo un programa de privatización de empresas públicas, como aseguran sus rivales electorales.
Con posterioridad a las actividades de Serra, simpatizantes del partido gobernante tenían previsto organizar un desfile en la misma playa de Copacabana para pedir el apoyo en favor de Rousseff.
El comité regional del PT pidió a los militantes que evitaran "aglomeraciones y actos de campaña en la playa" durante la actividad del adversario político.
El estado de Río de Janeiro, la tercera mayor circunscripción electoral de Brasil, es clave en los intereses de los candidatos para la segunda vuelta de los comicios del próximo domingo.
En la primera ronda, la candidata de Lula obtuvo el mejor resultado electoral en la ciudad de Río, seguida de la aspirante del Partido Verde, Marina Silva, quien no disputará la segunda vuelta, derecho que corresponde a José Serra.